Las papeletas de los olvidados

No salen en las televisiones, ni llenan auditorios en sus mítines, pero también encontrará sus papeletas el próximo domingo en los colegios electorales. Los partidos minoritarios que se presentan a estas elecciones autonómicas y municipales en la Comunitat ofrecen propuestas variadas con el objetivo, casi utópico, de conseguir un buen puñado de votos con los que arañar un sillón en el Ayuntamiento o en Les Corts. Uno de ellos es la coalición Recortes cero. Este jueves han realizado uno de sus últimos actos de campaña en Paterna, aunque la lluvia les ha obligado a cambiar de sede, de una explanada han pasado a la cafetería de un teatro. Todo muy familiar, en 'petit comité' con una veintena de personas en el local.

Su líder autonómico es Joanen Cunyat y define a su partido como «un movimiento social, cultural y político de lucha solidaria contra los recortes». Con un presupuesto de 30.000 euros para toda la campaña, el candidato de Recortes cero ha perdido la cuenta de los kilómetros que ha hecho recorriendo la Comunitat. «Es una inversión de tiempo, todo el mundo le quita tiempo a su vida, a su familia, porque apostamos por esta alternativa distinta», dice. «No aceptamos subvenciones ni pedimos préstamos bancarios por decisión política, forma parte de nuestra identidad. Hacemos campañas electorales porque la gente decide hacer aportaciones para que podamos desarrollarla», explica Cunyat.

En su acto central de la campaña metieron 400 personas en el trinquet Pelayo de Valencia, pero han hecho otros en salas, teatros y plazas al aire libre en diversas localidades valencianas. «No sé cuántos kilómetros he hecho, hemos ido seis veces a la provincia de Alicante, muchas a Castellón, y hemos recorrido toda la provincia de Valencia. Todos hacemos viajes y esfuerzos que exceden este modesto presupuesto», señala Cunyat.

El partido tiene como lema de campaña «redistribuir la riqueza en la Comunitat», quieren blindar las pensiones, modernizar el tejido productivo autonómico y se muestran en contra de la financiación basada en préstamos bancarios o en subvenciones. «Hay muchos problemas en la región, el trasvase de riqueza nos parece fundamental, es un atraco el que sufre la gente con la inflación y las hipotecas. La mayoría de empresas de la Comunitat está sufriendo ese trasvase de riqueza a los bancos y las energéticas, que tienen récord de beneficios a costa de nuestro esfuerzo», argumenta.

Y es que estos partidos minoritarios, al carecer de subvenciones autonómicas, se financian con aportaciones de afiliados y simpatizantes. Recortes cero cuenta con 600 personas agrupadas por toda la Comunitat. «El alquiler de locales para hacer los mítines lo hemos pagado con aportaciones y merchandising como la revista de campaña, chapas, pegatinas. La gente sabe que esas aportaciones no se las podemos devolver con subvenciones electorales, hace las cosas porque estamos comprometidos. Y nosotros respondemos ante la gente que confía en nosotros, si dependes de un banco o de subvenciones, es otro criterio diferente», apunta el candidato a Les Corts.

«Tenemos un buen equipo de gente que apuesta por un proyecto distinto, somos humildes pero somos una fuerza ascendente, lo que estamos construyendo tiene un desarrollo para los próximos años», dice ilusionado el líder de la coalición. Promueven el respeto a la naturaleza y son partidarios del cierre progresivo de todas las centrales nucleares, como la de Cofrentes, ya que pretenden impulsar las energías renovables alternativas.

Otras agrupaciones como Por un mundo más justo (PUM+J), Alianza CV, Decidix o Escaños en blanco también concurren a estos comicios en la región como desconocidos para los ciudadanos pero con ilusión por cambiar las cosas. El candidato a la Generalitat por PUM+J es Luis de Mazarredo, quien asume que hacen «otra filosofía de política» con su partido. «El voto útil es nuestro principal hándicap pero el partido tiene mucha experiencia en hacer política sin haber logrado representación, recogiendo firmas ciudadanas de propuestas nuestras que han llegado al Congreso, por ejemplo. Aquí nos reunimos con entidades de colectivos vulnerables y así hacemos útil el voto, cada uno elige la bandera por la que lucha en la vida», argumenta a este diario el cabeza de lista.

Como no disponen de recursos económicos, han hecho una financiación no ya 'low cost', sino directamente casi a coste cero. «La gente que conoce el partido se suma a nuestra filosofía y por ejemplo el local donde hemos hecho un acto nos lo cedió una persona afín, y el poco gasto electoral es de donaciones de personas allegadas», explica Mazarredo. «Está claro que es una inversión de tiempo sin dinero a cambio, pero estamos dando nuestro tiempo a los demás, todos queremos dejar un mundo mejor y ponemos nuestro granito de arena así», destaca.

Con su partido han salido a las calles en bici por Valencia para contar su programa electoral, que defiende «una Valencia donde los últimos sean la prioridad» y donde «trabajan pensando en primer lugar en las personas más excluidas», según su manifiesto. «Es un partido que piensa en los últimos, en los olvidados, en esas personas en las que ningún partido piensa, en los que duermen en la calle, los que están al final de la cola, las personas sin hogar, las personas y mayores dependientes, en riesgo social, las personas migrantes y refugiadas, las mujeres prostituidas, etc», dice Ocrán García, número 3 de este grupo político para la Generalitat.

Por su parte, Decidix cuenta con Salvador Miralles como candidato a la Generalitat, y nace «para aglutinar todas las sensibilidades que tengan como finalidad la prosperidad y la personalidad del territorio valenciano», expresa. Es decir, se constituye «para ser la fuerza política valenciana que ejecute lo que el pueblo valenciano decide», añade su manifiesto. Se trata de una federación de partidos municipales valencianos, autonómicos e independientes con el objetivo de buscar soluciones para la mejora de la vida de los ciudadanos. «Queremos conformar un proyecto común para la autonomía valenciana, un modelo para Valencia de bienestar, competitividad y significancia internacional», destacan.

También Alianza por el Comercio y la Vivienda (Alianza CV) lucha por la defensa de los pequeños comercios de barrio y ayuda a los emprendedores, tanto autónomos como micro-pymes. Su candidato a la Generalitat es Vicente Palau y promete «fomentar el consumo en los comercios de barrio y cero impuestos a las pymes que facturen menos de 50.000 euros». Además, el partido pretende poner fin a la inseguridad con un aumento de la presencia policial en los barrios con más conflictos. También hace una firme apuesta por la revisión de las pensiones más bajas, conceder ayudas a la vivienda y la jubilación voluntaria desde los 60 años. Las otras medidas que aparecen en su programa son «un permiso de trabajo a personas migradas desde el momento de su llegada, protección a la propiedad privada, tolerancia cero con la okupación, así como albergues para personas y familias sin techo», exponen.

 Quizá el partido más peculiar sea Escaños en blanco, que anuncian que no tomarán posesión de sus cargos. Clemente López lidera sus listas a la Generalitat. «Nuestros candidatos, si resultan elegidos, no adquirirán la condición plena de diputado. Al no ejercer como tales, no tendrán derecho a ningún tipo de remuneración económica en forma de sueldo, dietas o complementos. Asimismo, el partido ni solicitará ni aceptará subvenciones públicas, en particular las que se adjudican por escaños, votos y envío de propaganda electoral», manifiesta. «Con los escaños vacíos queremos hacer visible la voluntad de los electores que no están conformes con el sistema representativo vigente o no se encuentran representados por ninguna de las formaciones políticas que concurren a las elecciones», argumenta.

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