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Jueves, 29 de noviembre 2018, 01:44
El perro de agua español es una de las razas de moda. Ha ayudado a ello su carácter afable, sus continuas muestras de fidelidad y su energía, pero también en hecho de que sea una de la treintena de variedades caninas hipoalegénicas, en este caso, gracias a que no pierde pelo, por lo que sus ejemplares resultan un buen compañero para humanos con alergia a los perros.
Turco andaluz, ovejero, perro de lana, perro de agua... a este tipo de can autóctono de la península Ibérica se le ha conocido a lo largo de la historia con muchos nombres. Se trata de un perro de naturaleza fiel, poco conocido fuera de las fronteras españolas y que no se vio reconocido por la Federación Cinológica Internacional como raza de forma definitiva hasta 1999.
Nació originalmente como perro pastor, generalmente en las dehesas andaluzas. Gracias a la fuerzas de sus patas y a sus dotes como nadador, también acompañaba a cazadores y pescadores en aquellos años. Actualmente es una de las razas más apreciadas en nuestro país y ha dejado de ser un perro de ayuda en el trabajo para convertirse en un fiel y leal compañero en casa.
A pesar de parecer una gran bola de pelo rizado que pudiera afectar sobre manera a los humanos alérgicos, los nudos que se forman en su pelaje hacen que el pelo no se le caiga poco a poco, sino que es propicio a que se le vayan formando rastas y nudos, que son los que finalmente se retiran con el tiempo. Acostumbrado al agua, su cabello toma un color especial con el agua del mar, gracias a la salinidad que le aporta.
Además de presentar una gran intuición, se trata generalmente de perros muy sociables, alegres e inteligentes, y con unas dosis de energía para las que hay que estar preparados. De hecho, es un perro perfecto para salir a hacer ejercicio, ya sea por la naturaleza o por suelo urbano. Sus años como perro pastor le han convertido en un compañero perfecto para toda la familia, ya que se adapta a cualquier situación y sociabiliza bien. Ese pasado también le ha convertido en una raza muy utilizada en labores de rescate y emergencias, acompañando a policías, bomberos y artificieros. En los últimos años también ha sido usado como perro de terapia para algunos tratamientos con resultados muy positivos para los pacientes.
Su pelaje duro y rizado en su principal seña de identidad. Al perder poco pelo, este le protege de las condiciones climáticas, aunque los veterinarios recomiendan aliviarle del calor en verano recortándole un poco, sobre todo si vive en zonas con mucha humedad en el ambiente o cercanas a la costa.
Tiene muy desarrollado el instinto pastoril, por lo que suele caminar pendiente de sus acompañantes, como si fuera controlando el rebaño. Presenta un alto grado de obediencia y su inteligencia permite que aprenda órdenes con mucha facilidad, lo que ha hecho que en los últimos años haya entrado con fuerza en el mundo del 'agility' gracias, también, a ser un perro con mucha energía.
El perro de agua español suele tener un tamaño medio pero es bastante corpulento. Una característica que han heredado la mayoría de sus 'primos hermanos', razas mestizas que han aparecido a su alrededor como el perro de agua portugués, que saltó a la fama internacional gracias a Bo y Sunny, las mascotas con las que la familia Obama convivió en sus años en la Casa Blanca.
Un pelo especial y en el que se van formando cordones
Si hay alguna característica que defina la estética del perro de agua español esa es su pelo en forma de cordones o rastas. Siempre controlando que no se le formen nudos y que no tenga parásitos que le obliguen a rascarse, el pelo de estos perros no debe ser cepillado pero requiere de atención.
El cuidado del pelo del perro de agua es una parte importante de su día tras día. Según sea su entorno y su actividad, se le puede cortar o no el pelo, aunque en caso de que se opte por hacerlo, los veterinarios recomiendan hacerlo con dos alternativas: por completo, como si se estuviera esquilando una oveja, que es la forma más recomendable si el can vive en casas o apartamentos de espacio reducido; o recortando la cara y las patas, en lo que se denomina corte de trabajo, y que está pensado para perros mucho más activos en la naturaleza y a los que se le facilita así que puedan nadar y que no se les enganchen espigas, bayas o cualquier elemento que pueda irritarle la piel o clavarse en sus patas.
Su pelaje hace necesario bañarlos con más frecuencias que otras razas de ese tamaño, una vez al mes al menos. Para secarlo no debe emplearse toallas ni secadores, ya que se recomienda que se seque él solo bajo el sol para que el pelo no se estropee y luzca radiante.
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