lola soriano / paco moreno / EFe
Viernes, 20 de marzo 2015, 11:28
La cremà celebrada anoche en las calles de Valencia fue una de las más peligrosas de los últimos años. En la falla municipal el fuerte viento provocó una lluvia de pavesas que afectaron principalmente a los invitados que asistían a la cremà del monumento de la plaza del Ayuntamiento y una de ellas fue a parar al escote de la fallera mayor de Valencia, Estefanía López, que rápidamente la apagó. Para evitar incidentes, las falleras y algunos de los invitados se retiraron unos momentos al interior del Ayuntamiento.
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También en Convento Jerusalén los bomberos tuvieron que atender a una mujer que se desmayó tras inhalar la densa humareda negra en el arranque de la cremà. Al parecer, trató de refugiarse en el zaguán del número 25 de la calle, pero ya había tragado demasiado humo y los efectivos le administraron oxígeno y se la llevaron en ambulancia, aunque parecía haberse recuperado.
El fuerte viento, con rachas de hasta 70 kilómetros por hora, alteró por completo la planificación de los bomberos. Además, la lluvia de estos días había empapado la madera y el corcho, con lo que se hizo obligado el empleo de abundante material pirotécnico y hasta latas de gasolina.
El encendido de muchos monumentos se retrasó hasta la llegada de alguna de las 33 brigadas previstas. Ante las rachas de viento, muchas comisiones solicitaron presencia de bomberos, con lo que algunos equipos tuvieron que dividirse. La previsión hace días era acabar a las dos de la madrugada en las más tardías del centenar declarado de alto riesgo por su proximidad con los edificios o debido a su volumen. Incluso en algunas fallas se tomó la decisión de hacer una cremà conjunta del monumento infantil y el grande, motivado precisamente por la escasez de equipos y las fuertes rachas de viento. Sin hora fijada, simplemente cuando hubiera disponibilidad de las brigadas, indicaron en una comisión.
fallas 2015
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Fue todo un broche de un ejercicio alterado por el mal tiempo y que ha afectado este año sobre todo al último tramo de la fiesta. Los 700 monumentos acabaron bajo las llamas, aunque con unos horarios totalmente distintos y sin margen para separar en el tiempo la cremà de los dos monumentos de cada comisión.
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En algunos casos la cremà fue muy accidentada, como en Félix Pizcueta-Cirilo Amorós. La comisión inició la cremà de la falla infantil, pero al estar este año tan cerca de la grande las chispas saltaron de una a otra y se quemaron las dos fallas a la vez. Se adelantó el horario de la grande de forma inesperada y los bomberos tuvieron que acudir de inmediato para controlar las llamas.
El presidente de la comisión, Jaime Aviñó, explicó que era algo que veían venir. «Con la remodelación urbanística que están haciendo en el cruce de estas calles, nos dijeron que la falla grande no la podíamos plantar en medio de la plaza porque había que dejar zona de paso para coches y ahora sólo había una distancia de cuatro metros entre la grande y la infantil».
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La mayoría de los falleros de esta comisión del Ensanche rompieron a llorar del disgusto y, además, la fallerita infantil, Amanda Aviñó, se quedó sin poder hacerse fotos al lado de la falla infantil mientras ardía. Además, la comisión ha denunciado al artista fallero por no haber acabado el monumento.
A la una de la madrugada, la vareta del ya mítico león de Manolo García fue lo último que vieron las miles de personas que acudieron a la plaza del Ayuntamiento. Antes, el pirotécnico José Luis Crespo aportó su arte con unos efectos en el interior de la falla municipal que hicieron las delicias del público, miles de asistentes que abarrotaban la plaza pese a que hoy es laborable. También se tuvieron en cuenta varias alternativas por el fuerte viento. También aquí hubo susto. Ardió tan rápido, que miles de varetas salieron disparadas provocando que decenas de personas salieran huyendo.
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Terminaban así unas fiestas de contrastes, de actos brillantes y otros deslucidos por la lluvia y el mal tiempo de los últimos días. De una fallera mayor de Valencia, Estefanía López, que entró la noche del miércoles en la plaza de la Virgen sin paraguas para entregar su ramo, como destacó ayer su madre, Chelo Montesinos, emocionada junto a su marido Agustín después de la última mascletà.
Antes, también había desaparecido la falla infantil municipal, un nuevo éxito de José Luis Ceballos y Francisco Sanabria. La fallera mayor infantil, María Donderis, rodeó junto a su corte de honor los rescoldos de 'Painting Valencia', otro éxito de los dos citados que han anunciado ya su intención de aspirar de nuevo a plantar en 2016. Manolo García, por su parte, también trabaja ya en varios proyectos para presentarlos el próximo mes en el Consistorio.
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Ceballos y Sanabria han sido protagonistas también del año, gracias en parte al rostro perfecto de Audrey Hepburn, sacado de uno de los cuadros de Antonio de Felipe. Media hora antes, la falla infantil ganadora en la sección Especial, Duque de Gaeta-Pobla de Farnals también quedó reducida a cenizas. La obra de Julio Monterrubio ha consolidado a este artista como el dominador de la categoría.
Y el azar del calendario ha querido de nuevo que surja el debate sobre el traslado de la cremà. El próximo año, la cremà cae en sábado al ser bisiesto, mientras que hasta 2018 el fin de fiesta no será lunes, el día mágico para los hosteleros.
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Un debate aplazado al ser final de mandato municipal. La alcaldesa Barberá dejó ayer la decisión en manos de los presidentes de falla, aunque en su opinión debe imperar la tradición de la festividad de San José.
Baenas domina con claridad
Y en cuanto a la alta competición, el ejercicio de 2016 se presenta apasionante gracias al dominio absoluto por segundo año consecutivo de 'Pantomima', la obra de Pere Baenas para la comisión plaza del Pilar. La propuesta de Pedro Santaeualia para Convento Jerusalén partía como favorita al tener el presupuesto más alto, 230.000 euros, aunque las preferencias del jurado han roto el estereotipo de que la más cara sea la mejor.
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Y si revuelta anda la lucha por el oro, no es menos el ímpetu con el que llega Alejandro Santeaulalia al podio, un serio aspirante y que aseguraba a este periódico que aspira al primer premio en 2016 con l'Antiga. En el resto de categorías también hay ánimo de revancha, donde en Primera A ha dominado este ejercicio el maestro Manuel Algarra, con el doblete en falla grande y ninot indultat de Almirante Cadarso, también obra suya. Las fallas han costado algo más de siete millones de euros, ya con los talleres trabajando al 10% del IVA en lugar de 21% que se anuló el pasado año.
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