Borrar
La vocación de Farmamundi sigue siendo convertir el derecho a la salud y el acceso a los medicamentos en una realidad. LP
La ONG del medicamento se hace mayor

La ONG del medicamento se hace mayor

Farmamundi celebra los 25 años atendiendo a más de 16 millones de personas en 70 países de todo el mundo

Rafa Honrubia

Miércoles, 24 de octubre 2018, 01:46

Aunque el nacimiento de Farmamundi como organización fue en 1993, el parto comenzó un par de años antes con un requerimiento. El padre Guillem, salesiano, se puso en contacto con un grupo de farmacéuticos. Necesitaba montar tres dispensarios en las misiones de esta congregación en la República de Mali. Paco Clemente fue uno de los protagonistas de aquella aventura que les llevó a atravesar el desierto con varios todoterrenos cargados hasta los topes. Meses antes del viaje, los farmacéuticos habían recorrido todas las farmacias de sus conocidos y amigos en busca de medicamentos donados y reciclados. «Unos 200 medicamentos esenciales: antibióticos, antitérmicos, analgésicos, tratamientos contra la malaria...

Todos clasificados por estado y fecha de caducidad», recuerda quien en 1993 se convirtió en el primer presidente Farmamundi, la conocida como ONG del medicamento.«Hoy en día ya no se hace así», explica Clemente. «Está todo profesionalizado y los farmacéuticos participamos en el control y en la dirección de las líneas generales». «Pero la organización nació de lo que vimos en Mali, donde regresamos con la misma intención en 1993», rememora. Ese mismo año se otorgó cuerpo jurídico a una organización que comenzó a gatear en un pequeño local de Alfafar y que actualmente cuenta con una sede central en el Parque Tecnológico de Paterna, 18 delegaciones nacionales y sedes internacionales permanentes en países como Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Perú, Ecuador, República Democrática del Congo o Mali. «Estamos jugando la Europa League y el objetivo es jugar la Champions. Somos una de las grandes organizaciones farmacéuticas a nivel europeo», destaca Clemente.

Desde el romántico e ilusionante nacimiento hasta la actualidad el mundo ha cambiado bastante pero los problemas de salud, aclara el primer presidente de Farmamundi, «son prácticamente los mismos». «Lo que ha cambiado es la legislación mundial que ha regulado muy bien cómo afrontarlos», aclara. En 1999 la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que no se podían reciclar medicamentos. «Fue una transformación fundamental y crítica: o salíamos bien o nos hundíamos. Todo lo que hacíamos para recoger medicamentos dejó de servir y hubo que hacer un cambio drástico en la manera de conseguir los fármacos para poder enviarlos al Tercer Mundo», recuerda Clemente.

Área logística humanitaria

Este punto de inflexión puso fin a la infancia de Farmamundi. La creación del Área Logística Humanitaria fue la consecuencia lógica de esta regulación: había que conseguir el acceso a medicamentos de calidad a precios asequibles. Actualmente la organización ostenta el primer puesto como distribuidor internacional de medicamentos y material sanitario no lucrativo de España. «Mantenemos una relación profesional con algunos laboratorios europeos e internacionales, al ser proveedores nuestros. Este tándem nos permite la compra de medicamentos y material sanitario en una economía de escala que al tiempo nos ayuda a ofrecer, a precio de coste, estos suministros a otras ONG y programas humanitarios», explica el actual presidente de la entidad Ricard Troiano. Asimismo, algunos laboratorios colaboran con Farmamundi con aporte económico o en especie. «Las donaciones deben estar adecuadas y atender a las necesidades del país de destino. No podemos dar lo que nos sobra, sino lo que realmente necesitan», afirma Troiano. Farmamundi se ha hecho mayor pero su vocación sigue siendo la misma que cuando gateaba por los desiertos de Mali: convertir el derecho a la salud y el acceso a los medicamentos en una realidad. «El medicamento no se puede considerar como un ente aislado dentro del sistema de salud, sino que se trata de una parte del mismo. Las políticas de medicamentos deben estar enmarcadas en una política nacional de salud. Los intereses industriales o comerciales deberían ser secundarios a la hora de elaborar una política pública de medicamentos», resalta el actual presidente de la organización humanitaria.

Inversión en i+D

Las cifras dicen que es necesaria una reflexión profunda sobre la sostenibilidad del sistema. El 90% de la inversión mundial en I+D farmacéutica se destina a enfermedades que afectan solo al 20% de la población mundial. «El actual sistema de I+D, basado en patentes, provoca que las decisiones acerca de qué medicamentos son o no investigados sean tomadas por la industria farmacéutica. Por tanto, las decisiones no se toman en términos de las necesidades globales y reales de salud de la población mundial, sino en función de las posibilidades de lucro de esta industria, en la gran mayoría de los casos», denuncia.

Para Troiano, la forma de revertirlo sería que la agenda de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas se definiera atendiendo a las necesidades de salud de la población y no a los mercados comerciales: «Existen muchas enfermedades ignoradas, desatendidas u olvidadas que, pesa a afectar a una gran parte de la población mundial, no reciben suficientes recursos en I+D por parte de la industria porque no son rentables económicamente. Porque muchas de estas patologías las sufre la población más pobre. La malaria, el mal de chagas y la tuberculosis, entre otras, no suponen un mercado interesante para la I+D, aunque causen más de 8.000 muertes diarias».

Mientras tanto, Farmamundi lucha con las armas que tiene disponibles gracias a sus 7.500 socios, colaboradores, voluntarios y donantes. Aunque en la sede de Valencia los proyectos se miran y cuidan uno a uno, es inevitable mirar atrás para afrontar el futuro con más ilusión si cabe. Y las cifras son gigantes: 388 proyectos de cooperación al desarrollo, 2.340 toneladas de medicamentos y material sanitario suministrado en 6.723 envíos, 1.158 actividades de educación y denuncia a través de cursos, charlas, exposiciones o cinefórums, que han sensibilizado a más de 200.000 personas, unos 100 millones de euros invertidos en atender a más de 16 millones de personas en 70 países. «Pensar que hemos mejorado la calidad de vida de ellas es el mayor orgullo que tenemos, y el motor que nos empuja a seguir trabajando con la ilusión del primer día», concluye Troiano.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias La ONG del medicamento se hace mayor