MANUEL GARCÍA
Martes, 28 de mayo 2019, 00:30
El PSPV sacó músculo en la Ribera y evidenció que es la formación que, en la actualidad, ostenta la hegemonía en la comarca. Ha consolidado un buen número de localidades, entre ellas algunas tan históricas o importantes como l'Alcúdia o Cullera, donde gozará de la tranquilidad de mayorías absolutas de las que no gozaba.
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Los socialistas lograron hacer sangre en el granero de votos de Compromís en casos como Carcaixent, o Carlet, donde llegaron a doblar su representación. El propio Salom, ayer mismo, ya reconocía la dificultad de mantener la alcaldía ante el empuje de otras formaciones. La principal alegría para Compromís sin embargo llega en Alzira, donde han sabido aprovechar su presencia en el gobierno y han capitalizado los votos que en ocasiones anteriores se fueron hacia el partido del puño y la rosa.
El PP, mientras tanto, sigue viviendo en tierra de nadie, con alcaldías que llevarse a la boca pero ninguna de localidades de gran tamaño, por lo que deberá replantear su estrategia de cara a próximas citas si quiere lograr.
Estos comicios también sirvieron para la consolidación de alcaldes independientes que, fuera de las siglas de partidos, incluso alcanzaron mayorías absolutas como el caso de Alberic.
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