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Jueves, 21 de junio 2018
Aprovechar al máximo los tejidos del propio paciente para lograr una rehabilitación oral completa en una sola cirugía y con una excelente capacidad de asimilación por parte del organismo para evitar molestias, rechazos, infecciones o inflamaciones. Es el concepto que ha implantado en algunas de sus clínicas en la Comunitat Valenciana la nueva red de odontología y medicina estética Vivanta con la creación de un área regenerativa que tiene como responsable al cirujano maxilofacial, Luis Senís Segarra, reconocido experto en la resolución de casos complejos.
«Por resumirlo de una manera muy simple», explica el doctor Luis Senís, director nacional de implantología de Vivanta, «hemos observado que el cuerpo humano reacciona de una manera muy diferente cuando se le injerta un cuerpo extraño a cuando el material que ha de asimilar proviene del propio paciente». En el primer caso, «el organismo tiende a rechazar ese cuerpo extraño, por lo que se es más proclive a infecciones, procesos inflamatorios y molestias, mientras que, si el material injertado es autólogo, es decir, de la boca del propio paciente, la recuperación es mucho más rápida y cómoda. Nos diferenciamos porque siempre que es posible, obtenemos el material y lo injertamos en una única cirugía», puntualiza.
Los beneficios, como reconocen los primeros pacientes tratados, «son espectaculares». Especialmente para aquellos que requieren de injertos óseos para poder ponerse implantes. «Hasta ahora una cirugía reconstructiva mediante injertos», explica el doctor Luis Senís, «requería en muchos casos la realización de dos intervenciones quirúrgicas, la primera para obtener tejido óseo del paciente, generalmente de su cadera o su cresta ilíaca, y la segunda para injertarlo en su boca. Este proceso podía prolongarse durante bastantes meses -de seis a nueve generalmente- hasta que el paciente podía disfrutar de dientes fijos provisionales».
«Ahora, con los últimos adelantos incorporados por Vivanta en nuestra área regenerativa, podemos simplificar tremendamente todo el tratamiento, reduciéndolo en muchos pacientes a una única intervención y a apenas un par de días hasta la colocación de los dientes provisionales», concluye el médico valenciano.
La clave está en la obtención, durante una única cirugía regenerativa, de gran cantidad tejido óseo autólogo. Para ello la unidad regenerativa de Vivanta dispone del equipamiento necesario para seccionar hueso del maxilar del paciente, en aquellas zonas donde existe un excedente. Estas secciones se realizan por ultrasonidos logrando un corte más sutil y preciso y una menor inflamación.
El tejido óseo obtenido se puede complementar con la dentina de los propios dientes del paciente, una vez extraídos y tratados, de modo que solo sea necesario recurrir a biomateriales o hueso que no sea autólogo en contadas ocasiones, y en pequeñas cantidades. Por último, para optimizar la regeneración de tejidos, utilizan concentrado de plaquetas con factores del crecimiento, también autólogas, favoreciendo una recuperación cómoda y rápida.
«La obtención de tejido óseo no es traumática para el paciente al realizarse en la misma cirugía de su rehabilitación ósea, y la respuesta biológica es muy favorable», explica el doctor Luis Senís, que destaca que «el paciente apenas tiene inflamación, ve reducido notablemente el riesgo de infección y se recupera con rapidez. En apenas un par de días, o incluso menos, puede recuperar toda su calidad de vida».
A juicio del médico valenciano, dos tipos de pacientes son los grandes beneficiados del área regenerativa implantada en Vivanta. «Por un lado, los pacientes que tienen fobia al dentista y mucho miedo al dolor, pues les podemos dar los medios para que no sufran y tengan una recuperación prácticamente indolora. Y, por otro, muchos pacientes que han sido desestimados anteriormente por no disponer de hueso suficiente -atrofia maxilar-, y que sin una cirugía de injertos estarían condenados a llevar prótesis removibles. Ahora esta cirugía de injertos es rápida y muy cómoda», señala.
Es el caso por ejemplo de Francisco José o Arturo, dos de los primeros pacientes tratados en el área regenerativa de Vivanta. El primero de ellos, con dientes muy frágiles desde niño y múltiples ausencias, tenía tal pánico al dentista que había optado por extraerse los dientes y vivir con una prótesis removible, y solo aceptaba pasar por un tratamiento de implantología si incluía anestesia general y era un proceso rápido e indoloro.
«Francisco José fue un paciente autólogo puro», explica el doctor Luis Senís. «Al presentar zonas atróficas y zonas no atróficas pudimos obtener hueso de los picos de su maxilar y de la regularización de sus planos óseos, dando una mayor densidad a las zonas atróficas. Posteriormente, con solo seis implantes en el maxilar y otros tantos en la mandíbula pudimos rehabilitarle totalmente en una única cirugía», añade.
Por su parte, Arturo padeció una serie de quistes bucales que le dejaron sin una estructura ósea apta para llevar implantes, y al afectarle también de un modo severo al paladar, ni siquiera una dentadura postiza. Su caso era complejo, pero se pudo solucionar obteniendo suficiente hueso a partir tanto de picos óseos como de sus propios dientes, para injertar.
En ambos casos los pacientes se sometieron a la cirugía un día, y al día siguiente estaban en casa totalmente rehabilitados, con dientes provisionales fijos y sin dolor, inflamación ni molestias de ningún tipo.
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