Las Fallas tendrán que distanciarse de medio centenar de monumentos en el centro

En concreto, cualquier instalación provisional relacionadas con las Fallas (igual que ocurre el resto del año) debe estar a ocho metros de distancia de la fachada principal y a tres metros de los laterales. En caso de que el espacio colindante con el inmueble tenga 10.000 metros cuadrados, cualquier parada, escenario o churrería se alejará hasta los 15 metros.

Esos son los datos fríos, aunque el bando fallero indica que en algunos monumentos habrá una atención especial, mencionándose expresamente la Lonja y el Mercado Central. En este entorno, la Policía Local ha decidido dejar los días grandes de la fiesta un retén de guardia las 24 horas, además de contar con el sistema de videovigilancia puesto en marcha para detectar actos de vandalismo como pintadas.

«Nos preguntamos cuál será el número total de efectivos policiales para vigilar todo el entorno y sí será suficiente para controlar que no se orine y se viertan todo tipo de líquidos en las fachadas de este bien Patrimonio de la Humanidad (Cordellats, plaza de la Compañía, calle de La Lonja y calle Pere Compte)», indicaron fuentes de la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, una de las entidades más reivindicativas por los daños producidos en 2019.

Entonces, las imágenes de un mar de basura en la plaza del Mercado, personas orinando en las 'covetes' de la iglesia de los Santos Juanes y botes de cerveza apilados en los ventanales góticos se volvieron virales, obligando al Ayuntamiento a tomar decisiones como el citado retén.

«Igualmente, sería interesante que el Ayuntamiento explique el funcionamiento de las cámaras de videovigilancia que se instalaron y qué área o servicio va a estar observando las imágenes y las grabaciones que se realicen», añadieron, en referencia a si se trata de los funcionarios de la concejalía de Patrimonio o la Policía Local, como ocurre por ejemplo con las cámaras en el jardín del Turia, que llegan a la central policial en la avenida del Cid.

«Tememos que los resultados sean idénticos o similares a 2018 y a 2019, cuando la situación se desbordó completamente y se vieron imágenes que producían vergüenza ajena. Esperamos que, en aplicación del Plan de Ciutat Vella, se vigile la instalación de todo tipo de casetas, barras de bar, discomóviles o wáteres químicos, para que no se pongan ni pegados a las fachadas de los monumentos, ni dentro de sus áreas de protección libres de ocupación», finalizaron.

En la misma línea, la asociación de Comerciantes del Centro Histórico recordó que el artículo 38 de la Ley de Patrimonio Cultural prohíbe la colocación de rótulos y carteles publicitarios, conducciones o elementos impropios en los jardines históricos y en las fachadas y cubiertas de los monumentos, así como de «todos aquellos elementos que puedan menoscabar o impedir su adecuada contemplación».