«Lo fundamental es sentirse joven, estar activo, reírse y, en definitiva, vivir»

La edad dorada, la tercera edad, pensionistas, jubilados, personas mayores... muchas son las formas de referirse a un colectivo que cada vez es más numeroso, que cada vez es más activo y que considera que la edad es solo un número. Cabe señalar que a finales de este mes de mayo había en España 8,9 millones de pensionistas, si lo miramos por sexos: 4,55 millones son hombres y 4,35 millones son mujeres.

El 2020 no fue fácil para nadie, tampoco para este colectivo que ha sido uno de los que más ha sufrido durante este año largo que llevamos de pandemia. El Covid-19 se ha cebado con las personas mayores que, a priori, de salud son los más vulnerables. Las residencias se convirtieron en un foco de virus y muchos fueron las personas mayores que acabaran falleciendo. Además, el miedo al contagio provocó que, una vez finalizado el confinamiento general, muchos se aislaran en sus domicilios sin contacto alguno con familiares y amigos.

Del mismo modo que esta situación ha afectado psicológicamente a toda la sociedad, los mayores también han notado esa ansiedad generada por la incertidumbre. Cuando todavía se nota la incidencia de la pandemia, pero se vislumbra luz al final del túnel, LAS PROVINCIAS y Caixa Popular han querido analizar la situación de este colectivo de personas mayores, profundizar en los cambios que ha generado esta crisis sanitaria entre este segmento de la población mayor.

Para hablar de ello acudieron a la mesa de expertos Inma Miravalles, responsable del segmento de Personas Jubiladas en Caixa Popular; Vicenta Alcácer, presidenta de la asociación Amas de Casa Tyrius; Vicent Diego, presidente de la Federación de Cooperativas de Vivienda (FECOVI); Javier Salgado, miembro del Grupo de Trabajo de Psicogerontología y Personas Mayores del Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana; Fernando Francés, presidente de la Asociación de Mayores Solidarios; y Sara Vilana, directora del servicio de Ayuda a Domicilio de Sercoval.

Los seis ponentes reunidos quisieron resaltar las cosas positivas de esta pandemia. Entre los cambios que el colectivo de seniors ha experimentado está el de su propia revolución digital. Tal y como apuntaron, todos aquellos que les costaba o eran reacios a aprender a usar las nuevas tecnologías, han dado un paso adelante y ahora no solo se comunican, sino que realizan diferentes trámites.

«En Caixa Popular hemos notado un cambio positivo en los hábitos de los mayores. La digitalización forzosa que han sufrido les ha permitido seguir gestionado sus activos y ahora reconocen que es un cambio beneficioso para ellos», señaló Inma Miravalles, quien también indicó que desde Caixa Popular «se les ha procurado un trato personalizado para ayudarles a que comprendan y utilicen estas nuevas tecnologías». Al hilo de esto, Vicenta Alcácer señaló que desde Tyrius «se ha realizado un estudio en el que se ha detectado que las mujeres usan las nuevas tecnologías para comunicarse con familiares o amigos y los hombres para realizar gestiones». Respecto a la digitalización Alcacer señaló que «hemos adelantado unos cinco años esta transformación digital de la sociedad. Es la nota positiva de la pandemia».

La sociedad considera que los jubilados son un colectivo homogéneo y la realidad es bien distinta. «Pensamos que las personas mayores son todas iguales, pero hay muchos tipos y no todos están viviendo la pandemia igual. Cada uno cuenta con unas necesidades y unas aspiraciones. Va a depender mucho de los apoyos sociales que tengan, del nivel económico, el aislamiento o no al que hayan estado sometidos, etcétera», comentó Javier Salgado.

Otro de los aspectos positivos que se han detectado en la sociedad es un cambio de mentalidad a la hora de pensar dónde y cómo vivir. Ahora se buscan espacios abiertos, rodeado de la naturaleza, donde los servicios estén garantizados. «El colectivo de las personas mayores también está cambiando su concepto de vivienda ideal. Ahora se buscan espacios privados más reducidos que tengan espacios colectivos para socializar», apuntó Vicent Diego, a lo que añadió que «las personas mayores estamos viendo el cohousing como una solución residencial. En España ya hay alguna iniciativa de este estilo funcionando. En la Comunitat estamos esperando a que finalmente se den los pasos administrativamente hablando porque interés si hay y no solo de los mayores, sino de jóvenes que buscan este tipo de residencias donde compartir experiencias con los más mayores».

«Desde el servicio de Ayuda a Domicilio de Sercoval, explicó Sara Vilana, vemos mucha diversidad social. Hemos comprobado como hay mucha gente con ansiedad que ha renunciado a los servicios por miedo. Ahora estamos viendo un gran número de personas con problemas derivados de estos meses como la depresión, problemas de movilidad, con un mayor deterioro cognitivo, etcétera».

Al hilo de lo comentado por sus compañeros, Fernando Francés apuntó que «el confinamiento y la pandemia no a todos nos afecta por igual. En muchos ha sacado la parte más creativa. La jubilación es el momento ideal para hacer todo aquello que mientras trabajas no podías hacer».

Respecto a las necesidades del colectivo, el presidente de Mayores Solidarios apuntaba que «es necesario crear una red de infraestructuras vinculadas a vivienda, de servicios de cercanía. De ahí la generación de estos cohousing. Esta es nuestra propuesta y el ciudadano, en colaboración con la administración pública es el que debe invertir».

Al hablar de la fatiga pandémica que está afectando a toda la sociedad, el psicogerontólogo explicó que «se debe diferenciar el periodo de confinamiento y el de pandemia en general. Estos periodos han despertado síntomas parecidos, pero son diferentes. Hay personas que sienten desprotegidas y que no cuentan con recursos para tener lo que necesitan. Desde la administración se les debería proporcionar ayuda como la que realizamos los psicogerontólogos, ya que los mayores son un motor importante en la sociedad. En el entorno familiar es vital las funciones de los mayores. Hoy en día ya no son cargas para la familia, los mayores son muy activos y colaboran en el desarrollo de muchas funciones».

En la mesa de expertos se nombró la cuarta edad como algo que ya está llegando, pues cada vez se vive más y en mejores condiciones. «Ser mayor es una actitud y una mentalidad. Hay que estar siempre activo, no para un beneficio propio sino al servicio a los demás. Si cuando te jubilas piensas que ya no tienes valor, es cuando empiezas a envejecer», apuntó Francés. A esto Salgado añadió que «con cierta edad valoras más la calidad del tiempo con las personas que queremos. Lo fundamental es sentirse joven, estar activo, reírse, buscar cosas que nos diviertan, tomar el sol, en definitiva, vivir».