Encuestas y sondeos electorales: ¿son lo mismo?

Desde la macroencuesta del CIS de Tezanos hasta las encuestas y sondeos que realizan y publican los medios de comunicación: cuando llegan las elecciones, proliferan esta clase de estudios. Encuestas y sondeos electorales tratan de conocer la orientación política de la población o adivinar los resultados de los comicios.

Los términos «encuesta» y «sondeo» se utilizan indistintamente en muchas ocasiones, pero no son exactamente lo mismo.

La encuesta utiliza herramientas estadísticas para ofrecer resultados detallados y rigurosos, mientras que el sondeo sigue procedimientos más sencillos, no lleva a cabo un análisis de los datos exhaustivo y, por lo tanto, es útil para obtener una mera idea general sobre un tema.

Las encuestas recaban información de los encuestados referente a género, edad o información de contacto para construir una muesta representativa de la población. Esto permite que los resultados de la misma sean más fiables que los del sondeo, que suele contar con una muestra sesgada en mayor o menor medida.

Un ejemplo de ello son los sondeos a pie de urna. En ellos se pregunta a los votantes, justo después de salir del colegio electoral, a quién han votado. Estos sondeos recaban simplemente los comentarios de ciertos votantes escogidos al azar, y sirven para anticipar en cierta medida los resultados de las elecciones.

En el caso de la última encuesta de intención de voto realizada por el CIS, los expertos tratann de obtener una muestra de la población más amplia: en esta ocasión se realizaron 17.650 entrevistas en 1.091 pueblos españoles. Los datos obtenidos se analizan en lo que se conoce como «la cocina del CIS» para dar lugar a los resultados finales.