Un menor riesgo y mayor futuro, el resultado de invertir en sostenibilidad

«Las consecuencias de la sostenibilidad para inversores y mercados financieros eran poco entendidas y ampliamente soslayadas. Los Principios de Responsabilidad de Naciones Unidas (UNPRI) han ayudado a corregir esta deficiencia evidenciando la relevancia financiera de las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Además de proporcionar a la comunidad global de inversores un marco para contribuir al desarrollo de un sistema financiero más estable y sostenible», estás palabras de Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU cuando se crea el documento en 2016, explican a la perfección en que consiste esta tendencia inversora. Actualmente son «2500 empresas las que ya han firmado estos Principios y con su oferta mueven alrededor de 85 billones de activos», señaló Joan Ramón Sanchís, catedrático de Organización de Empresas y director de la Cátedra de Economía del Bien Común de la Universitat de València, en el webinar organizado por LAS PROVINCIAS junto a BBVA sobre esta materia.

En el encuentro, 'Invertir responsablemente en tiempos de Covid', además de Sanchís, estuvo presente Gonzalo Ortiz de Vigón, responsable de Negocio Institucional BBVA Asset Management, así como M. José Sánchez Castilla, directora de zona de BBVA en Valencia y el director ejecutivo de la Fundación Iniciativa Social Educación y Familia, Joaquín Lleó Sapena, ONG ganadora en esta segunda convocatoria de los premios Fondo de Inversión BBVA Futuro Sostenible ISR, FI.

Según explicó el director de la Cátedra de Economía del Bien Común de la Universitat de València, «no es algo marginal. Los impactos de estas inversiones son considerables y el crecimiento es exponencial. La ISR nace para dar respuesta a un enfoque de economía más humana. Pone la economía al servicio de las personas. El dinero no puede ser entendido como un fin en sí mismo, tiene que estar al servicio de la calidad de vida de las personas».

Ortiz de Vigón explicó en su intervención que «la ISR supone un reto para BBVA. Estamos viendo en los últimos meses que este movimiento va a traer consigo cambios que van a suponer oportunidades. A día de hoy, tan solo un 26% de los activos a nivel mundial se gestionan con estos criterios de ISR. BBVA AM está comprometida desde 2008 con la inversión sostenible y ha sido pionera en la aplicación de criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno) en las inversiones».

Desde BBVA AM se canaliza la inversión socialmente responsable a través de dos vías: en los planes de pensiones de empleo, gestionados con criterios ISR, en el plan de pensiones BBVA Plan Sostenible Moderado, y en los fondos puramente dedicados a este tipo de inversión: BBVA Bolsa Desarrollo Sostenible y BBVA Futuro Sostenible, explicó el responsable de Negocio Institucional BBVA Asset Management.

«BBVA Futuro Sostenible es un fondo de asignación de activos global ('asset allocation', en inglés) gestionado con criterios de inversión socialmente responsable, que tiene un perfil de riesgo defensivo (invierte un máximo del 30% en Renta Variable), y que completa la gama de soluciones de inversión con criterios socialmente responsables de la gestora del Grupo BBVA», explicó Gonzalo Ortiz de Vigón.

El hecho de que la empresa tenga valores socialmente responsable y que estén dentro de su política genera un valor añadido que hace aumentar los activos de la compañía. Este valor es compartido por los directivos de la empresa, los empleados, los inversores, los consumidores, etc.

«Tener en cuenta esos valores responsables mejora el proyecto de la empresa. No va a perjudicarla sino beneficiar en cuanto al valor económico», señaló Joan Ramón Sanchís quien añadió que «este tipo de inversiones se están desarrollando con más fuerza. La idea con la que nos tenemos que quedar es que son igual de rentables que el resto de inversiones y que al largo plazo, son incluso inversiones más rentables que el otro tipo».

Respecto a la existencia de cierta reticencia, o no, por parte del inversor de poner el foco en este tipo de inversión, Sanchís apuntó que entendía que «era un tema de más de educación financiera que de otra cosa. El consumidor y ahorrador debe tener claro que ya no estamos en un mundo en el que lo único importante es el beneficio. Desde la universidad estamos haciendo una labor pedagógica, estamos inculcando que la ISR no está reñido con el beneficio económico».

Por su parte, el responsable de Negocio Institucional BBVA Asset Management añadió a esta cuestión que «incorporar criterios de inversión socialmente responsable no es una moda ni algo para dormir bien sino una manera más completa de tomar decisiones de inversión para generar mejor perfil de rentabilidad-riesgo.

A la cuestión que el público hizo llegar a los ponentes sobre qué sectores productivos podrían resultar más atractivos para el inversor, ambos ponentes señalaron al tecnológico como uno de ellos debido, principalmente, «a que son nativos en responsabilidad social corporativa. Estas empresas de nueva creación que, principalmente están en los sectores más innovadores, la han aplicado desde sus inicios, es algo que llevan en su ADN». También señalaron que a las empresas con más años de historia esta implementación de la responsabilidad social corporativa y medioambiental les supone un mayor esfuerzo por lo que tardan algo más de tiempo en lograr los objetivos marcados.

A lo largo del encuentro también se habló de las ventajas que tiene este tipo de inversión para los inversores, las empresas y la responsabilidad que tienen las entidades financieras al respecto. «Nosotros, como gestora, tenemos una gran responsabilidad porque los clientes nos ceden sus ahorros para su gestión. Nuestra obligación es hacerlo en términos de rentabilidad ajustada a riesgo. La evidencia muestra que invertir con criterios sostenibles mejora la rentabilidad». Gonzalo Ortiz de Vigón también explicó que «ser socialmente responsables tiene sentido porque no solo aporta rentabilidad sino que las empresas con mejores prácticas sostenibles pueden financiarse mejor, suelen ser más innovadoras, retienen mejor el talento, pueden gestionar mejor el riesgo regulatorio y generan mejor imagen de marca y reducen riesgo reputacional».

Durante este foro se hizo entrega del premio a la ONG ganadora de la segunda convocatoria Fondo de Inversión BBVA Futuro Sostenible ISR, FI, una iniciativa que ha repartido casi 1,2 millones de euros en donaciones para la realización de 27 proyectos de tipo social y medioambiental en España.

«Además de ser un fondo de Inversión Socialmente Responsable, BBVA Futuro Sostenible es un fondo solidario: tiene el compromiso de donar anualmente un 25% del total de la comisión de gestión a proyectos relacionados con el medioambiente, la dependencia y la inclusión social», según apuntó Ortiz de Vigón y añadió que «para repartir dicha donación, convocamos un concurso en el que el 34% de las que participaron estaban vinculadas a proyectos relacionados con la inclusión social».

El premio ha recaído en la Fundación Iniciativa Social Educación y Familia. «Este galardón supone un reconocimiento público a una ONG que realiza una labor social entre los colectivos más vulnerables de la sociedad valenciana. Para nosotros esta convocatoria supone un punto más de nuestro compromiso», señaló M. José Sánchez Castilla, directora de zona de BBVA en Valencia.

Joaquín Lleó Sapena, director ejecutivo de la Fundación Iniciativa Social Educación y Familia, fue el encargado de recoger el galardón de esta convocatoria.

«El nuestro es un amplio proyecto de atención socioeducativa de primera infancia. Estamos especializados en los primeros años de asistencia a la escuela. Realizamos actividades de desarrollo personal, de habilidades sociales con los más pequeños. Trabajamos actitudes sencillas como saber respetar el turno de palabra, trabajar equipo… actividades que desarrollamos a través del juego. También nuestros voluntarios realizan tareas de mentorización. Trabajamos en nueve centros educativos en Valencia, Castellón y Alicante».