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Sofía y Alicia piden en la Crida que la Unesco dé a las Fallas el reconocimiento que merecen

La decisión del Ayuntamiento de adelantar el castillo interrumpe el Himno Regional e impide oír el de España

lola soriano

Domingo, 28 de febrero 2016, 18:36

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Alicia Moreno y Sofía Soler, falleras mayores de Valencia 2016, demostraron anoche en la Crida que son unas magníficas embajadoras de las Fallas. Era el primer año en que la fallera mayor infantil se dirigía a los miles de valencianos reunidos en las torres de Serranos y la nota que obtuvo fue de sobresaliente. Tanto Alicia como Sofía invitaron en sus discursos a la Unesco a reconocer el gran valor de las Fallas para que sean declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, una decisión que se estudiará en el mes de noviembre.

Pero, reivindicaciones al margen la Crida de este año estaba llamada a ser especial. Era la primera del gobierno tripartito y los cambios no se hicieron esperar, algunos más superficiales, pero otros completamente polémicos. Entre estos últimos destaca la decisión del Ayuntamiento de adelantar el disparo del castillo de fuegos artificiales desde el viejo cauce del río, lo que dejó descolocada a buena parte del público. No en vano, esta maniobra consiguió interrumpir el Himno Regional, además de impedir que posteriormente se oyera el nacional, ya que el espectáculo pirotécnico se intercaló a caballo de ambas composiciones, anulando el final de la una y el arranque de la otra, que de este modo pasaron inadvertidas.

La medida rompe con todo el protocolo, desluciendo el momento más emotivo de la Crida, que al margen de los discursos llega cuando suenan los himnos. En esta edición, durante los dos minutos que duró el castillo, no se podía casi escuchar la obra compuesta por José Serrano y con letra de Maximiliano Thous. Lo mismo ocurrió con la versión reducida del himno de España.

El principal cambio se debió a que, si bien en años anteriores el castillo no se lanzaba hasta que acababa el acto protocolario final, ayer se produjo una superposición de la música y la pólvora y se creó confusión entre los asistentes. Buena prueba de ello es que el público, que estaba en ese instante cantando el himno mientras admiraba a las falleras mayores de Valencia y sus cortes, tras oír los primeros avisos del castillo dejó de mirar hacia las Torres de Serranos, se dio media vuelta y en algunos casos no sabía si mirar a las falleras cantando o apreciar el colorido de las palmeras del castillo. Por eso, al final los himnos, que por cierto no cantaron ni Ximo Puig, presidente de la Generalitat, ni el alcalde Joan Ribó -algo que fue muy criticado en redes sociales- quedaron tapados y deslucidos por el sonido de la pólvora.

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Esta superposición no fue algo accidental, sino que el Ayuntamiento de Valencia lo propuso bajo el argumento de fusionar el himno y la pólvora para acabar ambas cosas a la vez.

El resultado también afectó al propio espectáculo de pirotecnia Valenciana (de Llanera de Ranes), ya que el castillo habitualmente brillante que pone broche al acto fue esta vez más breve y deslucido, y así se notó en el semblante de los asistentes.

No opinó ayer igual el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, que en redes sociales comentó que el acto había tenido unos emotivos discursos «de nuestras representantes, que han recibido las llaves de la ciudad de mano del alcalde» y que «el himno valenciano con acompañamiento pirotécnico fue la seua cirereta del pastís». Es decir, elogió la innovación de fusionar el himno con el castillo.

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Otro de los cambios introducidos en la Crida de este año fue que se reubicó a los concejales de los distintos partidos políticos en el cadafal para qu no estuvieran detrás de las falleras mayores de Valencia y sus cortes. Como explicó el alcalde de Valencia, Joan Ribó, el objetivo es que las verdaderas protagonistas fueran las embajadoras de las fiestas y no los políticos. Por eso, los concejales estaban situados en los laterales del escenario, salvo el propio Ribó, que tenía que entregar a las falleras mayores de Valencia las llaves de la ciudad, y el president de la Generalitat, Ximo Puig, que estaban junto a Sofía y Alicia.

Retraso de espectáculo

En cuanto al desarrollo de la Crida, fue muy comentado por el público el retraso que sufrió el inicio del espectáculo. Y es que era la primera vez que la Crida era transmitida a nivel nacional por la 2 de TVE y el canal internacional, y pareció que los políticos estaban más pendientes en la parte trasera de las torres de Serranos de las conexiones que marcaba la cadena y de salir en pantalla, que del reclamo de los espectadores que estaban reunidos en la plaza de la Crida esperando que llegara el momento que llevaban deseando desde hace días.

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En las conexiones con la televisión estaban presentes los concejales de todos los partidos políticos y, como anécdota, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, y la concejal Amparo Picó supieron coger buena posición para salir en pantalla, ya que se situaron a los pies de las Torres de Serranos -donde se hacían las conexiones previas a la Crida- justo detrás de las falleras mayores. Se veía más a ambos que al propio presidente de la Generalitat, que estaba en un lado.

Este retraso hizo que se fuera poniendo música de animación hasta que se dio la orden de empezar las proyecciones de luces en las torres. Desde las 19 horas hubo un espectáculo de DJ, en el que también participó el valenciano Chimo Bayo, y se escuchó música española que puso el ritmo en los pies a los presentes con canciones de Raphael, Mecano, Miguel Bosé o la canción Sabor de amor de Danza invisible, que las falleras mayores y sus cortes bailaron en conjunto. No gustó tanto la parte de música que recordaba el estilo de la ruta del bacalao.

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La proyección de imágenes que se realizó sobre las torres de Serrranos duró siete minutos. En todo momento, se pudo ver un lema de apoyo a la candidatura de la Unesco con el lema Las Fallas, un patrimonio común y se crearon tres secuencias. En la primera secuencia, un sastre dibujaba los trazos de una tela y las torres de Serranos se vistieron de ricas sedas valencianas. Luego se hizo un homenaje a los cartelistas valencianos y se proyectó el cartel de Segrelles de 1929 y otros míticos como el de Vicente Gil Pérez de 1948; otro de Rafael Contreras de 1979 y un cuarto de Domènec Morena de 1992. Y se cerró la proyección con las piezas que han servido al diseñador Ibán Ramón para crear los cuatro carteles de Fallas de este año.

El parlamento de Alicia Moreno en la Crida fue ayer muy aplaudido. Sobre todo, gustó mucho que se dirigiera como embajadora de la fiesta a los extranjeros, ya que dijo Bienvenidos a las Fallas en castellano, valenciano, inglés, francés y también en italiano.

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Valencianos por el mundo

También hizo un guiño a los valencianos que viven en otros países. Alicia indicó que «en esta Crida, todos los valencianos que están fuera de nuestra tierra se sientan más cerca de ella». Y es que Alicia hace unos años ya se perdió una Crida por estar trabajando en Madrid, y por eso, quiso destacarlo en el discurso.

Este discurso se enlazó en el espectáculo con la proyección de fotos de valencianos que están por el mundo, en el extranjero y con el cartel de Fallas en la mano en puntos como Holanda, Rusia, París o Inglaterra.

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Alicia dijo a los falleros que sus esfuerzos tendrán recompensas. «La voluntad que siempre nos ha guiado será la que este año haga historia y el patrimonio cultural que son las Fallas tendrán el reconocimiento que se merecen».

La fallera mayor de Valencia hizo patria en todo momento y ensalzó a la «nostra volguda Senyera». Y pidió a los falleros que conserven las Fallas como tradición centenaria, «transmitida de padres a hijos en nuestra querida lengua valenciana. Y es que ser fallero es más que un sentimiento, es nuestra forma de vida». La embajadora de las Fallas repasó todos los oficios artesanos y la riqueza de las sedas y cuando recordó la Ofrenda que se hace con devoción a la Mareta, fue muy aplaudida.

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El alcalde Joan Ribó también hizo un parlamento antes de entregar las llaves de la ciudad a Alicia y Sofía. Recordó el trabajo de todo un año en los casales y talleres y dijo que Valencia se transforma «al caliu de la festa», unas palabras que a más de uno le recordaron el discurso del año pasado de la exalcaldesa Rita Barberá.

Si bien las falleras mayores de Valencia dijeron el discurso de memoria, Ribó lo leyó. Era medio folio que contenían las palabras previas a la entrega de las llaves de la ciudad. «Llevo el texto escrito porque no me gusta improvisar. Este es un acto muy serio y lo leo por respeto a las personas», dijo Ribó.

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Al finalizar la Crida, la comitiva de falleras mayores de Valencia, cortes y concejales se desplazó a la Basílica para ofrendar unas flores a la Virgen. A este acto no acudió ni Ximo Puig ni Joan Ribó. «Soy muy respetuoso con todas las creencias, pero es fundamental separar Estado y religión. Pero no tengo nada en contra, de hecho a título personal he ido hoy -por ayer- a ver los frescos restaurados de San Nicolás».

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