En esta nueva temporada, que acabamos de culminar tras casi dos meses de producción, la tenacidad de nuestros socios agricultores ha vuelto a dar sus frutos. Aunque la cosecha no ha alcanzado niveles excepcionales, la recuperación de la normalidad es evidente.
Mientras que los olivos en secano han luchado contra la escasez de agua, los árboles en regadío han ofrecido un generoso volumen de aceitunas de alta calidad. Esta dualidad resalta la importancia de la diversificación en la agricultura y cómo el intercambio de conocimientos entre los miembros de la cooperativa contribuye a superar las dificultades específicas de cada zona.
La cosecha de este año, que roza los 800.000 kg, es un logro colectivo que refleja la dedicación y la confianza de nuestros agricultores. Estos esfuerzos se traducen en 125.000 litros de nuestro apreciado aceite virgen extra.
Una parte significativa de esta producción se destina a AOVE premium de gran valor añadido, consolidando la posición de la Cooperativa de Viver como un referente en la producción de aceite de oliva de alta calidad.
Entre los destacados se encuentran Lágrima, un monovarietal de serrana, la oliva autóctona del Alto Palancia; Ohsade, elaborado con serrana y un toque de arbequina cultivadas en ecológico; y Vivarium Green, un coupage que combina serrana con las variedades arbequina, picual y villalonga.
Estos productos premium no solo son el resultado de la habilidad y el cuidado de nuestros agricultores, sino también de la colaboración y el intercambio de conocimientos dentro de la cooperativa, así como de un proceso de producción altamente exigente desde el origen en campo hasta la elaboración y el envasado en almazara.
Vivarium, nuestro aceite de cosecha, ocupa un lugar especial en esta producción diversa. Es un gran AOVE para el día a día, donde la serrana sigue siendo la protagonista. Este aceite representa la esencia misma de la cooperativa: la unión de los agricultores locales para crear un producto de calidad que refleje la riqueza de nuestra tierra.
La importancia del cooperativismo en el sector agrícola se hace evidente en cada paso de este proceso. Desde la siembra hasta la cosecha, la colaboración entre los miembros de la cooperativa ha sido fundamental para superar los desafíos y maximizar los rendimientos.
La solidaridad entre los agricultores no solo ha fortalecido la resiliencia de la Cooperativa de Viver, sino que también ha contribuido al desarrollo sostenible de la comunidad agrícola en su conjunto.
La temporada pasada, con todo, fue un recordatorio de la capacidad del cooperativismo para superar las dificultades. La Cooperativa de Viver ha demostrado que, incluso en los momentos más difíciles, la unión de los agricultores es la clave para el éxito. Mirando hacia el futuro, la cooperativa sigue siendo un ejemplo inspirador de cómo el trabajo conjunto puede transformar desafíos en oportunidades.
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