Borrar
Urgente Aemet anuncia chubascos y tormentas en Valencia y Alicante este sábado
Los ponentes explicaron la situación actual de las mancomunidades y apuntaron los retos de futuro. Damián Torres
Las mancomunidades, el alma y el impulso de las comarcas
Mesa de expertos

Las mancomunidades, el alma y el impulso de las comarcas

LAS PROVINCIAS examina la situación actual y los retos a los que se enfrentan las mancomunidades valencianas junto a sus dirigentes

Paula Lerín

Jueves, 26 de octubre 2023, 01:19

La mancomunidad es mucho más que una asociación voluntaria de municipios con entidad supramunicipal. Es una fórmula más que necesaria para prestar y unir los servicios de los municipios a los que los ayuntamientos no tienen capacidad de llegar, pero también va mucho más allá: su gran fortaleza es la unión de todos sus municipios con el objetivo común de mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Muchas veces se desconoce la tarea de las mancomunidades, por ello, para conocer el papel y las necesidades de estas entidades valencianas en la actualidad, LAS PROVINCIAS organiza una mesa de expertos con el presidente de la Mancomunidad de l'Horta Sud y alcalde de Sedaví, José Francisco Cabanes; el presidente de la Mancomunidad de la Serranía y alcalde de Chulilla, Vicente Polo; el alcalde de Titaguas y representante de la Mancomunidad del Alto Turia, Ramiro Rivera; y el presidente de la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino y alcalde de Venta del Moro, Luis Francisco López Yeves, para profundizar en la idiosincrasia de cada una.

La mayor fortaleza: la unión

«La mancomunidad trabaja por el interés de todos los municipios de la comarca, independientemente de quien vote. Los alcaldes estamos de paso, pero las iniciativas que pongamos en marcha son el legado que dejamos. Somos un ente de paz donde solo se mira el futuro de los municipios y el bienestar de los vecinos. Cada una tiene sus características, hay comarcas totalmente diferentes, pero la esencia es prestar los servicios en igualdad de oportunidades a todos los municipios», defendió Cabanes.

La Mancomunitat de l'Horta Sud engloba a casi medio millón de habitantes, es la comarca más poblada e industrializada de la Comunitat Valenciana, y, pese a su complejidad, en los últimos años han conseguido que todos los municipios trabajen juntos. Esto no solo pasa en l'Horta Sud, sino que en la Serranía también han dejado atrás el individualismo de los pueblos. «Ya no era tanto el individualismo político, sino la rivalidad existente y los piques de hace cientos de años. Nos hemos dado cuenta de que tenemos que trabajar todos en común. Todos los proyectos se aprueban por unanimidad, puede haber alguna discrepancia política, pero estamos todos de acuerdo que hay que trabajar colaborativamente», apuntó Polo.

Tampoco se quedan atrás el Alto Turia y la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino. «En un mundo tan globalizado y necesitado de proyectos comunes, la mancomunidad es bajo el paraguas en el que nos agrupamos todos. Se trabaja por la unanimidad y sin controversia política», explicó Rivera, a lo que López agregó que «la política hay que hacerla en los ayuntamientos, realmente la mancomunidad es un foro diferente en el que todos tenemos que pelear por el beneficio de todos los vecinos».

Las ayudas europeas, clave

Los expertos lo tienen claro, el futuro de las mancomunidades dependerá de las subvenciones europeas para llevar a cabo Iniciativas en materia de empleo, turismo, comercio, desarrollo económico o agricultura. «Nuestros pueblos necesitan inversiones y ayudas europeas. Las mancomunidades hemos tenido ayudas para la contratación de técnicos para proyectos europeos, porque los técnicos no tienen esa capacidad. En los pueblos pequeños los técnicos hacen y se encargan de todo, pero cumplimentar la solicitud de un proyecto europeo es muy complicado», manifestó Polo.

En l'Horta Sud crearon la Oficina de Proyectos Europeos con la misión de impulsar e incorporar a la comarca en las diferentes líneas de financiación europea, una oficina que Cabanes dijo que está abierta para todas las mancomunidades. «No hace falta duplicar, nuestra oficina está abierta para todos. Nosotros estamos sacando mucho provecho. Ya hemos ido a otras mancomunidades para dar charlas, lo que queremos es compartir y no solo eso, sino que aprendemos de todas. Todas tienen características que no tenemos para mejorar, con ese flujo de información todas podemos crecer», explicó.

Cabanes insistió en que «ofrezco todo lo que hemos trabajado a las demás mancomunidades. Hace un par de años creamos la Oficina de Proyectos Europeos y gracias al importante volumen de dinero de las subvenciones europeas hemos hecho mejoras de la Albufera, en movilidad y campañas de turismo. Si no fuera por Europa sería muy diferente todo lo que estamos llevando a cabo», aunque a su vez reconoció y valoró que «también son más que necesarios los pactos territoriales del LABORA y los planes de gobernanza de la Generalitat. Ese buen trato que tenemos los municipios esperemos que lo siga manteniendo la Generalitat y la Diputación porque funciona».

«Hay que reconocer que los servicios sociales y ayudas de empleo no tienen nada que ver con los servicios de hace años. Son mucho más potentes, ahora tenemos asistente social, psiquiatra, psicólogo... Nuestro éxito es que un municipio pequeño tenga ese equipo solvente y duradero en el tiempo. Los agentes europeos que ha puesto la Generalitat nos han abierto ventanas porque las convocatorias europeas nos vienen grandísimas y técnicamente no tenemos capacidad. Por eso esperamos que los técnicos continúen para ayudarnos, porque a veces somos incapaces. Otro paso más que tendrían que dar las mancomunidades de interiores con la ayuda de Diputación es el de consolidar un equipo técnico no solo de turismo, sino de todo, jurídico, arquitecto, medioambiental... Eso nos haría más grandes y nos vendría muy bien porque podríamos preparar proyectos el futuro que marque el desarrollo del territorio», reflexionó Rivera.

El presidente de la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino apuntó que «o nos subimos al carro o nos quedamos a la cola, y bastante mancha de aceite tenemos con la despoblación como para no intentarlo y poner todos los mecanismos. Está todo inventado, así que debemos fijarnos en quien lo hace bien y lograr sinergias entre comunidades. La Mancomunidad de l'Horta sud es un ejemplo de cómo gestionar los fondos europeos. Cuando hace años sonaban y nadie sabía mucho, se puso manos a la obra. Tenemos que pedir ayuda para lograr esto dentro de las posibilidades de cada una. Somos positivos, la evolución de las mancomunidades y el camino que llevamos es el más acertado porque cuando los esfuerzos se hacen en la mancomunidad se elabora un producto muy potente».

La ambición de las mancomunidades es grande y los retos a los que se enfrentan son muchos y variados. En la mesa de expertos, los retos más urgentes que se plantearon fueron la continuidad de las ayudas de las instituciones valencianas, la despoblación, el trabajo en las comarcas de interior, el acercamiento a la juventud y la recogida de residuos.

Desde las mancomunidades de interior como La Serranía y Requena-Utiel avisan: en España se llega tarde a la despoblación. Para luchar contra ella, deben encontrar la fórmula para lograr que los jóvenes vean posibilidades en su territorio para estudiar, trabajar e incluso emprender. «Antes no había casi ningún grado ni bachiller, y en el Alto Turia se ha conseguido que haya bachiller y grados para darle la oportunidad a los jóvenes de que se formen en su municipio», contó Rivera, mientras que López defendió que «con campañas de sensibilización tenemos que decirles a los jóvenes: estudia, pero que sepas que en tu comarca tienes posibilidades laborales. No hace falta que les digamos 'vete' como nos dijeron nuestros padres, que nunca puedan decir: me tuve que ir porque aquí no tenía trabajo».

«Gente particular está invirtiendo con proyectos muy interesantes. Emprender en el interior y en una ciudad da el mismo éxito, es igual o mejor. El mensaje es positivo. Hay que dejar de lado la España vaciada, es una campaña negativa que se han inventado. Hay gente que apoya toda la vida por su territorio. El territorio está vivo porque la gente de interior vive», expresó Ramiro.

Al hilo de esto, Lopez Yeves destacó la importancia del proyecto Adapt@+t de AVALEM Territori desde el que «realizamos acciones para poner en valor profesiones como la agricultura, fomentamos la formación de calidad para demandantes de empleo y empresas, trabajamos la cohesión territorial en los colegios en nuestro caso con la marca Tierra Bobal con nuestras agendas escolares y apostamos por hacerlo desde la gobernanza participativa».

Por otro lado, López recordó que las subvenciones son el riñón económico tanto para el ayuntamiento como para las mancomunidades y que, si no fuera por las ayudas, muchos de los servicios que prestan no los podrían ejecutar y, por último, Cabanes apunta que se debe tratar ya la gestión de los residuos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Las mancomunidades, el alma y el impulso de las comarcas