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Jose Forés Romero
Viernes, 13 de marzo 2015, 18:30
El esfuerzo tiene su recompensa. Y por ello un puesto de churros, buñuelos y chocolate de Valencia, que ofrece productos aptos para celiacos, ha recibido la suya. El apoyo le ha llegado con el reconocimiento por parte del ayuntamiento de Valencia de una placa conmemorativa por ese hecho diferencial, y que cuenta con el apoyo de Acecova (Asociación de Celíacos de la Comunidad Valenciana).
Y eso que MªCarmen y su marido llevan cinco años ofreciendo sus elaboraciones a unos clientes que apoyan con sus compras esta transformación del tradicional producto.«En realidad fue idea de nuestro hijo Pablo, el segundo de los doce que tenemos, quien nos dijo que deberíamos hacerlo y nos pusimos a trabajar mi marido y yo. La harina de celiacos es muy complicada de trabajar pero mi marido empezó a probar hasta que le salió bien. Y entre eso y que yo sabía hacer buñuelos salió todo. Y todo con aceite de oliva», explica la propietaria.
Este local, situado en la confluencia de las calles Jesús y Pintor Benedito y que para evitar una posible contaminación cruzada por contacto con cualquier sustancia susceptible de contener trigo o cualquier otro cereal con gluten, tiene separados los remolques, han considerado que el precio debía ser el mismo para todos los consumidores.«Los celiacos no tienen la culpa de no poder tomar trigo y por ello, aunque para nosotros sea más costoso, tenemos los mismos precios para los productos con o sin gluten», comenta Mª Carmen.
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