Las fallas descartan llevar al Ayuntamiento de Valencia a juicio por el limitador de sonido

Esta decisión se toma después de que el 18 de enero lanzaran un comunicado en el que indicaron que barajaban la posibilidad de iniciar la vía judicial porque este aparato medidor, que se exige en el Bando de Fallas 2024 y en la nueva ordenanza de Contaminación Acústica, no se requiere en otras fiestas del resto de España.

Después de estudiar las opciones, en la reunión se ha acordado no generar enfrentamientos y desestimar tomar cualquier tipo de acción legal, para no interferir en el trabajo en común entre las fallas y el Ayuntamiento en beneficio de la fiesta.

Eso sí, esperan que el Consistorio, tal como se comprometió el concejal de Fallas, Santiago Ballester, cumpla con el compromiso de revisar la ordenanza este mismo año para comenzar a tramitar una excepcionalidad de cara a las Fallas de 2025.

No hay que olvidar que la ordenanza de Contaminación Acústica, que incluye la exigencia del limitador registrador, fue aprobada por el anterior equipo de gobierno, y si bien los falleros pidieron en varias asambleas de presidentes que se retirara la medida, la respuesta que obtuvieron desde el Consistorio -tras preguntar en el departamento legal- es que la prórroga había terminado y no se podía prolongar y entraba en vigor.

A pesar de ello, los falleros siempre han mantenido que era una aberración exigir este aparato, ya que es muy caro y, además, requiere de un certificado y un gasto de dinero cada vez que se conecta un aparato de sonido -sin tener en cuenta que en Fallas en un mismo día puede haber una ambientación de música matinal y una verbena por la noche-.

Incluso desde la Interagrupación apuntaron que desde entendían que no se pueden aplicar a las fallas, que desarrollan su actividad durante cinco días al año y en la calle, la misma norma que a los locales de ocio que desarrollan su actividad en locales acondicionados y estables durante todo el año.

También detallaron que la nueva ordenanza es la más restrictiva de toda España y que imposibilitará la propia contratación por parte de las comisiones de orquestas y discomóviles para estas próximas Fallas.

Y es que explicaron que además de la necesidad de adquirir unos aparatos, con el desembolso económico que esto conlleva, sería de muy difícil cumplimiento ante la escasez de los mismos en el mercado.

Los falleros durante este tiempo también habían advertido que el limitador registrador de sonido más barato puede costar 700 euros y, además, que tendrían que fabricarlos ex profeso y como mucho podrían llegar a hacer 150 o como mucho 200, pero no para las 360 fallas censadas en Valencia (restando las de los pueblos inscritas en la JCF).

Por su parte, cabe recordar que el edil Santiago Ballester ya anunció en una asamblea que, durante este año 2024, harán modificaciones e la ordenanza para que se pueda hacer una excepcionalidad en el Bando. De hecho, añadió que en enero iban a presentar una moción para poder hacerlo, pero la tramitación puede llevar cinco meses.

Según fuentes consultadas, desde la concejalía de Contaminación Acústica ya han elevado la consulta a los letrados de la ciudad para iniciar los trámites con el fin de buscar una solución a este tema que se aprobó durante el gobierno de Ribó.