EXTRAS
Valencia
Miércoles, 24 de julio 2019, 23:48
En España arden de media cerca de 100.000 hectáreas cada año en más de 12.000 incendios forestales. Esto le convierte en el segundo país mediterráneo donde más superficie se quema, solo por detrás de Portugal. Así lo explica el informe anual de incendios 'Arde el Mediterráneo', presentado hace unos días por la organización ecologista WWF, que por primera vez lo ha elaborado con datos de sus oficinas en Francia, Italia, Grecia, Portugal y Turquía. En el informe, la ONG alerta de que estos países se enfrentan a la misma emergencia y pide a los gobiernos que unan esfuerzos en una estrategia de prevención de incendios comunitaria.
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Más del 80% de la superficie total que se quema cada año en el continente europeo pertenece a Portugal, España, Francia, Italia, Grecia y Turquía. Sus montes arden año tras año una media de 375.000 hectáreas en más de 56.000 siniestros, con importantes daños ambientales y económicos y con un serio riesgo para las vidas humanas.
En ese contexto, el informe de WWF se analiza qué sucede en la región mediterránea para que su territorio arda en oleadas cada vez más peligrosas y las causas que hay detrás de estos incendios, y propone soluciones transfronterizas y compartidas. El documento señala que, a pesar de la tendencia general decreciente en el número de incendios y en la superficie quemada desde la década de los ochenta, hay una peligrosa tendencia: los grandes incendios forestales (GIF), aquellos en los que arden más de 500 hectáreas. En España, en la última década, la proporción de GIF respecto al total de siniestros ha incrementado en un 20% y son, además, un 15% más grandes. De hecho, la oleada de incendios que recorrió nuestro país hace unos días calcinó al menos 10.000 hectáreas en apenas cinco días y las previsiones de un verano seco, largo y caluroso hacen temer que no serán los únicos.
Pero además, avisan los ecologistas, ha aparecido una nueva generación de incendios en la Europa Mediterránea: los superincendios, fuegos muy veloces, letales e imposibles de apagar a pesar de los avanzados dispositivos de extinción. «Urge asumir que tenemos un problema para el que no estamos preparados», afirma Lourdes Hernández, experta en incendios forestales de WWF y autora principal del informe. «Los últimos superincendios han demostrado que el paisaje, los montes, los sistemas actuales de lucha contra los incendios y la sociedad en su conjunto no estamos preparados para estas tormentas de fuego generadas por el cambio climático. Es imprescindible cambiar nuestro enfoque en la lucha contra el fuego y apostar por la prevención en lugar de por la extinción», destaca Hernández, para quien, si no se actúa, «seguirá habiendo situaciones dramáticas como las vividas en Portugal y España en 2017 o en Grecia el año pasado, que en total dejaron 225 víctimas mortales».
De esta forma, los incendios han dejado de ser un problema forestal o rural para convertirse en emergencias civiles. Entre las causas, la alta siniestralidad debido a una arraigada cultura de fuego -quema de rastrojos, fogatas, etcétera-, un paisaje con grandes acumulaciones de combustible altamente inflamable debido al abandono de usos, la ausencia de gestión y planificación forestal, casas intercaladas en el monte y el cambio climático, que proporcionan la receta perfecta para estos incendios. Para WWF, la única estrategia eficaz para hacer frente a los incendios pasa por abordar estas causas y apostar por una prevención real: reducir la alta siniestralidad y hacer el territorio menos inflamable y más resiliente al cambio climático.
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Para Constantinos Liarikos, responsable del programa de Conservación de WWF Grecia, «el informe muestra que, ya sea accidental o intencionadamente, el 96% de los incendios forestales en el Mediterráneo están causados por el ser humano». Esto significa, continúa Liarikos que «la prevención de incendios está también en nuestras manos». «Tomar las medidas de prevención adecuadas y conocer qué hacer ante estos siniestros son dos de los elementos más importantes para evitarlos. Así podremos proteger de manera activa nuestros bosques y los servicios que nos ofrecen», concreta el responsable de Conservación de WWF Grecia.
'Stop al foc en ruta', la exposición itinerante de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica que muestra a estudiantes cómo prevenir los incendios forestales provocados por la acción humana a los estudiantes, termina tras recorrer 20 centros de Secundaria y Primaria y ser visitada por 2.504 alumnos y alumnas. La exposición, desarrollada entre abril y junio, explica con la ayuda de monitores todo lo que pasa alrededor de los incendios forestales, y muestra pequeños detalles que marcan la diferencia y permiten ponerse en guardia y no bajarla pese a que parezca que el riesgo es bajo.
La muestra ha tenido una gran acogida, y se ha destacado desde los centros educativos su didáctica y diseño interactivo así como las recomendaciones para prevenir el riesgo de incendio forestal, la riqueza del bosque mediterráneo y el papel de cada una de las personas usuarias del monte.
La campaña 'Stop al foc en ruta', en el marco de la campaña de prevención de incendios forestales que desarrolla la Generalitat Valenciana, constituye una oportunidad de acercar los bosques a la ciudadanía y la oportunidad de convertirlo en protagonista.
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