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J. Monzó
El Botánico revalida su mayoría

El Botánico revalida su mayoría

El PSPV gana las elecciones autonómicas y suma 51 escaños con Compromís y Podemos | El retroceso del PPCV, que pierde 12 diputados, impide sumar al bloque de centroderecha

J. C. Ferriol

Valencia

Domingo, 28 de abril 2019

Era Botánico II o pacto a la andaluza. Y los números dicen que será la primera opción. El PSPV se proclamó ayer ganador de las elecciones autonómicas en la Comunitat Valenciana, por primera vez en cerca de tres décadas. Ximo Puig, que el pasado 4 de marzo decidió adelantar las elecciones autonómicas para hacerlas coincidir con las generales, logró rentabilizar la decisión y mejoró en cinco diputados los resultados de hace cuatro años. Para el líder de los socialistas valencianos, mejorar el resultado del PSPV hasta los 27 diputados -el de 2015 fue el peor de la historia para ese partido- y que la suma con Compromís y Unides Podem-EU alcance la mayoría absoluta (más de 50 diputados) constituye el mejor de los resultados posibles.

Por otro lado, los datos en la Comunitat, a diferencia de las generales, no permiten una suma entre PSPV y Ciudadanos que pudiera hacer pensar en un gobierno distinto al Botánico. El dato cabe atribuirse a los socialistas valencianos, cuyo porcentaje de voto se sitúa a 3,5 puntos de distancia del obtenido en las generales en la Comunitat. Cs también se queda por debajo.

Los socialistas suman con Compromís y con Podemos hasta alcanzar los 52 escaños. Es una mayoría más ajustada que la lograda hace cuatro años -los tres partidos sumaban 55 diputados-, pero mayoría al fin y al cabo. Dentro de ese bloque, el PSPV es el que sale reforzado porque tanto la formación que lidera Mónica Oltra como la encabezada en estos comicios por Rubén Martínez Dalmau caen en número de escaños respecto a la cita de 2015.

De hecho, los cuatro diputados de diferencia que tenía Puig sobre Oltra hace cuatro años, se convierten ahora en 10. El dato podría resultar clave para la futura negociación del nuevo gobierno autonómico, toda vez que el margen de la formación nacionalista para 'presionar' a sus socios se reduce de forma significativa.

Para el partido de Mónica Oltra, el adelanto electoral se demuestra como un freno para sus expectativas electorales -alguna encuesta había llegado a anticipar para ese partido incluso la primera posición en porcentaje de voto, y ha acabado siendo la cuarta, con 17 escaños-. La formación nacionalista resiste en la circunscripción de Valencia, en la que su líder mantiene su tradicional tirón, pero retrocede de forma particular en Alicante, donde el discurso nacionalista de Compromís apenas si tiene público.

La caída de Compromís es de dos escaños. El dato es negativo sin paliativos, y si se suma a los tres escaños nacionales que se deja la formación nacionalista, obliga al partido de Oltra a hacer una severa autocrítica. El retroceso de los nacionalistas, unido al de Podemos, es el que provoca que la diferencia entre el bloque de izquierdas y el de derechas se estreche. La formación morada, que se deja cinco escaños respecto a los resultados de hace cuatro años, ha acabado pagando la invisibilidad de no haber formado parte del Consell. Con todo, supera de manera holgada el listón electoral del 5%, que según algunos de los sondeos publicados podía llegar a estar en peligro. El dato de Podemos, además, resulta clave para reeditar el Botánico.

En el bloque de centroderecha, el PP valenciano es el que obtiene las conclusiones más graves. El batacazo de la candidatura encabezada por Isabel Bonig, con 12 diputados menos que hace cuatro años, revela hasta qué punto los populares de la Comunitat no cayeron a su suelo en 2015, los comicios en los que perdieron la hegemonía electoral a nivel autonómico y en buena parte de los Ayuntamientos. Las autonómicas de 2019 revelan que el PP valenciano sigue cayendo, en este caso hasta los 19 escaños. A Bonig, el único consuelo que le queda es el de haber alcanzado un porcentaje de voto sensiblemente mejor (dos puntos) que el de Pablo Casado. Pero aún así, obliga a esa formación a abrir un profundo debate de futuro.

La caída del PP, hasta alcanzar su peor resultado histórico, revela hasta qué punto los populares han seguido acusando esta legislatura la resaca de las causas de corrupción que salpicaron a ese partido durante su última legislatura en el Gobierno. Algunas de las piezas más graves instruidas en aquel momento han situado ahora en el banquillo de los acusados a nombres que ocuparon en su momento la dirección del PP valenciano. Isabel Bonig ha hecho referencia en alguna ocasión a lo complicado que había resultado tomar las riendas del partido tras el batacazo de 2015.

El protagonismo absoluto del PP en el centro-derecha de la pasada legislatura se reparte ahora con Cs y Vox. La formación que ha encabezado Toni Cantó en estos comicios mejora cinco escaños los resultados de hace cuatro años. Con todo el porcentaje de ese partido en las elecciones autonómicas es muy similar al que logra en las generales en la Comunitat.

Vox también logra en la Comunitat Valenciana irrumpir en Les Corts con similar fortaleza que en el Congreso de los Diputados. La formación de derecha populista logra 10 escaños, con un porcentaje de votos prácticamente idéntico al obtenido por la formación de Santiago Abascal en la Cámara Baja. El bloque de centro-derecha, formado por dos partidos, PP y Cs, que se repartían 44 escaños, pasa a estar formado ahora por tres formaciones, que llegan hasta los 47, aunque sólo el PP alcanza los 20 diputados.

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