«La concienciación social sobre el diagnóstico precoz en cáncer de piel es vital»

Cáncer es una palabra que sigue asustando. Sin embargo, los avances científicos y las investigaciones que se han realizado en las últimas décadas han conseguido que cáncer no sea una palabra asociada directamente con muerte. Sin embargo, mucho camino queda por recorrer tanto en investigación como en concienciación ciudadana, ya que la prevención y la detección precoz son fundamentales para lograr el éxito en muchos de los casos. De hecho, según señala la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) 33.000 muertes en todo el mundo por cáncer de piel se podrían haber prevenido si los pacientes hubieran buscado ayuda médica.

Tal vez entre los tipos de cáncer existentes, el de piel sea uno de los que menos mortalidad y consecuencias tenga. Sin embargo, no detectarlo a tiempo puede provocar que exista metástasis y complicaciones. Según las cifras de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) «millón y medio de pacientes en todo el mundo retrasan consultar con un médico cuando identifican por primera vez signos sospechosos de cáncer de piel».

La AECC señala que el cáncer de piel supone un tercio de los diagnósticos de esta enfermedad. «Cada año se diagnostican en todo el mundo unos tres millones de casos de cáncer de piel no melanoma y unos 132.000 casos de melanoma. Solo en España se estima que en 2018 se diagnosticaron 21.363 personas con cáncer de piel no melanoma».

De los tipos de cáncer de piel existentes, de su prevención, de su diagnóstico y tratamiento habló el doctor Eduardo Nagore, Jefe Clínico del Servicio de Dermatología del IVO, en el 'Encuentro Online Salud organizado por LAS PROVINCIAS.

Esta cita virtual partió de la certeza señalada por el doctor Nagore de que «todavía no existe una concienciación social de lo importante que es el diagnóstico precoz para la detección del cáncer de piel». El Jefe Clínico del Servicio de Dermatologia del IVO agradeció la oportunidad de ayudar a concienciar sobre la importancia de las revisiones, de acudir de manera temprana a los especialistas y la prevención para evitar males mayores.

¿Qué nos pasa con la piel?

«Al igual que tenemos asumido que el tabaco produce cáncer, deberíamos tener asumido que la prolongada exposición al sol, o mejor dicho la mala exposición al sol, produce cáncer de piel. En muchas ocasiones se pone en discusión si tomar el sol en exceso en bueno o malo. Lo que tenemos claro todos es que la playa no está prohibida, pero no hay que quemarse», señalaba al inicio del encuentro digital el doctor Nagore.

La piel, según explicó el Jefe Clínico del Servicio de Dermatologia del IVO, es un órgano, el más grande del cuerpo, que está por fuera y que por ello parece que no tenga relevancia. Sin embargo, entre las principales funciones de la piel está la protección del organismo frente a factores externos como bacterias, sustancias químicas y temperatura. Además, la piel contiene secreciones que pueden destruir bacterias y también cuenta con melanina, pigmento químico que sirve como defensa contra los rayos ultravioleta.

«Las células de este órgano, como ocurre con las células de cualquier otro pueden sufrir alteraciones. El cáncer de piel es un crecimiento anormal y descontrolado de células cutáneas que se han alterado por la radiación ultravioleta (UV) procedente de la luz solar o de las camas de bronceado. Por norma, el tipo más frecuente se produce a nivel local y no mata. Sin embargo, puede ocurrir que si no se detecta a tiempo exista una metástasis pudiendo producir el fallecimiento del paciente».

Varios tipos

De los diferentes tipos de cáncer de piel existentes, el doctor Nagore se centró ayer en los más frecuentes, aunque explicó la incidencia de cada uno. Está el carcinoma de células básales, es el más frecuente, y su incidencia está aumentando en un 10% anual. Cabe señalar que prácticamente todos los casos aparecen en áreas del cuerpo expuestas al sol (cara, orejas, cuero cabelludo, hombros y espalda). Otro de los que se dan con mayor incidencia, entre un 20-25% es el carcinoma de células escamosas o espino celular. Por su parte, el melanoma es un tumor mucho menos frecuente que los otros tipos, pero es más agresivo y puede invadir tejido sano que lo rodea y se extenderse.

«Los dos primeros no matan y, excepcionalmente, puede producirse metástasis. Si embargo, es cierto que el espino celular puede llegar a dar problemas sino se trata cuando toca porque crece más rápido. El motivo por el que se hacen las campañas de concienciación es el de tipo melanoma, ya que producen el 80% de las muertes».

Factores de riesgo

«En la piel es la radiación ultravioleta el principal factor de riesgo exógeno. El factor externo más importante es el sol, pero no podemos perder de vista las radiaciones de las cabinas de bronceado», señala el Jefe Clínico del Servicio de Dermatologia del IVO, Eduardo Nagore. El doctor también explicaba que existen otras causas que provocan el cáncer de piel y que tiene que ver con el individuo, sus antecedentes, etc.

«Existen dos factores que influyen. Una es en cuanto a cantidad de sol y radiación, se da por acumulación. Cuanto más sol tomas a lo largo de la vida, más probabilidades de que mute la piel y se de lugar al cáncer. La segunda manera es el hecho de sufrir quemaduras, esta es la forma en la que más alteraciones celulares se producen en las edades tempranas», apuntaba el doctor.

Además, señalaba que «dependiendo del cáncer del que hablemos se produce, por norma a una edad u otra. El que se produce por acumulación, se detecta a mayor edad, mientras que el vasocelular un poco más joven.

Por su parte, los melanomas tienen que ver con las dos causas por lo que hacer que el melanoma abarque un mayor rango de edad de diagnóstico, incluso de entre 20-25 años». Respecto a la afirmación de si la piel tiene memoria, el doctor Nagore comentaba que «efectivamente la piel tiene memoria, pero más que la piel las células madre que permiten la regeneración de la piel. Los efectos de los factores de riesgo se van depositando en esas células madre y puede darse el caso que al regenerar la piel se reproduzca el daño causando el cáncer de piel».

Prevención

La mejor prevención para evitar el cáncer de piel es protegerse del sol, apuntaba Eduardo Nagore en el encuentro virtual de LAS PROVINCIAS. «Tenemos que asumir que el sol como elemento crucial en esta enfermedad. Lo cierto es que la piel de los españoles o de las personas que viven en latitudes más cálidas está más preparada para no quemarse que en los países donde menos horas de sol hay. Por esta razón es por la que los índices de pacientes son mayores en los países nórdicos. Su piel no está acostumbrada a la radiación ultravioleta y se suma que vienen a destinos de sol y playa buscando aprovechar al máximo».

Una correcta exposición al sol es necesaria, ya que es la principal fuente de vitamina D, imprescindible para que el organismo absorba calcio, tan necesario para mantener los huesos fuertes y sanos. Además, mejora en la respuesta muscular; disminuye la presión sanguínea; incrementa la respuesta inmunológica; reduce la incidencia de infecciones respiratorias; incrementa la hemoglobina de la sangre; baja el colesterol de la sangre; mejora la capacidad de trabajo cardiovascular; estimula las terminaciones nerviosas; y mejora la respiración.

Sin embargo, siempre hay que hacerlo en su justa medida y, si bien es cierto que la piel está preparada para soportarlo, «haber estado tantas semanas en casa sin poder salir a la calle nada más que para lo necesario hay perjudicado el nivel de tolerancia al sol. Estamos viendo más casos de quemaduras y rojeces con la misma exposición al sol de antes del confinamiento, simplemente por hacer las mismas cosas», apuntaba el doctor Nagore.

Del mismo modo, «diversos estudios estiman el crecimiento del 15 % de la mortalidad del melanoma debido al retraso de estos tres meses en el diagnóstico. Si comparamos lo ocurrido con el periodo del año pasado, la experiencia o datos preliminares de estos estudios indican que se están detectando melanomas con un espesor mayor».

Además, según indicaba el doctor, no solo ha ocurrido porque muchos de los recursos se enfocaron en frenar la pandemia, sino porque «las personas tenían miedo de acudir al médico. Hay que tener en cuenta que la edad en la que suelen aparecer este tipo de cánceres es a partir de los 50 años. Esta población era la más concienciada sobre el no salir de casa. Sin embargo, no se llegan a concienciar de que se deben controlar las manchas en la piel».

En cuanto a la prevención, siempre se habla de dos ámbitos. «La primaria que consiste en disminuir la posibilidad de que salga, es decir, reducir los factores exógenos. La radiación ultravioleta, la cantidad y las quemaduras, como elemento más importante, y también la acumulación. La segunda es la protección de diaria basada en filtros solares, tomar medidas en referencia a la ropa, sombrilla, sombra natural, techado… cuantas mas cosas mejor».

En referencia a los filtros solares, el doctor Nagore señaló que siempre es recomendable el factor 50+ y ponérselo media hora antes para que haga efecto antes de la exposición al sol. Además, hay que volver a ponerse el filtro cada hora y media o dos horas para evitar las quemaduras y rojeces.

El Jefe Clínico del Servicio de Dermatologia del IVO hizo mucho hincapié en el hecho de la autoexploración como diagnóstico. «Debemos conocer nuestra piel. Todos deberíamos tener una foto de nuestro cuerpo con la que poder comparar. Mi recomendación es que, al menos, tenemos que dedicar unos minutos una vez al mes a reconocer nuestra pie».

En cuanto a lo que hay que observar, Eduardo Nagore señalaba que «hay que tener en cuenta la regla de lo diferente. Hay que detectar lo nuevo, lo que ha cambiado y es diferente. Si es más grande, cambia la forma, pica, duele... entonces hay que acudir al dermatólogo para una exploración y valoración».

En cuanto a los tratamientos, el Jefe Clínico del Servicio de Dermatologia del IVO señaló que «la mejor cura es pillarlo a tiempo. Ahora tener un cáncer de piel o hay una metástasis no tiene porque ser una condena a muerte. La medicina y la investigación oncológica ha avanzado mucho. Existen fármacos que consiguen frenar melanomas y mejoran la supervivencia, los hay que mejoran la respuesta inminutaria que tiene el cuerpo. Estamos lejos de la cura pero mucho más cerca de ella que hace 15 años. Eso sí, más vale prevenir que curar. Repito que es una lástima que si dedicando un minuto al mes puedes evitarlo, no se haga. Detectarlo precozmente es el caballo de batalla».