Carlos Galiana: «Intento no llorar, pero es difícil mirar a la gente y decirles que no hay Fallas»

Después de dormir cinco horas al día como mucho esta semana, al concejal de Cultura Festiva que le ha tocado la suspensión de las Fallas se le ve tranquilo al pie del monumento municipal. Todavía le queda mucho trabajo por delante para llegar al 19 de julio.

-¿Cómo se encuentra?

-Intento no llorar. Como concejal debo mostrar una serenidad y una tranquilidad muy grande, pero es cierto que esto es una fiesta de sentimientos y yo soy fallero. Es muy difícil mirar a la gente a los ojos y decirle que no hay falla. Y hablar con las falleras mayores de un casal y aguantar una hora llorando sin parar. He dormido poco, pero para eso tengo este cargo y cobro. Sobre todo estoy agradecido a gente de cualquier tipo de ideología que me han animado.

-Finalmente, las fallas arderán el 19 de julio.

-Nos hemos dado el plazo del 19 de junio para valorar la situación, ver cómo ha evolucionado el coronavirus y si es factible que un mes después puedan celebrarse las Fallas.

-¿Por qué esa fecha?

-Porque el 19 es domingo y en el imaginario colectivo, del 15 al 19 son los días de fiesta, empezando por la plantà infantil y a partir de ahí todo lo demás. Sólo cambiamos el mes y nos pareció algo positivo. Fue un acuerdo por unanimidad con los colectivos y eso lo vamos a trasladar al pleno y la asamblea de presidentes. El próximo lunes las dos cosas.

-Y lo que no se pueda guardar se quema, como esta falla del Ayuntamiento.

-Lo que estamos valorando es falla por falla qué necesidades de transporte tiene, en qué situación se encuentra el monumento y luego hay elementos que no se pueden desmontar por seguridad y tardaríamos mucho más. No queremos correr ningún riesgo y las fallas están hechas para ser quemadas. Estamos planteando quemar algunas y como no queremos hacer el efecto llamada para evitar aglomeraciones de esto, no queremos hacer un espectáculo ni mucho menos, hemos trasladado a Bomberos y la Policía Local la necesidad de hacer un dispositivo de tal manera que, por decirlo de alguna manera, se quemen a puerta cerrada.

-Las que se quemen ahora no tendrán plantà en julio.

-Difícilmente, vamos a valorar lo que tenemos. Aquí por ejemplo (señala la falla municipal), tenemos dos partes bien diferenciadas como son el cuerpo y la cabeza. Lo que estábamos hablando ahora mismo con los artistas es ver qué hacemos con la cabeza. Podemos quemarla con el resto del cuerpo, hay una propuesta de guardarla y otra de mantenerla. Nos hemos dado un tiempo para valorar. Desde el Ayuntamiento optamos por guardarla y en julio sacarla con toda la dignidad para hacer lo que hacemos los falleros, que es quemar lo malo. Haríamos eso con una figura convertida en un símbolo del coronavirus (el rostro de la mujer está tapado con una mascarilla) y poder hacer algo atractivo, quemando lo malo.

-¿Qué parte del programa se podría salvar en julio?

-Los premios depende porque las fallas de Especial no están todas en las mismas condiciones. Va a ser difícil salvarlos. Luego no sé lo que harán otros municipios que también pertenecen a la Junta Central Fallera, como Mislata o Burjassot. No sé por ejemplo a qué hora será la Ofrenda, marzo no es julio. Tenemos que valorarlo en la asamblea de presidentes. También hay que decir que en Alicante se hace con calor y no pasa nada, no tenemos porqué alarmar. En las preselecciones falleras se visten y no pasa nada. Hay premios por ejemplo que deben darse, como los de llibret y presentaciones. Todo eso hay que sentarse y reprogramarse, pero lo primero es lo primero, ver cómo se soluciona esto (mirando a la falla).

-¿Otras cuestiones en el aire?

-Los representantes de las fallas ver hasta qué día están, si acaban el 20 de julio, igual que el censo de las comisiones falleras. Todo este tipo de aspectos legales, tenemos que sentarnos con la tranquilidad necesaria para solventarlas. Las preselecciones, por ejemplo, si las falleras mayores de cada falla siguen hasta el 20 de julio y estás haciendo al mismo tiempo preselecciones el 2 de julio, hay que verlo.

-Es una situación excepcional.

-Y habrá medidas excepcionales por ese motivo. Esto no va a ser trasladar las Fallas a julio, nada va a ser lo mismo, no será calcar exactamente lo que se hace en marzo. Vamos a tener que inventar porque no hay ningún manual. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen todo tipo de experiencias extremas, pero Cultura Festiva no.

-¿Qué es lo más urgente para las Fallas, qué le piden más?

-Hay un perjuicio económico muy grande de no celebrarlas ahora. El oficio de artista fallero está destinado a crear una falla, plantarla y quemarla. Si no quemamos no podemos repetir el ciclo y todo eso hay que solucionarlo en julio, esperamos. Por otro lado, la gestión de los sentimientos, eso es muy complicado, cómo gestionas a tus falleras mayores, presidentes infantiles y a toda la gente. Esto es una fiesta de sentimientos. Muchas veces me cuesta no emocionarme, imaginaos al nivel de un presidente de falla que debe gestionar con toda su comisión la suspensión.

-¿De las reuniones le llega la impresión de que la gente está aceptando la situación?

-Con todos los representantes que nos hemos reunido, la sensación sin excepción es que han sido propositivos y que han entendido de que se trata de una situación de salud pública.