empresas transformadoras

Debemos sentar las bases para, de verdad, hacer las cosas pensando en el bien común: analizar lo que está fallando para proyectar de otra forma las estrategias tanto de las Administraciones Públicas como del sector empresarial. Desde el sector cooperativo valenciano y nacional venimos pidiendo un cambio de modelo económico como respuesta a una serie de brechas, desequilibrios y problemáticas que están impactando negativamente en la sociedad. La ciudadanía se enfrenta a retos colectivos de gran trascendencia que, como nunca antes, ponen en peligro nuestro modelo de bienestar. Y no es retórica, nuestro modelo de bienestar.

Las cooperativas surgen como respuesta a diversas necesidades y aspiraciones de la sociedad y el territorio, con el objetivo de generar un impacto positivo en la comunidad local. Somos empresas esencialmente transformadoras para las que el bienestar de la comunidad es el principio y el destino de nuestros esfuerzos e iniciativas. Las decisiones estratégicas que afectan a nuestro entorno, y en definitiva a las personas, no pueden tomarse únicamente desde el plano económico. Es necesario introducir criterios de innovación social y medioambiental. Es fundamental equilibrar el corto y el largo plazo.

En materia laboral, el cooperativismo de trabajo asociado abandera la igualdad de oportunidades, siendo el modelo de empresa en el que las mujeres encuentran un empleo y desarrollo profesional más acorde con sus necesidades y aspiraciones, según refleja el 'Estudio sobre la realidad social y laboral de las mujeres en las Cooperativas de Trabajo en España', elaborado por la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo (COCETA).

Y es que el funcionamiento cooperativo, basado en la participación democrática y en la gestión colectiva, favorece que la brecha de género sea menor que en otros ámbitos empresariales y económicos. Así, un 54% de personas socias cooperativistas en España son mujeres y un 32,5% de ellas ocupan puestos de dirección.

Las empresas podemos y debemos ser motores de innovación social. Y la ciudadanía debe ser consciente de su capacidad y su responsabilidad como consumidora consciente y apostar por opciones y comportamientos empresariales socialmente responsables.

En cuanto a las Administraciones Públicas, deben reforzar su apoyo a aquellas que incorporen estos planteamientos en sus estrategias, empezando por abrir el diálogo social al cooperativismo por su especial idiosincrasia y carácter diferencial respecto del sector empresarial tradicional. No se puede pretender contar con alguien mientras se le excluye de la base del acuerdo de las políticas que luego se le aplica.

En el plano nacional, el apoyo al modelo empresarial cooperativo responde actualmente a su incardinación en el proceso de transición ecológica y digital de España, además de a su papel clave para la cohesión social y territorial, su contribución a la reducción de desigualdades y a la creación de un mercado de trabajo más inclusivo y estable.

En este 2025, declarado por la ONU 'Año Internacional de las Cooperativas' bajo el lema, 'Las cooperativas construyen un mundo mejor', por el impacto positivo y duradero que generan en las comunidades donde se establecen, queremos seguir poniendo el foco en el modelo empresarial cooperativo como solución fundamental a retos y brechas actuales, y en las cooperativas como agentes clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por ser esencialmente empresas socialmente responsables.