Las campanas de la iglesia regresan a su lugar original tras su restauración

Tras cinco meses de minucioso trabajo de restauración, las cuatro campanas de la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles han vuelto a su lugar original coincidiendo con las fiestas patronales en honor a Santa Anna y con una gran fiesta para celebrar su restauración.

Estos cuatro elementos restaurados viajaron hasta el taller de Relojes y Campanas Monumentales situado en Náquera, el pasado 15 de marzo, donde le han devuelto su belleza y han potenciado el valor histórico de estas reliquias del campanario de Albal.

Las campanas llevan por nombre; Nuestra Señora de los Ángeles es la más antigua, del año 1178; Santa Ana y Santa Bárbara es de 1890 y la de más peso con 340 kilos; la San José y Santa Teresa data de 1924 y Santa Juliana es la más joven, de 1987. Fundidas por Bartolomé Borrás, Ferrer, Salvador Manclús y los Hermanos Roses eran descargadas el pasado 19 de julio, a pleno sol, por los operarios en la plaza de la Iglesia y ante la atenta mirada de vecinos curiosos. También estuvieron presentes el alcalde, Ramón Marí y el párroco Engraci Bataller.

Precisamente fue el sacerdote el encargado de bendecirlas por la noche, antes de que la empresa las devolviera a su lugar y durante una cena organizada para recaudar fondos para sufragar el coste de los trabajos de restauración que ascienden a 31.000 euros y en los que ha colaborado el Ayuntamiento de Albal, con una aportación de unos 6.000.

Los Mestres Campaners de València mostraron todo el potencial de las campanas con un concierto, a pie de calle, para celebrar el acontecimiento.

Al día siguiente, la empresa reaunudó los trabajos a primera hora de la mañana para subirlas hasta el campanario, recuperar su espacio y volver a sonar más bellas y con los mecanismos renovados para seguir marcando las horas y la historia.

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