Un grupo de casas diseminadas en el término de Torrent. LP
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Torrent estudia cómo llevar agua potable a zonas diseminadas

El Consistorio estima que puede haber cerca de 3.000 viviendas en estas urbanizaciones

LAS PROVINCIAS

Torrent

Lunes, 9 de septiembre 2019, 00:55

La junta de Gobierno local aprobó encargar un estudio al departamento de Urbanismo, con un plazo para su elaboración de tres meses, para llevar el agua potable a los núcleos diseminados, donde, según estimaciones del Consistorio torrentino, podría haber hasta 3.000 viviendas, con cerca de 10.000 vecinos.

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El informe recogerá, entre otras cosas, la forma en que se tienen que desarrollar las actuaciones, las infraestructuras que hacen falta y la inversión aproximada para todo ello. Además, marcará el tiempo para llevarlo a cabo. «Será muy costoso tanto para el Ayuntamiento como para los vecinos pero resolverá los problemas», apuntó el alcalde, Jesús Ros.

«Este es el primer acuerdo importante de futuro que hemos tomado tras el verano para ordenar el suministro básico», añadió. El alcalde también matizó que, actualmente, «todas las urbanizaciones tienen agua, aunque es de motor, a excepción del Pantano, donde ya cuentan con este servicio», que se instaló recientemente.

«Actualmente se está trabajando junto al club de tenis a petición de los interesados», remarcó. El proyecto de suministro para la Colonia Montehermoso ya está redactado desde hace dos años y tiene un coste de 1,2 millones de euros. El resto de diseminados como Calicanto, Montelevante, Tros Alt, el camping la Pirámide, la Carrasquera, Buena Vista, el Corral del Colero, Masía Pavia o Font de Manyes, entre otros, se abastecen de pozos privados.

El inconveniente de depender de estas infraestructuras que no son públicas es que los residentes pueden sufrir cortes de agua, como ya ha pasado en algunos veranos, por escasez y que, además, las reparaciones por averías también implican que se queden sin servicio.

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Por otra parte, el alcalde, avanzó que tras las primeras reuniones del mes de septiembre, se ha previsto también la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en el que ya están trabajando los técnicos y que se pretende terminar en la presente legislatura.

«Una ciudad que se queda parada va para atrás y necesitamos impulsar el plan porque el actual se ha agotado. No nos queda espacio para el desarrollo urbano sostenible y controlado», comentó Ros.

En esta línea, el primer edil, explicó que se aprobará el Plan Especial de Protección del Centro Histórico, que está a la espera de que la Conselleria de el visto bueno y «está costando más de lo prudente». Esto marcará las bases para la rehabilitación de viviendas y calles en el casco antiguo.

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Además, Ros remarcó que está previsto el desarrollo del PAI del sector de Parc Central, la Marxadella y la calle Padre Méndez, donde se ubicarán cerca de 2.000 nuevas viviendas, «que es lo único que queda por urbanizar en el actual PGOU». «Para ello, se llegará a un acuerdo con los propietarios», añadió. Este planteamiento urbanístico está paralizado desde 2006.

El alcalde también apuntó la intención del equipo de Gobierno de congelar los impuestos y revisar las tasas para introducir nuevas modificaciones o rebajas, y presentar los presupuestos en los próximos meses.

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