Fondos europeos y la colaboración público-privada para alcanzar la completa digitalización

Tres años después de que el mundo cambiara, mucho se sigue hablando de la transformación digital. Todos están de acuerdo en afirmar que el Covid-19, además de un problema de salud mundial, fue un revulsivo e impulso a la digitalización de la sociedad y del tejido empresarial. Esto, por ver una parte positiva a la pandemia, ha llevado a que aquellos empresarios o artesanos reticentes a avanzar digitalmente ahora se suban al carro. Del mismo modo, la Administración y las instituciones en general.

En la Rotativa de LAS PROVINCIAS para hablar de la situación actual de la digitalización en la Administración, las empresas, las zonas industriales, las ayudas y fondos destinados a su consecución se reunieron: José Cabanes, presidente Mancomunitat l`Horta Sud y alcalde de Sedaví; Bartolomé Nofuentes, presidente EUMAHS (presidente de la sección especializada y dedicada a proyectos europeos de la asociación de municipios de l'Horta Sud); Teresa Ventura, directora de la Oficina de EEE (Parque Empresarial Sagunt); Paco Pons, vicepresidente Ejecutivo del Instituto Empresarial de l'Horta Sud; Miguel Llop, director de Transformación Digital de la Fundación Valenciaport; Laura Galián, directora de administración pública de Vodafone Business en Levante; Cristina Plumed, Asociación Empresarios Camp de Morverdre; Vicente Peñalver, presidente de APYMEP (Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios y Profesionales) y CEO de A3sides; y María Ángeles Hidalgo, responsable Gestión Polígono Industrial Quart de Poblet en Asociación Empresarial Quart de Poblet / Parque Empresarial Aeropuerto.

«Por naturaleza, las generaciones que actualmente ocupan el mercado laboral son más táctiles, más sociales, más de contacto. Estamos en un momento de transición. Sabemos que las empresas y la Administración todavía tiene como reto la transformación digital. Todo cambio necesita un proceso y un tiempo, ahora estamos en ello y la pandemia ha hecho que esto se acelere. Aun así, somos conscientes que todavía hay reticencias debido a la inversión que esto conlleva. No obstante, existen ayudas y fondos para lograrlo». Con estas afirmaciones iniciaba José Cabanes su intervención en la mesa de expertos. Afirmación que secundó toda la mesa.

Respecto a las empresas, Teresa Ventura, apuntó que «en el tejido empresarial no solo son las empresas las que deben acometer esta transformación digital, sino que las zonas industriales deben ser capaces de dar todos los servicios necesarios para ello. La fibra y la conectividad de las mismas son vitales. Debemos poder utilizar las nuevas tecnologías digitales dentro de los propios polígonos que, además, deben ser más eficientes y verdes. Solo mejorándolos lograremos retener el talento y atraer a grandes empresas a nuestro territorio».

Paco Pons elogió a las pequeñas y medianas empresas por sobrevivir a todas las turbulencias que se está viviendo y argumentó que «un factor importante para lograr esa ansiada transformación es la colaboración público-privada. Hay que aprovechar esa capacidad que tiene la Administración de vertebrar proyectos. Es complicado que las pymes lleguen a desarrollar proyectos europeos, que accedan a ciertas ayudas o fondos».

A lo dicho, Cristina Plumed añadió que «las asociaciones empresariales tienen también una labor fundamental para lograr ese empujón necesario. Igual que decimos que ninguna persona se puede quedar atrás en la digitalización, en las empresas pasa lo mismo. Debemos acompañarlas en el proceso y también en la concienciación de la ciberseguridad. Desde las asociaciones debemos dar toda la información necesaria, poner los medios y las herramientas para ello».

Por su parte, María Ángeles Hidalgo añadió que «por mucho que tanto la Administración como las asociaciones ayuden, en muchos casos son las comercializadoras las que deben apostar por las zonas industriales. Ejemplo de ello es el Polígono Industrial del Aeropuerto de Quart de Poblet, ya que hay zonas en las que un lado de la calle tiene fibra y el otro no. Por mucho que la zona sea más artesanal, hay que posibilitar la digitalización de todos, dotándoles de herramientas y medios, como ya se ha dicho. Esto puede suponer un cambio significativo para esas empresas, su supervivencia e, incluso, crecimiento y desarrollo».

Todo cambio y transformación necesita de capital para poder llevarse a cabo. Esa inversión no hace falta que salga del propio bolsillo. «Siempre han existido los fondos europeos, sí es cierto que a raíz de la pandemia los Next Generation han sido un revulsivo. Pero en muchos caso lo que han hecho es venir a ampliar líneas de financiación y subvenciones que ya existían», señaló Bartolomé Nofuentes, quien animó a todas las empresas e instituciones a familiarizarse con estos fondos y a solicitarlos. Cierto es que la mesa mostró el hecho de que los trámites y los proyectos a presentar en ocasiones son 'farragosos', incluso demasiado complicados.

«Ser más competitivo y solvente es el objetivo de todas las empresas. La pandemia y los Fondos Next Generation son una oportunidad para realizar aquellos proyectos que estaban en un cajón por diferentes motivos. No obstante, es verdad que vemos que la Administración está desbordada por querer maximizar las ayudas. Sin embargo, el problema es más de fondo, ya que en muchas ocasiones se ha improvisado y debemos reflexionar sobre esto si queremos mejorar. Todos los sectores pueden beneficiarse del 5G, del Big Data, la Inteligencia Artificial, el Metaverso. En definitiva, de todo lo que viene, pero hay que hacer una apuesta por ello», señaló Laura Galián, que explicó como Vodafone apuesta por las empresas y las ayuda en este proceso.

Esta transición a la digitalización no solo es vital, sino que es obligada. Según apuntó Vicente Peñalver, «los cambios legislativos que entran en vigor respecto a las empresas, su funcionamiento, su contabilidad, etcétera, obligan a las compañías a digitalizarse. Los fondos, subvenciones o ayudas son una excelente forma para lograr llegar a la transformación. Además, con ello también se logra ser más eficiente, más productivo y óptimo en los procesos».

Un ejemplo de apuesta y de transformación digital es el Puerto de Valencia, que comenzó hace décadas con esta preocupación y que, gracias a Valenciaport, está a la cabeza no solo en los rankings nacionales sino internacionales. «Los Fondos son una herramienta, no un fin en sí mismo. Además de mejorar los procesos y la conectividad del puerto, impulsamos la formación y capacitación de todas las personas que intervienen en las diferentes acciones. Así mismo, formamos a las empresas, ayudamos a determinar sus necesidades y ver qué herramientas usar y poner en valor. Las empresas y la administración deben moverse a la misma velocidad. Estamos a mitad camino y si no vamos rápido, perderemos el tren», Apuntó Miguel Llop.

En cuanto a la tecnología del 5G, los ponentes señalaron la necesidad de implantarla en todas las zonas industriales. De hecho, apuntaron a que los polígonos hoy en día son un barrio más de las ciudades y de los municipios. Por ello, hay que dotarlo de servicios como la movilidad sostenible, cargadores eléctricos suficientes, la conectividad, zonas verdes, etcétera. Como media, los trabajadores pasan un tercio de su día en los puestos de trabajo. Por ello, «la Administración Pública debe invertir más en lograr dotarlas de todo lo necesario para que las empresas no pierdan competitividad. De este modo, también se genera que las grandes compañías decidan implantarse en la Comunitat, mantener sus fábricas o realizar sus inversiones a futuro», señalaron.

No obstante, según se indicó en la mesa, esta transformación digital se debe dar tanto en los sectores industriales como en el de servicios y turismo. Así también en la Administración Pública. «Estamos acostumbrados a comprar a cualquier hora, el ciudadano busca interactuar con la administración del mismo modo. Certificados, pago de tasas, etcétera, en cualquier momento». En definitiva, la digitalización debe llegar a toda la sociedad con el fin de mejorar la calidad de vida, y alcanzar la sostenibilidad medioambiental y económica.

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