El municipio recibe 1,2 millones en subvenciones

En la presente legislatura, el Ayuntamiento de Rocafort ha multiplicado por dos el dinero que recibe proveniente de otras administraciones. El alcalde del municipio, Víctor Jiménez, que ostenta además el área de Hacienda, explica que, tras conocerse los datos del cierre presupuestario del ejercicio 2018, «estamos ya en condiciones de valorar la evolución de las inversiones en Rocafort durante toda la legislatura, para que se conozca el buen resultado económico y presupuestario».

Así, según el informe de la intervención municipal, el Consistorio ha duplicado las subvenciones provenientes de otras administraciones, esencialmente la Generalitat Valenciana y la Diputación.

Jiménez ha explicado que «no solamente hemos logrado pagar la deuda heredada, sino que además hemos duplicado el dinero que recibe el municipio de otras administraciones. Hemos trabajado con firmeza para que entre más dinero en Rocafort mientras baja la deuda, porque para nosotros es primordial la gestión saneada de los recursos públicos».

De esta manera, según el alcalde, «se han logrado retos que hace años nos parecían imposibles, como la compra de Villa Amparo o la reforma definitiva de Casa Bou, sin incurrir en deuda pública y sin aumentar la presión fiscal».

La cifra de subvenciones alcanza el récord de 1.226.155 euros, un 54,3 % más que la legislatura 2007-2011, cuando gobernaba el PP, en la que se recibieron 794.389 euros. Además se van a cobrar otras extraordinarias como los 400.000 euros de la Unión Europea y la Generalitat para acometer la reforma de Casa Bou.

La compra de Villa Amparo por parte de la Generalitat ha supuesto un desembolso de 1.400.000 euros de los que disfrutarán también los vecinos.

Por su parte, Rafael Ferrando, concejal de Movilidad Ciudadana y Vías Públicas, ha afirmado que «ha sido ahora cuando Rocafort ha retomado proyectos olvidados que el PP fue incapaz de llevar a término, como los más de 300.000 euros que perdieron del Plan de Inversiones Productivas (PIP) porque ni tan siquiera presentaron un proyecto en 2009, o la reforma de Casa Bou, que dormía en el sueño de los justos».