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EXTRAS
Jueves, 28 de noviembre 2019, 02:17
Los mares y océanos tienen un papel clave para garantizar la vida en la Tierra, hasta tal punto que las Naciones Unidas han identificado como uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) la protección de la vida submarina. Solo la existencia de organismos como la posidonia absorbe alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por los humanos, lo que permite amortiguar el impacto del calentamiento global. Además, la conservación de la biodiversidad marina y costera garantiza los medios de vida de más de 3.000 millones de personas. Pero lamentablemente, hasta un 40% de la superficie de los océanos se ve muy afectada por el ser humano.
Uno de los grandes problemas del medio acuático son las basuras marinas y su solución está en manos tanto de los ciudadanos como de la administración y de la industria. Desde Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, se están liderando proyectos que pretenden dar una solución al problema con la colaboración de los pescadores y desde la I+D+i.
El proyecto RepescaPlas, que comenzó en enero de 2018, recuperó más de 3.000 kilos de basuras marinas de las aguas de los puertos de Marín y Vigo en Galicia y de Gandía en la Comunitat Valenciana durante su primera anualidad.
En su segunda anualidad, se va a llevar a cabo un estudio de viabilidad técnica y económica para implantar nuevos procesos de selección en las plantas de separación para lograr una óptima valorización del residuo. Además, se buscará una solución a la valorización de este tipo de residuos que actualmente resulta compleja en su tratamiento por la degradación que presentan por su exposición al medio marino.
El centro tecnológico también lidera el proyecto europeo Oceanets que tiene un doble objetivo: evitar la pérdida de redes de pesca así como su recuperación y posterior valorización en forma de productos textiles de alto valor añadido.
Actualmente, se están realizando pruebas iniciales con una herramienta de geolocalización desarrollada por socios del proyecto, la cual los pescadores emplearán a modo de prevención para señalizar las zonas en las que detecten obstáculos en los que puedan quedar atrapados sus aparejos y también para identificar los puntos en los que hayan perdido sus redes para su posterior recuperación.
Por otra parte, en tierra firme, han comenzado también las primeras pruebas para desarrollar nuevos métodos de reciclado mecánico y reciclado químico que harán posible dar una segunda vida a las redes de pesca que hayan sido recuperadas y que ya no sean de utilidad. Concretamente, se están realizando las primeras pruebas de reciclado químico con las redes de poliamida para la obtención de fibras que permitan producir prendas de ropa deportiva. En el caso del resto de aparejos, Aimplas está investigando procesos de reciclado mecánico y técnicas de 'compounding' que permitan mejorar las propiedades del material para su incorporación posterior a distintas aplicaciones de valor añadido.
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