Visita al antiguo Cubo Lagar Palmera y cata de vino vertical

La Cooperativa de Viver propone una nueva experiencia singular de enoturismo para este próximo domingo 9 de marzo: una cata vertical del vino La Perdición. Se trata de un recorrido sensorial a través de cuatro añadas de este coupage de sabor frutal y carácter mineral para apreciar cómo el paso del tiempo, las condiciones climáticas y las particularidades de cada cosecha han moldeado su personalidad. El evento forma parte de la rica tradición vitivinícola de Viver y el Alto Palancia. La experiencia también incluye un paseo hasta el antiguo Cubo Lagar, un espacio histórico que evoca las raíces de la producción vinícola en la región de Castellón.

La jornada dará comienzo a las 10:30 horas en la Cooperativa de Viver, desde donde parte la visita guiada al cubo lagar Rocha Palmera, uno de los depósitos de piedra utilizados desde el siglo XVI para la elaboración de vino que todavía se conservan en el municipio. Este vestigio conecta al visitante con la arraigada cultura vinícola que introdujeron los romanos en la comarca y con los antiguos procesos de vinificación artesanales.

De regreso a la cooperativa, se realizará un recorrido por la bodega para conocer la elaboración de La Perdición, desde la recogida de las uvas en el campo hasta su maduración durante doce meses en barrica con el fin de aportar al vino equilibrio y complejidad. Cada paso del proceso es una muestra del cuidado y el compromiso cooperativo con la calidad de sus producciones.

La experiencia culminará con la cata vertical de La Perdición, Se degustarán cuatro añadas diferentes (2017, 2019, 2020 y 2022), lo que permitirá a los asistentes apreciar la evolución de este vino y comprender cómo el clima y el tiempo influyen en su carácter y personalidad. La cata se complementará con un delicioso almuerzo mediterráneo que incluye otros productos cooperativos, como aceite, nueces y patés, permitiendo a los asistentes disfrutar de un viaje sensorial y gastronómico.

La Perdición es un vino tinto amparado por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Castelló que ha ido ganando reconocimiento tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Su añada más reciente (2022) ha obtenido 90 puntos en la Guía Peñín 2025, el manual de referencia mundial de los vinos españoles. En ella se define como un vino con carácter, equilibrado y sabroso en boca.