Azpeitia se prepara para cerrar el taller

El avance desbocado de la pandemia y la falta de encargos por parte de ayuntamientos y colectivos festeros se han convertido en una bola de nieve que no para de crecer y que va a toda velocidad cuesta abajo para los artistas falleros, pero sobre todo, para los carroceros.

La situación es tan angustiosa que un maestro como José Ángel Azpeitia está preparando el cierre de su taller. «Me quedaba un año para jubilarme, pero voy a tener que adelantarlo porque no tenemos ingresos y los gastos no paran. No entra faena y he tenido que despedir a mi empleado», dice con el rostro emocionado.

Además, ha tomado medidas muy drásticas y que suponen un conflicto emocional, ya que ha comenzado a vender sus carrozas para subsistir. «He vendido dos al Ayuntamiento de L'Olleria, que es cliente mío de toda la vida, y una tercera al gremio de artistas», añade Azpeitia. Detalla que no serán las únicas que enajenará. «Tengo 20 y quiero ver si encuentro compradores entre ayuntamientos y compañeros».

Otro paso que ha tenido que dar de forma dolorosa es poner en venta su nave de la calle Vicente Canet. «No he colgado en la puerta el cartel de 'Se vende', pero ya está en manos de una inmobiliaria. Si entrara pronto trabajo sería una cosa, pero no podemos aguantar los carroceros más tiempo así. Desde marzo que no podemos trabajar porque se suspender todos los eventos».

Lamenta tener que vender la nave en la que ya trabajó su padre, Ángel Azpeitia y recuerda que su tío, José Azpeitia, «fue el autor del rostro del cadafal de la Virgen de la Ofrenda. Tuvo la medalla nacional de escultura y tiene piezas en el museo de Alzira».

Afirma que «llevamos años pidiendo que hagan algo para proteger la profesión y por la Ciudad del Artista Fallero, como un espacio creativo único, y no han hecho caso. Los valencianos vamos a perder este patrimonio porque no creo que ningún artista pueda comprar la nave y será para una empresa de otro sector».

La puntilla que ha determinado su decisión es la falta de apoyo del Ayuntamiento. «Nos dijeron en Cultura Festiva que nos contratarían carrozas para la Cabalgata. Luego nos dijeron que si no se podía, verían cómo hacer, pero no nos han llamado ni para hacer decoraciones navideñas y, sin embargo, se han gastado una fortuna en alquilar autobuses para los Reyes Magos, dicen que de empresas de conocidos».

Azpeitia no es el único que está en situación límite. Miguel Cortés, de carrozas Cortés, dice que «si continúa así la situación, no sé cuál va a ser el fin. El Ayuntamiento no ha alquilado las carrozas ni nos ha encargado nada y luego contrata autobuses y da subvenciones a las magas». Añade que «tengo gastos fijos de más de 3.000 euros, entre la nave donde guardo las carrozas, el pago de la nave de Ciudad Fallera, autónomos o IVA. Desde marzo he consumido 30.000 euros y no entran ingresos. No dispongo de capital para pasar seis meses más».

Maica Guaita, de carrozas Roda, explica que «tengo en Erte a dos personas y ahora vamos a empezar los pagos de ICOs porque pensábamos que esto iba a acabar antes. La empresa tiene más de 60 años y esto no lo habíamos vivido nunca y las pocas ayudan que dan, no cubren los gastos fijos. Mientras no nos dejen trabajar, deberían de paralizar los impuestos». Hace un llamamiento para que la Generalitat conceda pronto las nuevas ayudas.

Alfredo Demets añade que «tengo 40 carrozas paradas hace un año. Mi mujer se ha tenido que poner a trabajar en un colegio y estamos esperando las prometidas ayudas de la Generalitat».