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Jueves, 6 de febrero 2020, 21:15
Comienza la cuenta atrás para las Fallas. El próximo domingo 1 de marzo la fallera mayor de Valencia, Consuelo Llobell, acompañada de las autoridades y su Corte de Honor, así como la Fallera Mayor Infantil, Carla García, y su correspondiente Corte de Honor, darán el pistoletazo de salida a las Fallas de 2020 con la tradicional Crida.
Esa llamada a todos los valencianos y al mundo entero para participar de la semana fallera no es más que el comienzo del plato fuerte de un ejercicio que comenzó con las cenizas de la Nit de la Cremà de 2019.
No solo las comisiones trabajan y disfrutan todo el año para vivir intensamente estos cuatro días de marzo. Existe un colectivo de artesanos que son el alma mater de la fiesta. Las Fallas no se entienden sin las comisiones falleras y los monumentos, pero, sobre todo, no se entienden sin los artistas falleros que trabajan todo el año para que la Nit de la Plantà esté todo listo.
Los artistas falleros forman parte del Gremi d'Artistes Fallers, pero muchos de ellos también forman parte de una cooperativa de trabajo que nació para luchar contra la fluctuación del precio de los materiales de forma constante y sin control que se vivía al inicio de la década de los 80 del siglo pasado. Artistes Fallers Cooperativa Valenciana nació en 1983 con siete socios y, actualmente, cuenta con 28 socios cooperativistas. «De ellos, actualmente solo continúa José Devís Fitos que, aunque está jubilado, tiene el cargo de presidente honorífico», señala el actual presidente e hijo del anterior responsable, José Ramón Devís. «De entre los cooperativistas que la formamos, podemos decir que del total cerca de un 90% son autónomos y el 10% restante está integrado por comunidades de bienes y sociedades limitadas».
Según explica el presidente de la cooperativa de trabajo asociado, «al principio los artistas eran reacios a entrar a formar parte de la cooperativa pero poco a poco se han ido sumando ya que se han dado cuenta de que tiene sus ventajas».
Entre ellas el poder comprar los materiales más baratos. «Calculo que los socios podemos ahorrarnos en el gasto anual de materiales entre un 15 y un 20% respecto a los no socios», apunta José Ramón Devís, quien asegura que «la cooperativa no busca beneficios sino lograr que a nuestros socios el material les cueste lo menos posible de ahí que solo le apliquemos un margen entre un 8 o 10% a los productos. Si le aplicamos un porcentaje de beneficio alto sobre el precio de fábrica, ganaremos dinero como socios de la cooperativa pero lo estaremos perdiendo como artistas falleros».
Con más de 5.600 referencias, según explica el presidente, los artistas falleros disponen de todo lo necesario para llevar a cabo sus creaciones. Desde que nació, la cooperativa «ha colaborado con más de diez mil obras y con más de mil artistas».
Artistes Fallers se fundó para dedicarse a la compraventa de productos destinados a la fabricación de fallas, hogueras, carrozas, estands, decoraciones especiales y el resto de trabajos que los artistas combinan con la elaboración de las fallas. La tienda está abierta al público por lo que cualquier artesano o persona puede acudir para adquirir productos. Esto es posible gracias a que se creó una sociedad limitada denominada 'El Rincón del Artista Fallero', que vende a los no socios y cuenta con una nómina formada por varios trabajadores.
De hecho, entre los clientes de la cooperativa, además de los artistas falleros, se encuentran los estudiantes de Bellas Artes, colegios, el gremio de los belenistas...
Ambas empresas, tanto la cooperativa como la tienda están gestionadas por la misma directiva y los socios son dueños de ambas.
Cabe señalar que la cooperativa está facturando más de 600.000 euros al año en materiales, cifra que da muestra de que casi el cien por cien de los artistas falleros acuden a sus instalaciones a comprar materiales, según explica Devís. De hecho, cuenta con más de 800 clientes dados de alta.
Entre los productos más vendidos está el poliestireno expandido que representa el 40% del total de la facturación o la pintura que supone un 20-25%. «Tenemos que señalar que a lo largo de la historia de las Fallas, el proceso de su elaboración y construcción ha ido evolucionando y adaptándose a la aparición de nuevas materias primas y técnicas de aplicación. Del mismo modo, nos adaptamos a las nuevas circunstancias», señalan desde la cooperativa.
Sin embargo, en los últimos años, se están «buscando nuevos materiales y productos en pinturas, ferretería, maquinaria y un largo etc., para proteger y respetar, en la medida de los posible, el medio ambiente, no solo en la manipulación en los talleres sino también en su combustión final».
En la tienda, que ocupa una nave de 300 metros cuadrados y trece de altura, también hay un espacio habilitado para llevar a cabo demostraciones de nuevos materiales y maquinaria que no sea muy voluminosa.
«En cuanto a los proveedores, señalan desde la cooperativa, casi un 75% de los productos que compramos provienen de la propia Comunitat Valenciana. Podemos señalar como ejemplo los tableros, el cartón, la pintura, el poliestireno expandido, etc. Del País Vasco adquirimos todo el tema de la ferretería y la maquinaria es de otros países». El ámbito de actuación de la tienda es la Comunitat por lo que son escasos los envíos que se realizan fuera de nuestras fronteras.
Sin embargo, no solo son productos 'comunes' lo que se venden en la tienda. Ya que por la idiosincrasia de la profesión se necesitan materiales específicos como pueden ser las manos de poliuretano, el cartón que va mezclado con trapos, que es muy moldeable y trabajable una vez que lo hemos mojado, masillas especiales, algún tipo de pintura... «estos nos los hacen a propósito para nosotros gracias a los acuerdos que tenemos con determinadas empresas para que fabriquen una serie de productos adaptados a nuestras necesidades».
ser parte
Como en todas las cooperativas, los estatutos marcan el día a día y quien puede ser socio de la misma. «Para formar parte de Artistes Fallers, se deben cumplir las normas que marcan los estatutos. En cuanto al desembolso económico, actualmente, se debe aportar únicamente 9.000 euros y si la cooperativa da beneficios se cambia por materiales». Además del precio más barato con el que adquieren los productos, los socios cuentan con la ventaja de poder abonar los pedidos con un margen de 30 días.
Las peticiones
«Desde la cooperativa entendemos que el sector está tocado. Como artista fallero veo que el precio al que se pagan los monumentos no va acorde con el trabajo y la dedicación que necesita cada uno de ellos. Muchos trabajamos con fallas de barrio o de pueblo que son pequeñas y no tienen grandes presupuestos para los monumentos. Antes nos dedicábamos a restaurar, a construir carrozas, otras creaciones que lograban completar el sueldo. Ahora cada vez está más complicado», señala José Ramón Devís.
Además de la situación del sector en cuanto a los precios, los artistas falleros reclaman que las autoridades inviertan en la Ciutat Fallera que «es el único polígono industrial artesano que existe y poco a poco va a desaparecer. Muchos artistas están cerrando sus talleres y empresas y las instalaciones están siendo adquiridas por otro tipo de industria. Necesitamos estar todos juntos ya que somos un gremio muy solidario y nos ayudamos unos a otros. Estando cerca podemos pedirnos materiales, consejo o ayuda para determinados proyectos. Si estamos dispersos ese punto fuerte que tenemos desaparece y se complica» señala el presidente de Artistes Fallers Cooperativa Valenciana.
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