Convivir con animales a pesar de la alergia

Con la llegada de la primavera, miles de personas vuelven a convivir durante unas semanas con el malestar que generan síntomas como estornudos, sarpullidos, irritaciones de la piel y los ojos, etcétera. Generalmente, una alergia es una hipersensibilidad a una partícula o sustancia que para la gran mayoría de personas es inofensiva. De este modo, algo que en principio no es nocivo para una persona, el cuerpo lo detecta como tal y produce defensas para protegerse. Y un ejemplo de ello son los pelos de las mascotas.

Muchas personas alérgicas tienen complicado, y en ocasiones imposible, vivir con perros o gatos por culpa de la alergia a determinadas sustancias que tiene su pelaje o piel. La mayoría de médicos recomiendan directamente a aquellos que padecen alergia no tener un animal de compañía en casa, pero si se decide convivir con una de ellas, es bueno saber que existen ciertas pautas que pueden ayudar a reducir los síntomas e incluso a prevenirlos.

En el mundo de la alergia hay muchas formas de llevar los síntomas y muchos grados en lo que a los síntomas se refiere. Por eso, antes de escoger a una mascota, se puede optar por razas que sean menos contraproducentes con el problema de cada cual e incluso optar por variedades hipoalergénicas como es el caso del perro de agua, el American Hairless Terrier, el caniche, el crestado chino o el Schnauzer. Entre los gatos, razas como el egipcio o el siberiano no producen la hormona Fel d1 o no tienen pelo, con lo que se aconsejan para personas alérgicas.

En casa es importante tener un ambiente lo más limpio posible. Por esa razón, es recomendable usar un purificador de aire doméstico con el que atrapar todos los alérgenos que estén presentes en el aire. Además, es muy interesante mantener una limpieza máxima en el ámbito del hogar, puesto que así los epitelios -las partículas que son responsables de los síntomas de la alergia- no se fijarán durante mucho tiempo en los muebles y los tejidos domésticos.

Es importante, de esta forma, no dejar al alcance de las mascotas las mantas que use el resto de la familia y lavarlas cada semana. Algo que también se debe hacer con el espacio donde duerma o pase gran parte del día descansando y con su cama, colchón o mantita. Hay que evitar el uso de moquetas y alfombras, que aunque pueden quedar muy vistosas, se convierten en nidos para los epitelios y multiplican la posibilidad de pasarlo mal durante los meses en los que la alergia es más dura.

El dormitorio deber una zona restringida para la mascota en el caso de que haya personas alérgicas. Se trata de zona de la casa especialmente sensible y, por tanto, debe estar siempre libre de alérgenos. La idea es pasar el mayor tiempo posible libre de alérgenos, así que pasar las entre seis y nueve horas de sueño lejos de ellos siempre supondrá una mejora.Además de los antiestamínicos recetados por el médico, los especialistas también recomiendan utilizar pulverizadores nasales antialérgicos, que proporcionan alivio durante un periodo de tiempo de alrededor de 24 horas. Una buena idea, por ejemplo, para poder visitar otro hogar en el que viva una mascota.