Burguera
Miércoles, 31 de mayo 2023
La mala, pésima relación, entre Compromís y Podemos, lejos de mejorar, continúa empeorando día a día. Pablo Iglesias, fundador, exvicepresidente del Gobierno y voz autorizada para manifestar indirectamente la temperatura de la formación morada, ha expresado este miércoles su precaución frente a las exigencias que plantea Compromís a la hora de confluir con Sumar.
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Pablo Iglesias ha advertido de la responsabilidad y la «presión enorme» que tiene ahora Díaz, como líder del espacio progresista, Y lo ejemplifica «en la que se le viene encima» tras conocer las exigencias de Compromís para confluir con Sumar como mantener el liderazgo en las candidaturas valencianas a las elecciones generales del 23 de junio. El gurú podemista critica abiertamente que la coalición nacionalista pretenda encabezar las listas de las generales en las tres provincias.
En declaraciones a TV3, recogidas por Europa Press, Iglesias ha reflexionado que la «unidad» a la izquierda del PSOE es «imprescindible» y que «cualquier otra cosa que no sea conseguirla sería un fracaso de Díaz y su partido (Sumar), y de todos los partidos».
Eso sí, ha dicho que debe «llamar la atención a todo el mundo» el planteamiento de Compromís, que cuestionó que Podemos pidiera una negociación con Sumar, y ahora exige precisamente lo mismo, que tiene que «encabezar» todas las candidaturas en la Comunitat y que «no acepta ir con ninguna persona de Podem». En realidad, la coalición nacionalista no ha rechazado ir con podemistas. Lo que reclama es liderar las listas, lo que lógicamente relegará a los candidatos morados a posiciones subsidiarias. A no ser que Sumar registre unos resultados espectaculares el próximo 23 de julio, encabezar las listas en Valencia, Alicante y Castellón es la única garantía de lograr diputado.
Compromís no quiere repetir la experiencia de 'A la valenciana', cuando el liderazgo de las listas en la Comunitat se alternó entre Compromís y Podemos. Posteriormente, en el Congreso, nada quedó de esa alianza 'A la valenciana', y los diputados morados se incorporaron al grupo que lideró Iglesias. En Compromís se sintieron estafados y engañados al considera que el exvicepresidente les mitió y no les apoyó para que contasen con un grupo parlamentario propio en el Congreso. La herida se reabrió tres años después.
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La coalición valenciana tuvo que elegir entre Más País y Podemos de cara a las elecciones generales de 2019. Aunque Oltra prefería asociarse con Iglesias, tanto su partido (Iniciativa) como los nacionalistas de Més que en el Congreso ha liderado Baldoví apostaron por Errejón. Iglesias tomó nota de la decisión. Su relación con el candidato de Compromís a la Generalitat en las últimas elecciones autonómicas destila desprecio bidireccional: de Iglesias hacia Baldoví y viceversa.
«Hay una situación muy compleja en la que parece que, al no haber tiempo para primarias, que no va a poder ser el protagonismo ciudadano quien defina cómo se construye un espacio político ilusionante, sino que ya estamos viendo cómo sale Compromís. Y lógicamente el resto de partidos van a decir, yo también. Si Compromís plantea estas exigencias, yo también quiero», ha insistido Iglesias.
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Compromís, por su parte, tiene su propios problemas internos sin necesidad de los que ya pretende generarle Iglesias. Més, el antiguo Bloc, cuenta en sus filas muchos aspirantes que quieren liderar la lista de las generales. El concejal Pere Fuset ya se ha postulado públicamente y una parte de la dirección le apoya, pero no toda. El exconseller Marzà suena como otro de los que desean ir al Congreso, y también cuenta con apoyos en la dirección nacionalista, pero no suficientes. Ante ello, la dirección de Més se plantea celebrar unas primarias en el breve lapso (9 días) que hay para negociar la coalición y registrarla. Está por ver si finalmente el exconseller verbalizará su deseo de ir al Congreso, que sí ha expresado a algunos dirigentes de la formación. Tal y como ha señalado en ocasiones un alto cargo nacionalista en el Consell, Marzà pretende liderar la coalición por aclamación. El problema es que nadie le aclama. Cuenta con afines pero también con detractores, y no es el único que ambiciona los mejores cargos. Y luego está Iniciativa, el partido de Oltra, que no renuncia a que la candidatura de Compromís dentro de la confluencia con Sumar la encabece alguien de su formación, si bien fuentes de la dirección de los ecosocialistas consideran que no hay tiempo para primarias y que, en su caso, deberían de tomar una decisión desde la cúpula del partido.
Y luego está Bloc y País (BiP, la corriente soberanista de Més País), que insiste en la necesidad de que Compromís realice una consulta a la militancia sobre si es conveniente acudir con Sumar a las generales, al tiempo que lamenta que la dirección de Compromís «vuelve a imponer la subordinación a la izquierda española de espaldas» a los militantes. Desde BiP creen que nt Fernàndez i Capilla, considera que «ahora no hay excusas sobre el tiempo, porque desde BiP hace más de un año que reclamamos esta consulta a la militancia y la dirección no ha querido hablar nunca».
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