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J. A. Marrahí
Sábado, 15 de julio 2023, 15:04
Mujer, mujer, mujer... Si hiciéramos un ranking de las palabras más repetidas en el mitin de este sábado del PSOE en el Palacio de Congresos ... de Valencia, esta se llevaría la palma. Y con creces. Las siguientes, probablemente, serían violencia machista y Vox, una asociación de ideas con la que el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, ha pretendido infundir miedo y atacar al pacto valenciano en la Generalitat para descrédito de sus contrincantes. En definitiva, 'yo soy el progreso, ellos el retroceso' podría resumirse como el eje central de su discurso. Hasta el punto de asegurar que la abstención «equivale a votarles».
Pedro Sánchez ha aterrizado ante sus simpatizantes sobre las doce del mediodía, con media hora de retraso sobre la hora prevista. Lo ha hecho vestido con camisa vaquera azul, arropado por el expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la ministra de Ciencia, Diana Morant. Y ante un abarrotado Palacio de Congresos de Valencia en el que muchos se han tenido que quedar fuera siguiendo el acto en pantallas. Eso sí, con una mejor climatización que la del tórrido acto en la Ciudad de las Ciencias para las últimas elecciones autonómicas.
Es la primera vez que el presidente del Gobierno visita una Valencia que ya está bajo poder de la derecha en el ámbito de ciudad, autonómico y en la Diputación. El rojo reinaba en la sala y el azul, en el exterior.
El líder de los socialistas ha comenzado elogiando la presidencia de Puig, «orgullo del socialismo español». Bromea con la comparación «o Sánchez o España». Entonces, «¿acaso el que no me vote no es de España?», se ha preguntado entre otras comparaciones. La «verdadera duda es si queremos un gobierno que avance o un gobierno de Feijóo con Abascal».
De repente, bocinazos, como en un partido de futbol. Y es que Sánchez acababa de decir que va a ganar las elecciones. El auditorio ha estallado. «Vamos a ganar por los pensionistas, que merecen una revalorización de las pensiones adaptadas al IPC». Y «no se puede negar la emergencia climática como hace el PP». «Y vamos a ganar las elecciones por las mujeres, porque somos la única garantía de que España avance». Y, por tanto: «Todas a votar al PSOE».
La frase del «divorcio duro» de Feijóo en referencia al caso de violencia machista por el que fue condenado el líder de Vox Carlos Flores, ha sido otro punto de ataque de Sánchez al PP y Vox. El PP, ha criticado, «no aprobó la revalorización de las pensiones, que no os den gato por liebre». Y ha ensalzado su lucha por «la muerte digna o la memoria histórica». Mientras, «ellos pactan con VOX para recortar libertades». Y ha traído a la memoria a Pablo Iglesias, padre del socialismo español.
«No hay ni felipismo, ni zapaterismo ni sanchismo, se llama socialismo», ha insistido Sánchez antes de remarcar: «Vamos a ganar las elecciones no porque lo diga yo, sino porque lo hemos hecho bien». Para Sánchez, su gobierno aprueba con nota entre la marea de coronavirus y guerra en Ucrania. «Y, pese a todo, nunca ha habido tanta gente trabajando». Y ha tocado de refilón la corrupción, mucho más manida en otras campañas como arma arrojadiza. «Nosotros somos un gobierno limpio».
El líder del PSOE ha ensalzado su trabajo a nivel social. «Yo voy a llenar lo que ellos vaciaron, la hucha de las pensiones». Asegura que si gana las elecciones el acceso de los jóvenes a la vivienda será una prioridad máxima y alargará el permiso de paternidad a 20 semanas. «Y quiero que haya un millón de estudiantes haciendo formación profesional», ha prometido.
«La abstención es como votar al PP y a VOX», describe. Ha vuelto Sánchez a cargar contra «una presidenta que se aparta de una pancarta contra la violencia machista» y contra «los que pactan con Vox a costa de la violencia machista». Por eso «debemos ir a votar con esperanza e ilusión». Dice que está construyendo «la España que soñaban nuestros antepasados, y la del sueño de los jóvenes por su esfuerzo, sin importar el bolsillo». Y un mensaje de colofón: «Ante la idea de derogar, avanzar, avanzar, avanzar».
El acto ha comenzado con las palabras de Ximo Puig. «Vamos a continuar haciendo avanzar a la sociedad», ha dicho. Se ha referido a «pensiones justas y mujeres que se han sentido protegidas por gobiernos decentes que estaban a favor de ellas». Feminismo y violencia machista, ya desde el inicio, presente en el discurso. «Es triste ver acuerdos de gobierno en los que no se reconoce», ha lamentado.
Según el expresidente autonómico, «estamos con más empleo que nunca y todos nuestros indicadores están mejor que nunca». Según clama, «la oposición sólo habla de la derogación del sanchismo, no tienen proyecto y quieren proteger a los mismos de siempre». Eso sí, «van a bajar los impuestos a los ricos».
Para Puig, «no hay ningún motivo para que ganen las derechas». Alguien del público gritaba: «¡Fascistas!». Después, ha criticado a Vicente Barrera (Vox). «Torero es su único bagaje». Mientras, «el nuestro es un partido ético y serio, aunque a veces nos cueste gobernar o no, pero con nuestros valores no se juega». Queda, dice, «una semana, y tenemos que convencer a todas y todos de que el 23J no podemos fallar a la mejor historia de España».
Diana Morant ha comenzado su intervención con un recuerdo a Carmen Alborch, «nuestra Carmen, nuestro espejo». Ha elogiado el trabajo de Puig «en cuerpo y alma» y sus «políticas de igualdad». La mayor discriminación, menciona, «ha sido la de las mujeres y por eso no hay mejor causa que sus derechos, porque simplemente somos demócratas». Y más feminismo: «Cada vez que una mujer avanza avanza la igualdad», parafrasea a Carmen Chacón, «y avanza el género humano».
Diana Morant ha arrancado más ovaciones que Puig y que Sánchez al hablar de «la falta de derechos y desigualdad» que sufrieron mujeres de su familia. O de las oportunidades que tuvieron otras gracias a leyes y ayudas bajo mandato socialista. Ellos, en referencia a sus contrarios, «ofrecen ruidos y mentiras». «A España no le gusta que un condenado por violencia machista sea representante público», en referencia a Carlos Flores. De nuevo abofeteos a Vox como herramienta de campaña «Vamos a salir a ganar por las mujeres». De tanto que le aplaudían casi no se le escuchaba.
Como resumen, el PSOE parece querer adueñarse del concepto de feminismo como máxima herramienta política en la campaña, junto con los ataques a Vox y sus alianzas con el PP, con la violencia machista de por medio, como argumento de desprestigio. Esta masa de ideas y reproches han copado un 70 por ciento de los discursos de los tres líderes. Y el otro 30, más o menos, para presentarse como garantes únicos de pensiones, trabajo, progreso e igualdad.
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