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REDACCIÓN
Albal
Lunes, 15 de junio 2020, 00:04
Albal ha comenzado a plasmar sobre papel el legado que, hasta ahora, escondía la casa natalicia del Padre Carlos Ferris. El Ayuntamiento quiere convertir este histórico inmueble en una Casa Museo que rinda homenaje al fundador del Hospital de leprosos de Fontilles.
El pasado diciembre, la corporación local que preside Ramón Marí aprobó su adquisición, por unanimidad, por un importe de 273.000 euros. Desde entonces, la Concejalía de Cultura que dirige el edil David Ramón, junto a un equipo multidisciplinar, trabajan en la conservación, en la definición de su futuro uso y en la catalogación de esta antigua morada de labradores que suma dos siglos de antigüedad.
El futuro proyecto museístico albergará, entre otros contenidos, los recuerdos, vestigios, muebles y el fondo bibliográfico que archivó en sus paredes el ilustre religioso. Este proyecto de catalogación se encuentra en la primera fase, se alargará hasta finales de este año y está en manos de la historiadora local, Leticia Lapuente.
Esta etapa se centra en inventariar todos los objetos que se conservan en el interior de la casa que están, «en perfecto estado», según palabras de la historiadora. La cama del sacerdote es uno de los muchos elementos que permanecen intactos en la vivienda y que constituyen una joya histórica en manos del pueblo y que permitirán hacer una mirada retrospectiva al Albal de los años en que vivió.
Según Lapuente, los trabajos han desvelado que su propietario era un gran amante de la fotografía y del mundo audiovisual. «Hemos descubierto una prolífica colección de imágenes, cintas de súper 8, cámaras fotográficas, radios y televisiones antiguas, que darán para exponer una sala dedicada en exclusiva a estos elementos». También se ha encontrado la escritura de la casa que adquirió el padre del propio Carlos Ferris, más adelante se podrá saber el precio y el año cuando los documentos puedan ser descifrados.
El inmueble donde nació el fundador del Hospital de Leprosos de Fontilles, un 8 de diciembre de 1856, también tiene un importante valor histórico, como así se recoge en el Plan General motivo por el cual está incluido en el catálogo de bienes y espacios protegidos del Ayuntamiento. La casa se encuentra en la calle Santa Ana, número 30, y está edificada sobre una superficie de 600 metros cuadrados.
Hasta hace unos tres años estuvo habitada y perfectamente conservada por Marita Inés Muñoz, otra institución en Albal por estar emparentada con el Padre Carlos Ferris, por su carácter solidario y colaboración con el hospital de leprosos y que, a su muerte, donó en herencia el inmueble a su sobrino Juan V. Muñoz.
La vivienda se estructura en tres cuerpos principales. La parte delantera tiene dos alturas, que es donde se desarrolla la vivienda quedando estructurado en tres cuerpos: acceso central desde la vía pública, a la banda derecha la biblioteca, y a la banda izquierda una habitación. Se completa este cuerpo con un salón comedor, cocina, despensa, habitaciones y aseo, siendo la planta alta diáfana. En la parte central hay un patio y, en la trasera, un antiguo corral diáfano, en dos alturas, que, según ha apuntado la arquitecta municipal, Manuela Molina, precisaría de una reforma integral para su puesta en uso.
El Padre Carlos Ferris es toda una institución. A los 13 años ingresó en el Seminario Diocesano de Valencia donde se doctoró en Teología y al ser ordenado sacerdote ejerció en la parroquia de San Esteban de Valencia. Después, la Diputación le encomendó la dirección de la Casa de la Misericordia y 1887 fundó un colegio de sordomudos y un pensionado universitario.
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