Martes, 10 de diciembre 2024, 23:13
El Toro, esta pintoresca localidad del Alto Palancia en Castellón, ha sido el escenario de la XXI Feria de la Trufa, un evento que no solo celebra el valor gastronómico de este exclusivo hongo, sino también su papel como motor económico y cultural en la región. La feria está consolidada como una de las citas más emblemáticas del otoño en la Comunitat Valenciana y un referente nacional para el sector trufícola.
Publicidad
El evento no solo contó con la degustación de este producto, sino que se desarrollaron diferentes charlas técnicas dirigidas tanto a expertos truficultores como a aquellos interesados en iniciarse en el cultivo de la trufa. Las actividades incluyeron talleres sobre microscopía aplicada y conferencias sobre las mejores prácticas en el cultivo del 'diamante negro'. Estas iniciativas buscaron no solo compartir conocimientos, sino también impulsar el sector, de hecho abrieron la puerta a nuevas investigaciones y mejoras técnicas.
Ya el fin de semana, el recinto ferial se convirtió en un espacio de encuentro para productores, distribuidores y consumidores en el que participaron las asociaciones del municipio así como la Cooperativa Agrícola San Roque. Entre las actividades destacaron las degustaciones de platos elaborados con trufa negra, la venta directa de productos derivados como aceites y salsas, y el esperado concurso a la trufa más grande. También se llevó a cabo una demostración de caza con perros truferos, una técnica tradicional que sigue siendo un emblema de la obtención de este preciado ingrediente.
El alcalde de El Toro, José Arenes, destacó el papel de esta feria como la más antigua de España, con una historia que se remonta a 1997 y que ha evolucionado para convertirse en un referente nacional. Arenes subrayó el esfuerzo de los truficultores locales, cuya dedicación ha elevado a la trufa de El Toro a un estándar de calidad y exclusividad.
Publicidad
Además, el primer edil aprovechó la ocasión para poner sobre la mesa una reivindicación clave del sector: la modificación de la legislación vigente para que el cultivo de la trufa sea reconocido como actividad agrícola en lugar de forestal. Este cambio permitiría a los productores acceder a subvenciones y recursos de investigación, similares a los de otros cultivos agrícolas, lo que supondría un impulso significativo para el desarrollo del sector.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.