Cañones del Júcar, uno de los paisajes más imponentes de la comarca del Valle de Ayora. LP
OCIO VERDE

Valle de Ayora, la joya agreste de Valencia

La comarca del interior de la provincia esconde zonas naturales de una belleza única

Extras.

Jueves, 27 de septiembre 2018, 01:08

'La Valle'. Así se conoce entre sus habitantes el Valle de Ayora, una zona que encierra tantos tesoros que precisa de un artículo determinado y femenino que lo acompañe. Como queriendo decir: eres única. Imaginémonos un manto verde de pinar, romero, esparto, jara, enebro, madroño y tomillo, delimitado por imponentes moles calizas que superan los 1.000 metros de altitud. Macizos y muelas vigías del fluir de los ríos Júcar, Cautabán y Reconque y de los pueblos que han florecido en sus riberas. Cortes de Pallás y su embalse es la puerta de entrada a un recorrido que se sumerge en Cofrentes, en la confluencia del Júcar y el Cabriel, y desde allí conecta con Jalance, Jarafuel, Teresa de Cofrentes, Zarra y Ayora, donde ya empieza a vislumbrarse el paisaje castellano de Almansa.

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La abundancia de los ríos y tributarios que recorren estas tierras dibuja una orografía agreste de barrancos, montañas y valles, con una vegetación mediterránea que se combina con el cultivo de cereales, olivos, viñedos y árboles frutales en las tierras bajas. El melocotonero es el gran protagonista al fondo del valle. Los incontables caminos y sendas invitan a calzarse las botas o montarse en bicicleta. Cofrentes posee la primera ruta fluvial turística de la Comunitat Valenciana. El itinerario fluye entre los imponentes acantilados de Muela de Cortes, que en algunos puntos se elevan 400 metros sobre el nivel del río. En sus peñascos todavía pueden verse cabras montesas y muflones.

Competición de belleza

La fauna compite en belleza con el castillo de Chirel de Cortes de Pallás, una imponente fortaleza flanqueada por gargantas que sirvió para combatir las guerrillas de los moriscos sublevados tras la orden de expulsión de 1609. El paseo en barco o piragua acaba en Cofrentes con las ruinas del castillo musulmán dominando el horizonte. En la orilla opuesta del Cabriel se levanta el cerro de Agrás, un volcán extinguido que constituye el afloramiento volcánico más importante de toda la Comunitat Valenciana. A pocos kilómetros del municipio, se encuentra el balneario modernista de los Hervideros y sus aguas medicinales rodeadas de vegetación.

Jalance, dominado también por un castillo musulmán, cuenta con la ruta de los Cañones del Júcar y sus 33 kilómetros de bosques, barrancos, túneles y murallas que discurren junto al río. El recorrido depara una sorpresa muy especial: la Cueva de Don Juan. En su interior, la luz juega con las espectaculares formaciones estalagmíticas recreando un singular y sobrecogedor paisaje. A la salida de la cueva, la frondosa vegetación rodea unas instalaciones de recreo que harán más grata la estancia del visitante. Más hacia delante, el camino continúa hasta otro incomparable rincón de la naturaleza llamado El Moragete.

Siguiendo el río Cautabán llegamos a Jarafuel y a sus numerosas y bellas fuentes como la del Tobarro, la Bella y la Fuente del Ral. En el paraje de Las Rochas se encuentra un camping rodeado de almendros con modernas instalaciones de recreo. Desde allí se divisa el pueblo y los ribazos de los campos donde se cultiva el almez, un árbol cuyas ramas son aprovechadas para la fabricación artesanal de bastones y aperos de labranza.

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Cerrando el valle

Teresa de Cofrentes es la siguiente población del valle. Asentada sobre una colina que desemboca en un castillo, sus calles, estrechas y empinadas, conservan su antiguo trazado medieval. En su término, entre el barranco de Carboneras y de la Argonguená, hay un paisaje de simas y cavidades de una gran belleza llamado Las Quebradas que enlazan con el macizo del Caroig, donde se eleva la montaña más alta de la región con sus 1.126 metros.

A pocos kilómetros de Teresa, un paseo largo, se encuentra Zarra: la que en su día fuera residencia del gobernador del valle, se emplaza sobre un cerro con pintorescas calles que desembocan en la iglesia parroquial de Santa Ana (siglo XVIII) con la torre del campanario exenta. En el río Zarra hallaremos un hermoso paraje para descansar: La Hoz.

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Ayora cierra el valle en la margen izquierda del río Reconque. Cuenta con la población más numerosa de la zona y se extiende sobre las faldas de una colina, donde permanecen los restos del antiguo castillo. En sus tierras se combinan los arboles frutales con las grandes extensiones de cultivos de secano. En su parte más occidental, próxima a la frontera con Albacete, se encuentra el paraje natural de La Hunde, junto a la caudalosa Fuente de la Cadena. Sus aguas se recogen en una balsa circular donde se permite el baño, junto a un extenso pinar con instalaciones y espacios para la acampada.

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