El ladrillo entra en campaña en Valencia

Es un ejemplo de la velocidad de un gobierno municipal que se ha dejado demasiados asuntos en el tintero después de ocho años de gobierno, aunque eso es otro asunto que merece un análisis más detallado sobre las coaliciones y la rapidez en la toma de decisiones. O sea, por lo contrario.

La candidata socialista Sandra Gómez pensaba que el asunto de Benimaclet lo tenía resuelto con la patada adelante de hacer un estudio que abarca todo el barrio, sin tener en cuenta que una empresa privada se juega mucho dinero en el envite y ha pasado lo que tenía que pasar. El Ayuntamiento recurrirá, no tiene otra, pero será el próximo gobierno municipal, sea del color que sea, el que arree con las consecuencias.

Y en cuanto al plan del Cabanyal, la autorización exprés del plan urbanístico se ha producido tras sucesivas claudicaciones como la rebaja de alturas del hotel de Eugenia Viñes. ¿Qué coste tendrá eso para las arcas municipales? ¿Valdrá lo mismo el solar ahora que en lugar de una torre de 15 plantas se deberán hacer dos de siete? Me temo que no, con lo que habrá que tirar de chequera.