Torrent renueva el casco antiguo

El Ayuntamiento de Torrent ha licitado ya las obras del proyecto de reordenación urbana del barrio del Alter que supone mejorar su imagen, al mismo tiempo que renovar las instalaciones subterráneas y el mobiliario urbano que supondrá incrementar la calidad de vida de los vecinos. La firma de contrato supondrá que las obras puedan empezar en un breve espacio de tiempo.

Para ello, se cuenta con una partida de que asciende a 750.000 euros, cofinaciada al 50% por fondos europeos y dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integral (Edusi). La concejala de Urbanismo, Inma Amat señala que este «es un paso más del consistorio para regenerar los barrios pertenecientes al casco antiguo torrentino y convertir nuestras calles en espacios accesibles y adaptados a las nuevas normativas en materia de seguridad».

La intervención principal se sitúa en dos zonas. Una que comprende las calles Mare de Déu dels Desamparats, Santa Bárbara, Santíssima Trinitat, Abastidors, aviador Franco, Cantereries y Santa Cecilia, y una segunda que integra las vías de Virgen del Pilar, Alaquas, Santa Lucía, San Isidro y Pizarro.

La reordenación urbana propone la reurbanización de la calzada con la remodelación de las aceras para adecuarlas a la normativa vigente, por lo que pasarán a medir 1'20 metros de ancho, lo que ofrecerá una mayor comodidad para los peatones. Además, contempla la renovación de colectores de saneamiento y pluviales, red de agua potable y alumbrado, mobiliario urbano y contenedores soterrados, completando así la regeneración iniciada ya en el barrio vecino del Xenillet, desarrollada a través del programa Urban que acabó en 2013.

Este proyecto de actuación en el casco histórico estaba a la espera de la aprobación por parte de la Conselleria de Patrimonio, al tratarse de una zona sensible. El consistorio llegó a un acuerdo para conservar el adoquinado original en aquellas calles en las que todavía exista.

En esta línea y dentro del plan de mejoras de viales, el pasado mes de agosto, el consistorio concluía las obras del proyecto de reurbanización de las calles del casco histórico San Pedro Alcántara y Garbí, enmarcadas en el programa de Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) de 2018 de la Diputación.

Esta actuación, que comenzó a ejecutarse a finales del año pasado y ha contado con un presupuesto de casi 420.000 euros, ha tenido como objeto, por un lado, la sustitución de las secciones viarias en San Pedro Alcántara en los tramos comprendidos desde la plaza de San Jaume y Garbí; y, por otro lado, la reforma de esta última en los tramos entre las Padre Méndez y María Auxiliadora.

En esta remodelación se optó por diseñar una plataforma única, por considerarla la más apropiada para optimizar al máximo el ancho de las aceras y, en consecuencia, obtener itinerarios peatonales de mayor tamaño. En este sentido, la concejala de Urbanismo, Inma Amat, señaló que «uno de los principales objetivos es y, principalmente, hacer una vía accesible para que todas las personas puedan desplazarse, independientemente de sus características de movilidad».