Los grandes retos del sector agroalimentario de la Ribera, a debate

El proyecto 'Somos Futuro', con el que el diario LAS PROVINCIAS está desarrollando todo este año un calendario de citas para la reflexión y la construcción de la Comunitat Valenciana del mañana, celebró ayer en la Casa de Cultura de Alzira el primero de sus encuentros basados en lo hiperlocal, en los problemas de la ciudadanía y en aquellas cosas que más les importan. Bajo la etiqueta 'Repensando', la ciudad acogió el foro 'Somos Futuro: El Futuro de la Ribera', en el que se analizaron los grandes retos que tiene ante sí la Ribera del Júcar, sus dos comarcas –Ribera Alta y Ribera Baixa–, sus ciudades y poblaciones más pequeñas, y su tejido empresarial y social.

El foro, organizado por el diario LAS PROVINCIAS con la colaboración de Caixa Popular, se concibió como un encuentro profesional para analizar y debatir sobre sectores que son el motor económico en la comarca como el agroalimentario o el turismo, así como sobre los proyectos de futuro y de desarrollo sostenible. El debate, que fue conducido y moderado por la jefa de Comarcas de LAS PROVINCIAS, Concha Pastor, contó con la participación de Diego Gómez, alcalde de Alzira; Jordi Mayor, alcalde de Cullera; Vicente Mompó, alcalde de Gavarda y portavoz del PP en la Diputación de Valencia; Salvador Montañana, presidente del Corsorci de Residus Ribera i Valldigna (CRiV) y exalcalde de Guadassuar; Vicente Bomboi, presidente de Copal (Cooperativa Agrícola de Algemesí); Salvador Seguí, Sales Manager de Seguí Naranjas 1934; y Toni Quintana, director general de Agricultura de la Generalitat. Además, contó con la asistencia entre el público de una representación del ámbito político, empresarial y social de la zona, entre los que se encontraban Francisco Teruel, alcalde de Benimodo; Mentxu Balaguer, diputada de Informática y Tecnología, Cooperación Internacional, Gobierno Abierto y Participación y Girsa de la Diputación de Valencia; el concejal de Fiestas y Bandas de Música de Alzira, Xavi Pérez; miembros de la corporación municipal de Alzira como María Luisa Escribá o Enrique Montalvá; los cronistas oficiales de la localidad, Alfonso Rovira y Aureliano Lairón; representantes de Alzicoop (Cooperativa Hortofrutícola de Alzira) y el director comercial de LAS PROVINCIAS, Daniel Zurriaga.

Como la actualidad manda, el debate comenzó con un análisis de cómo puede afectar al sector del campo y, en especial, al de la Ribera, la actual crisis provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. A este respecto, el director general de Agricultura quiso recordar que el problema es «doble», con una vertiente «puramente humanitaria, en una guerra sin sentido en el siglo XXI que nos debe hacer recapacitar sobre en qué mundo pretendemos vivir» y otra que, en lo que refiere al sector agroalimentario, «tiene consecuencias». «Nos preocupa que otros países que sí exportaban grandes cantidades a Rusia y países limítrofes van a ocupar el espacio que nosotros teníamos en Europa. Esto puede hacer más dura la nefasta campaña que tenemos este año, en culpa también por la subida del precio de las materiales primas. Estamos muy preocupados por este escenario y trabajamos con el Ministerio para traer materias primas de otros mercados. Nos preocupa el abastecimiento del sector ganadero», puntualizó Quintana. En este sentido, el presidente de Copal advirtió del escenario de futuro y de cómo «de cara a la próxima campaña tendremos una desabastecimiento importante de materias primas para la producción de cítricos» como fertilizantes, de los que ya comienza a haber problemas de abastecimiento. «Las cooperativas hemos intentando estocar las prioridades para los primeros meses de campaña pero tenemos una gran incertidumbre para el resto de la campaña. El corte del suministro de petróleo y gas puede complicar aún más todo esto», añadió. «El sector se va a ver mermado con facilidad», se sumó Salvador Seguí, para quien sin fertilizantes y exportación se presenta un escenario complicado de venta.

El acalde de Cullera, Jordi Mayor, recordó la importancia del sector agrícola en las dos comarcas y cómo «la incertidumbre conllevará una crisis económica que va a afectar mucho al sector primario». «Europa tiene la oportunidad de poner sobre la mesa los problemas que vendrán después y poner recursos nuevos que puedan hacer que le dependencia energética sea distinta y que Europa pueda mirar a España como un país capaz de producir energía renovable», demandó.

El paso de una perspectiva global a una respuesta local centró la primera intervención de Diego Gómez, alcalde de Alzira, quien recordó que este año se cumplen 40 años de la pantanada de Tous, «el momento más complicado que ha tenido la comarca en su historia reciente». «Ahora vivimos el momento más complicado desde esa fecha. Con el Covid-19 y la guerra vivimos un problema de vertiente global que repercute directamente en toda la situación local. Ahora mismo hay muchísima incertidumbre que pone en peligro la recuperación económica a todos los niveles y en todos los sectores, no solo en la industria agroalimentaria», ahondó.

El portavoz del PP en la Diputación de Valencia y alcalde de Gavarda, Vicente Mompó, demandó no «caer en el error» de circunscribir «todos los problemas relacionados con la agricultura» al conflicto en Ucrania. «Hay que atender a cómo se comporta la cadena de precios. La agricultura es un sector que se muere y los políticos tenemos que hacer políticas inteligentes que apuesten por nuestro territorio y nuestra economía», demandó. En este sentido, el presidente del Consorci Rivera-Valldigna, Salvador Montañana, puso sobre la mesa la apuesta de métodos más sostenibles y baratos que puedan ayudar al campo valenciano a lograr procesos más competitivos, usando, por ejemplo, «compuestos de origen orgánico que pueden hacer más rápida la descomposición». Este contexto, comentó Montañana, hará obligatorio «que se aborde la apuesta por cultivos ecológicos, compostaje y otro modelo de gestión de los residuos», como el basado en economía circular que desarrolla el consorcio que preside en la planta de Guadassuar.

El debate avanzó alrededor de uno de los grandes retos del campo valenciano: la reconversión. El alcalde de Alzira reclamó mejoras para un sector agrícola «en decadencia total».

Desde dentro, Salvador Seguí se quejó de las trabas y la carga impositiva que tiene el sector agrícola, lo que en su opinión frena el acceso de los jóvenes. Un punto que fue debatido por el director general de Agricultura, quien reconoció que el relevo generacional es complicado pero puso en valor las medidas que desde la Generalitat se están tomando. «Hay problemas estructurales que debemos cambiar entre todos, las administraciones pero también el sector. Tenemos que cambiar las estructuras y el sistema de producción, intentar agrupar las producciones para ser competitivos. Para ello, tenemos herramientas como la Ley de Propiedades Agrarias que pueden ayudar a las explotaciones a ser más rentables. La agricultura es rentable pero con las circunstancias actuales para el agricultor no lo es», planteó. Una iniciativa que contó con el apoyo del primer edil de Cullera, que reconoció en primera persona que en el sector agrícola «no nos hemos creído las mejoras nunca y por eso no se ha hecho la transformación que es necesaria». «El minifundismo no será rentable nunca. En un mundo global estaríamos tirándonos tierra encima nuestro si le decimos a la gente que el minifundismo puede ser rentable, porque no lo será nunca», exclamó. Ante esta apuesta, el alcalde de Alzira planteó sus dudas «sobre la rentabilidad de esas macroexplotaciones, sobre todo antes de saber en qué manos van a estar esas explotaciones, ya que tengo la impresión de que acabarán en manos de las grandes distribuidoras». «La respuesta global no puede machacar a lo local», incidió.

La mejora de las conexiones ha sido históricamente una de las grandes reivindicaciones de la mayoría de las localidades de la Ribera. El alcalde de Alzira, Diego Gómez, reconoció que ha pasado «el momento de que a los alcaldes nos hagan puentes o carreteras, pero la necesidad de tener una conexión de salida rápida es grande». «Es una petición histórica del empresariado de la localidad y creo que no es tan complicado hacer una salida que daría salida a nuestros productos y daría una nueva oportunidad a la Ribera Baixa. Las infraestructuras ayudan, no tenemos corredor mediterráneo ni unas cercanías para poder moverse con normalidad, la comarca de la Ribera tiene un peso importantísimo en la economía y en la estructura territorial del país y no se ha tenido en cuenta», remarcó.

La apuesta por los productos de proximidad y kilómetro cero marcó el siguiente punto del debate. El alcalde de Gavarda reclamó «hacer política de consumo que favorezcan que consumamos más productos nuestros». Sin embargo, para ello es necesario apostar por la modernización: «No podemos pretender que estructuras que funcionaban hace 100 años funciones todavía hoy».

A ello se sumó Bomboi, para quien «el mercado de proximidad se debe potenciar y muchas veces se ha dejado de lado». El futuro, según explicó el presidente de Copal, pasa por «unir cooperativas y hacerlas más grandes para poder llegar a los mercados de una forma más competitiva. Tenemos una puerta abierta y una viablidad de futuro en esa unión». Una opinión que aplaudió Quintana, recordando que desde la Generalitat se apuesta por ese modelo de agrupación de cooperativas: «Es el que queremos. No queremos cambiar el paisaje ni el escenario, sino que los gastos generales disminuyan. Esa es la idea de las iniciativas de gestión en común (IGC), darle un enfoque empresarial al agricultor. Pretendemos que el agricultor se empodere y saque mayor rentabilidad». Sin embargo, son medidas que a juicio de Salvador Montañana llegan con retraso. «El agricultor pide un precio justo, un mínimo vital, que no se permita vender por debajo del precio de coste. No es una cuestión de que el agricultor sobreviva, sino que tenga una vida digna», demandó.

En las últimas fases del debate, la conversación fluyó sobre aspectos esenciales para la comarca como las inundaciones, la promoción turística, la apuesta por el territorio o la despoblación. En este sentido, el alcalde de Gavarda recordó a todos los agentes implicados que, «además de hablar de municipalismo y del mundo rural, hay que creer y apostar por ello».

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