Embutidos y chacinas con tradición

La comarca Utiel-Requena, linde entre las tierras castellanas y valencianas, supuso durante siglos el ser tierra de frontera y nexo de unión a un tiempo entre culturas y tradiciones. El comercio de ganado y su transformación cárnica tuvo especial predicamento y sobre todo la cría y transformado de las viandas del cerdo. Esta tradición se recoge en sus excelentes embutidos frescos, oreados y conservas en la orza.

En Utiel, a poca distancia de la Bodega Redonda, sede de la DOP Utiel-Requena y del Museo del Vino, se encuentra el obrador y despacho de Carnicería Isidora. Esta recoge una tradición familiar de más de medio siglo en la elaboración artesanal de embutidos y fiambres, además de una amplia oferta de carnes frescas y productos de cercanía. La familia Vergara comenzó con esta actividad en el mercado municipal, puesto que todavía conserva, además de la sala de elaboración y comercio del número 18 de la Plaza San Juan. Tras finalizar sus estudios superiores, la incorporación en la empresa de Isidora Pérez Vergara significó un impulso notable; tareas como la estricta selección de los cerdos en granjas locales y la supervisión de su alimentación y cría, la conservación y control de las recetas de los embutidos tradicionales, la selección de las mejores especias y la supervisión constante del método manual con el que todavía se elaboran las variedades han supuesto pilares fundamentales para el éxito de la empresa. Además, promovió la participación de sus productos en las más prestigiosas ferias gastronómicas valencianas, así como la obtención de reconocimientos como la Marca de Calidad de Utiel Gastronómica, la de Comercio Excelente y la inclusión en el registro oficial de Artesanía de la Comunitat Valenciana.

En la cesta de la compra, tras cualquier visita de enoturismo en la comarca, además de los vinos hay que incluir los embutidos frescos: morcillas –cebolla, arroz o carne–, longanizas, chorizos y güeñas. La orza es otro capítulo importante, elaboradas con carnes selectas de cerdo como el lomo, la costilla y papada, y siempre bañados con el mejor aceite de oliva virgen extra local, a base de la singular aceituna de la variedad cornicabra. Entre los fiambres singulares de Isidora destaca la particularidad de sus patés, a la naranja, a la uva bobal, con trufa o pimienta, el perro –de gran tradición–, los morcones y sus salchichones bien oreados y con un selecto toque de frutos secos.

Isidora sirve a la hostelería y también realiza entregas a domicilio. Posee una tienda en línea que facilita la compra del producto y su transporte refrigerado en perfectas condiciones.