El PSPV acentúa su poder en el Consistorio a costa de sus dos socios de gobierno

castellón. La socialista Amparo Marco salió ampliamente reforzada del Pacte del Grau. Las elecciones municipales del pasado domingo dejaron una cosa clara: los castellonenses dieron un respaldo importante al PSPV, que se tradujo en diez concejales, tres más que en los pasados comicios.

Pero de dónde viene ese aumento. La respuesta es clara y sintomática: de sus socios de gobierno durante la pasada legislatura. La coalición Podemos, EU y Castellón en Moviment y Compromís han visto como el Pacte del Grau no les ha sentado igual de bien que a los socialistas. En el caso de la formación morada la pérdida es de prácticamente la mitad de los votos, mientras que en el partido nacionalista, de un concejal. Todos estos votos han ido a parar a manos de los socialistas, que se sienten más fuertes de cara a sentarse en torno a una mesa a negociar los términos del futuro pacto de gobierno en Castellón.

Y todo ello porque estos comicios han dejado una cosa clara: un tripartito es necesario para garantizar la gobernanilidad en el Ayuntamiento de la capital de la Plana. En este sentido, el bloque de izquierdas sumaría 15 concejales, mientras que el de la derecha, formado por PP (7), Ciudadanos (4) y Vox (1), se quedaría en doce representantes.

La victoria de los socialistas en las urnas no es baladí, ya que hacía 30 años que el PSPV no superaba en votos a los populares. Cierto es que la pasada legislatura el gobierno municipal era de izquierdas, pero fue el PP quien logró el mayor respaldo por parte de los ciudadanos. Por este motivo, lo socialista se ven con más vigor para afrontar las negociaciones del pacto de gobierno.

Por contra, el PP de Begoña Carrasco contuvo en la capital la caída del partido a nivel nacional y perdió solo un escaño, el que ganó Vox en su entrada al Ayuntamiento de Castellón.