Exaltación de la fallera mayor infantil de Valencia 2022 | Nerea sonríe a las Fallas de la esperanza

La sonrisa no se borró este domingo ni un sólo segundo en el rostro de Nerea López Maestre, faller mayor infantil de Valencia de 2022, que quiso representar con esta expresión la ilusión de los niños por el regreso de las Fallas a las calles. Para este día tan especial Nerea confió en un espolín nombre 'Malachite', un tono que, para que todo el mundo lo entienda, era verde tirando a gris muy dulce.

El espolín hacía referencia a un mineral, una piedra preciosa que ya utilizaban los egipcios para hacer joyas y amuletos. Si bien la gama no tiene nada que ver con la de su compañera de reinado, Carmen Martín, en cierto modo el simbolismo de la esperanza de los dos verdes ha marcado la elección del traje de las dos representantes de las Fallas.Hay que remontarse a 2007 para hacer referencia a otra fallera mayor infantil que vistió de verde, Inma Escudero y Laura María Ortega en 2004.

La Joia ha sido la firma encargada de la confección del traje de Nerea y de su corte.Las doce compañeras de la corte destacaron con unas telas de la Compañía Valenciana de la Seda de nombre 'Allegra' y la corte mayor estrenó el segundo traje oficial, con una tela de Bartual con un tejido a rayas de nombre 'Letizia'. Por otra parte, todavía con la sonrisa intacta, Carmen Martín, apostó por un estrecho de seda 'Regne de València' color 'Siena tostado' de Bartual, para mantener el aspecto antiguo y tejido con un metal de oro viejo.En esta segunda jornada de exaltaciones también se pudo ver a Carla García (FMIV 2020-2021), que sorprendió con un traje de Greta by Claudia con cuerpo brocado de algodón con seda y detalles de guipur, combinado con una falda de tul de fondo de satén y un fajín de seda salvaje.

Precisamente en el escenario se habló mucho de trajes, ya que las compañías Espectáculos Mas i Eventime Teatre representaron un espectáculo donde un personaje, que era modista, había perdido su lápiz mágico con el que quería crear el traje de Nerea.

La puesta en escena era de cuento, con actores con nombres como Lucchino y Josep Gabbana cantando músicas inspiradas en películas Disney y se habló de los ratones que confeccionaron el traje de Cenicienta. No faltó la presencia de un hada madrina, que venía con su varita para devolverle la esperanza a Josep. Se pidió el público que agitara los dedos para hacer magia y eso es lo que hicieron los niños.Se escucharon melodías de Cenicienta o de la de la Bella y la Bestia y el público no escatimó en aplausos. Fue ir a lo seguro, a lo que gusta a los niños.En el descanso se pudo ver a falleras mayores infantiles de Valencia como Sofía Soler (FMIV 2016), Daniela Gómez de los Ángeles (FMIV 2018) o Sara Larrázabal (FMIV 2019). Y tras el receso llegó el protagonismo de Nerea y sus compañeras. Ya no había factor sorpresa, se sabía que iban a desfilar por el pasillo sin mascarilla, a cara descubierta.Las sonrisas de las trece jóvenes dejaron a la vista la esperanza de los niños en unas Fallas lo más normales posibles. La imposición de bandas salió a la perfección y le siguió la entrega de flores. Como los pasillos del Palacio de Congresos son estrechos, las canastillas se subieron de lado. Por cierto, la canastilla del Ayuntamiento de Valencia era minúscula, casi rozando a pobre si se comparaba con la ofrendada por la Federación de Hogueras de Alicante, que llevaba hasta peluches, y era más pequeña que la de la Junta Central Fallera o la de la falla de Nerea, Ingeniero José Sirera. Como anécdota a la bellea del foc la citaron como Noelia al subir y al bajar retificaron y la nombraron como Valeria Gómez. El broche de oro lo puso la pirotecnia Aitana y luego las falleras mayores de Valencia y sus cortes fueron a la Basílica para entregar los ramos a la Virgen. La banda de Música de Valencia estuvo tocando marchas fúnebres como protesta.

El mantenedor de Nerea López, el médico y presidente de la Federación de Fallas de Burriana, Salvador Doménech, se metió a la gente en el bolsillo. Implicó al público citando a sus sectores falleros y plantó una falla, con las torres de Serranos y decorada con muñecas vestidas de valencianas y coronada por un ninot que era Nerea.

Dijo que las Fallas de 2022 ya han empezado a rodar. «Después de dos años sin poder quemar las Fallas -las Fallas de Valencia y de los pueblos -por fin llegaron las Fallas de septiembre, Fallas que no salieron nada mal»

Opinó que fueron unas Fallas «que volvieron a hacernos soñar y el ciclo volvió a comenzar», en referencia a que ya estamos empezando a vivir las de 2022.

No hay que olvidar que Doménech es uno de los portavoces de la Mesa de Seguimiento de las Fallas en las constantes reuniones con Sanidad, para ver de qué manera se pueden hacer actos.

Se definió como un 'friqui fallero' y comentó que su pasión es el monumento. Por eso estructuró el discurso como si fuera el proceso de creación de una falla. Comparó a Nerea y sus doce compañeras con los bocetos que preceden al diseño de la falla. Dijo que «Sois los 73 bocetos» que se presentaron en la Fonteta «y se escogieron 13» para representar a la fiesta.

Argumentó que el cuerpo central son las raíces de la fiesta: la indumentaria, la pirotecnia, la sátira y literatura y la música. Comentó que la primera escena de la falla son la corte, la segunda, la familia y el remate, Nerea.

Añadió que Nerea comienza «un cuento que ya había soñado, pero no todo es fiesta. Tienes una gran responsabilidad» para que la gente «pueda decir mira la FMIV es bonica y además salà, sabe estar en todos los sitios, es graciosa y educada».

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