Pere Fuset: «En Fallas tiene que haber menos 'mojiterías' y más horchaterías»

-Ha estado tres años y dos meses sin estar al frente de Cultura Festiva. Visto con perspectiva, ¿Qué echaba de menos y qué ha podido reflexionar?

-He estado trabajando en el ámbito de smartcity, que es muy transversal, pero es más invisible. A pesar de ello, me ha permitido coger perspectiva y me da más fuerza para arremangarme y acometer reformas que creo que son necesarias. 

-¿Qué aspectos se ha propuesto recuperar del tiempo perdido tras aclararse el tema judicial?

-El tiempo perdido nunca se puede recuperar. Lo que quiero es pasar página y trabajar con más energía que nunca.

-Describa los puntos fuertes y débiles de sus rivales en Cultura Festiva para estas elecciones: Santi Ballester (PP); Núria Llopis (PSPV) o Tono Fagoaga (Cs).

-No me corresponde a mí. He de decir que tengo una relación excelente con todos los que optan. Nos podríamos ir de cena e incluso a tomar una copa. Cada uno tiene su programa, porque no todos tenemos las mismas ideas, pero mi punto diferencial es que no tengo miedo y no me voy a poner de perfil. Yo he demostrado gestión y no me voy a poner de perfil, voy a afrontar los problemas aunque eso a veces suponga generar debates.

 -Vienen elecciones. Si continúa la la coalición Compromís y PSPV ¿cederán Cultura Festiva u otras concejalías que lleváis ahora? Como PSPV ha fichado a los mujeres para optar a Fiestas y Movilidad....

-No vamos a hacer mercadeo de concejalías y menos aún antes de las elecciones. Vamos a por todas y después ya hablaremos. Compromís ha demostrado que tiene una propuestas para Cultura Festiva muy global y coherente y también tenemos apuestas fuertes en otros ámbitos como Urbanismo, Seguridad Ciudadana y tantos otros. Te presentas con la intención de gestionar todas las áreas. Para nosotros Cultura Festiva es fundamental, pero vamos a ver qué pasa con la aritmética electoral y vamos a salir a ganar.

-Y a posteriori, si hubiera coalición, ¿soltaría el 'mos' de Cultura Festiva o no?

-No es una decisión personal. Lo que sí es una decisión es el hecho de volver a la concejalía.

-¿Cómo se puede repensar la Crida para evitar el botellón?

-En la Crida hay que recuperar cierta solemnidad. Debemos de mantener el espíritu de una Crida abierta a 'fallers, valencians i gent de tot lo món'. Pero seguramente pasa por menos sarao y más Crida. Y si acaso, también hay que apelar a la responsabilidad de la gente que va y también a las comisiones falleras.

-¿Aboga por acotar la zona de la Crida, como en la plaza del Ayuntamiento en Nochevieja?

-En Nochevieja hablamos de acotar cuatro calles de acceso, la Crida es uno de los actos más multitudinarios y el espacio es más grande y con más puntos de entrada. Se pueden buscar fórmulas para acotar, pero también lo primero que hay que pedir es que seamos corresponsables y que evitemos llevar alcohol. Creo que el año que viene habrá que hacer una referencia explícita a la prohibición del alcohol, porque salvo en el bando de Fallas, está prohibido. Habrá que hacer el recordatorio.

-Nada más llegar se encontró con la crítica de presiones a los jurados. ¿Cómo lo solucionaría?

-No he venido a revisar cosas del pasado. Pero creo, mirando al futuro, que la gente que valore la falla esté cualificada y que además cuanto menos personas intervengan a la hora de elegir el jurado, menos intrigas palaciegas, sospechas o menos presiones se reciben. Es necesario tener unas bases del concurso de fallas porque los artistas se juegan su pan. Abogo porque los nombre una persona o por sorteo.

-La Ciudad Fallera lleva 8 años a la espera de que se haga realidad el acuerdo que logró Fernando Giner (Cs) para aunar a todos los partidos con el fin de ponerla en valor. ¿Llegará tarde el distrito cultural, cuando el polígono ya esté muerto?

-Todo lo que estaba en el acuerdo básicamente está hecho, con la excepción de algo que corresponde a Urbanismo, que es proteger el uso de las naves para que sólo sea para artistas o Cultura Festiva. Hemos presentado un proyecto potente para optar a ayudas europeas de Next Generation, valorado en 30 millones, lo hizo el compañero Carlos Galiana, y estamos esperando. Es difícil que toda la financiación salga de ahí, pero yo estoy esperando también que el dinero que prometió la entonces ministra de Industria en su visita a la Ciudad Fallera. Hay que implicar al resto de administraciones. La Ciudad Fallera no es sólo un asunto del Ayuntamiento, hay que arrimar el hombro.

-Recuerde qué cosas ha impulsado usted en la Ciudad Fallera y las que sueña que se hagan realidad.

-Ahora los artistas pueden trabajar en la calle, antes los multaban. Se ha conseguido aumentar el convenio con el Gremio de Artistas para renovar el museo; se han tomado medidas para incluir la zona en las rutas turísticas inclusivas; hemos puesto un ascensor en ese museo. Y lo que es importante, y con lo que sueño, es comprar naves y rehabilitarlas. Y me gustaría que en ellas se pudiera crear espacios de 'coworking' para que los que se inician puedan compartir las naves.

-Han tenido una primera reunión para ver posibles soluciones para ayudar a los artistas falleros. ¿Qué se ha apuntado en la primera tormenta de ideas?

-El problema de los artistas falleros no es un asunto que pueda solucionar como concejal de Cultura Festiva, pero quiero arremangarme para ayudarles porque sin artista no hay falla y muchas comisiones están teniendo problemas para firmar los contratos. Hemos localizado cuáles son los debates, como aclarar la acreditación que se debe de tener para poder plantar falla para evitar el intrusismo; crear unas bases para el concurso de fallas para que los artistas sepan qué se va a valorar; hablar de cómo las subvenciones tienen que repercutir de alguna manera en los artistas.

-Quizá sea impopular, pero ¿aboga por fijar un tanto por ciento del presupuesto de las comisiones a la falla?

-Ese es uno de los debates que está sobre la mesa. También la opción de poner unos mínimos, como en Alicante, que allí es de 6.000 euros para poder participar en el concurso. No lo descarto. Pero hay que esperar a la conclusión del informe de impacto económico para ver qué tecla mover para lograr el efecto deseado. No se puede abogar sólo por poner más dinero. Hay que ver más dinero para qué y dónde.

-Ha pedido a las comisiones que le presenten fichas con las incidencias y lo mejorable de las Fallas de 2023. ¿Hasta cuándo pueden presentarlo?

-Han llegado ya algunas fichas. Uno de los retos de la fiesta es aumentar la participación de los falleros. Hay que atreverse a pasar el algodón, hacer autocrítica y análisis para ver qué ha funcionado y qué no para, a un año vista, poder programar las mejores Fallas posibles. Tienen de tiempo hasta el 26 de mayo para opinar.

-¿Salen a cuenta tener unas Fallas tan masificadas como las de 2023, que han generado mucha suciedad?

-Las Fallas dependen de cómo caen en el calendario y también de en qué barrio. Tenemos que avanzar para diferenciar las Fallas que caen entresemana y las que no y también, con bisturí, atajar los problemas que se generan en zonas muy concretas, como puede ser Ciutat Vella o Ruzafa. Se trata de adaptar el bando a las realidades de cada zona.

-Las fallas del centro no han podido hacer casi verbenas, algunas ni una. ¿Cómo se les podría compensar?

-Tiene que ser dialogado. La casuística de cada zona es diferente y hay que bajar el foco y hacer 'zoom' sobre realidades muy diferentes. Por estar en el centro también tienen más facilidades de patrocinadores o pueden sacar más dinero de una churrería que, por ejemplo, en Benimàmet. Ahora que todo el mundo se ha vuelto loco prometiendo más dinero para las fallas, este Ayuntamiento ayudó a las comisiones con 15 millones durante la pandemia. Pero ahora hay que ver dónde se pone el dinero y para qué.

-¿Y hacia dónde quieren dirigir esas ayudas?

-Mis objetivos son destinar ayudas para la transición ecológica de la fiesta; la transición económica de la fiesta, que incluye comisiones y artistas; y la mejora de la convivencia. Hay que abordar ya el hecho de menos 'mojiterías' y más horchaterías. Unos mercadillos durante la fiesta de proximidad, menor relación con los comerciantes del entorno, con productos artesanos y reducir 'mojiterías' o paraditas de carcasas de móvil. Y eso hay que cuantificarlo y mirar nuevas vías de financiación para las comisiones, que no tiene que venir sólo el dinero del Ayuntamiento. En el caso de la transición ecológica, se trataría de crear un pacto para progresivamente lograrlo de aquí a 2030, sustituyendo el corcho derivado del petróleo por materiales más sostenibles y requiere plazos y ayudas.

-Las fallas del centro pidieron que se apagaran las cámaras de Ciutat Vella porque muchos falleros viven en pueblos y aterrizan en fiestas en su casal. ¿Por qué no se hizo?

-Lo desconozco. Pero toda Europa celebra un día sin coches y Valencia lo hace más de uno, porque en Fallas recuperamos el espacio urbano para la ciudadanía y esos días baja mucho la polución de los coches. Estamos acostumbrados a callejear.

-¿Ve factible el traslado del museo fallero al edificio de Correos?

.Veo que el museo fallero hay que ampliarlo, pero la zona donde está es estratégica, por la sinergia de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Es el museo más visitado de Valencia y no creo que sea problema de ubicación, sino de espacio. Habría que trasladar la Junta Central Fallera. Mi deseo sería que la sede de la JCF se fuera a la Ciudad Fallera.

-¿El fallero mayor de Borrull, con el reglamento en mano, se podrá presentar a la preselección?

-Primero habrá que preguntarle si quiere, de lo contrario, el debate es inerte. En todo caso, felicito la valentía de Raúl de generar debate porque en la fiesta no somos ajenos a la sociedad. De todos modos, no soy experto en el reglamento fallero y habría que interpretarlo, lo que sí sé es que el reglamento hay que actualizarlo porque después de 20 años ha quedado desfasado y hay legislación superior que ya ha evolucionado.

-¿En un futuro más próximo Valencia verá una fallera mayor de Valencia trans o un fallero mayor?

-Bueno, los mismos debates que se producen en la sociedad se producen en las Fallas. Nos tomamos nuestro tiempo, pero al final siempre llegamos.

-¿Cómo van a hacer para sufragar los gastos de representatividad de las falleras mayores de Valencia como peluquería, maquillaje, trajes...?

-Es una propuesta de Compromís para romper las barreras socioeconómicas que tiene una persona para ser fallera mayor. Y no se trata sólo de que Ayuntamiento suba estos gastos para la persona que es embajadora de la ciudad o que busquemos patrocinios, es que además hay que bajar la exigencia. No pasa nada porque una fallera mayor de Valencia repita traje. La reina Letizia lo hace.

¿Qué ha pasado para que cuando ha llegado se ha encontrado la caja vacía para los festejos desde la Feria de Julio hasta Navidades y han tenido que pedir más dinero?

-La caja no está vacía. Se ha pedido lo que se hace todos los años, transferencias internas o con modificaciones de crédito. Estos años el presupuesto de Cultura Festiva ha crecido mucho y ha habido actividades nuevas, como los conciertos de la Alameda de Fallas y el presupuesto final de este año será incluso mayor que el anterior.

-La oposición ha criticado varias veces que no hacen presupuestos realistas y luego los tienen que ampliar...

-El presupuesto se ajusta a la realidad y se usa el dinero que queda libre de otras partidas. Y es positivo que ese dinero se reinvierta en la ciudad y que no se destine a pagar la deuda a los bancos y hemos reducido la deuda mucho.

-Dígame lo mejor, lo mejorable y si hay algo peor de la gestión de Galiana.

-Mi compañero tuvo la valentía de coger el cargo en un momento que yo, por responsabilidad, en un momento que entendí que no debía perjudicar a las Fallas, aunque sabía que iba a salir favorablemente. Carlos ha transmitido la confianza para que las fallas y otras fiestas afrontaran el peor momento de su historia por la amenaza de la pandemia. Sólo por eso ya merece todos mis respetos, alabanzas y agradecimientos. Hay cosas en las que obviamente el acento personal es marcado, y en alguna ocasión he transmitido mi consejo para que lo cogiera o no. Sólo puedo agradecerle el trabajo

-¿Hubiera hecho algo diferente?

-No tiene ningún sentido porque no estaba ahí y no tenía información.

-El Síndic les ha reprochado muchas veces que recurren demasiado a contratos menores cuando son actos previsibles de cada año, ¿algo que decir?

-Se ha reducido mucho la contratación menor creando pliegos, pliegos que no existían hasta 2015, pero en las fiestas, a diferencia de otras contrataciones, es que tienen una fecha marcada o improrrogable, no es como las obras, y la contratación manera es más ágil y es legal.

-¿Veremos una corte infantil mixta?

-Estoy convencido de que llegará, pero no sé cuándo. Muchos padres de presidentes infantiles me lo dicen, qué por qué ellos no pueden tener representación cuando en el colegio les dicen que todos somos iguales. Aunque sólo se puede cambiar en congreso fallero, el debate se producirá.

-Han pedido a las comisiones que propongan cambios para el sistema de elección de falleras mayores de Valencia. ¿Cómo va la cosa?

-Nos han llegado propuestas de comisiones muy diversas y las empezaremos a estudiar la semana que viene. Hay gente que aboga que en algún momento del proceso entre el sistema de sorteo, la suerte, otros nos dicen que se cambien los perfiles del jurado para que sean profesionales de psicología o pedagogía, personas que trabajan con niños. Lo estudiaremos todo.

-¿Cuándo empezarán las obras de ampliación del museo de la Semana Santa Marinera?

-Se están resolviendo unas cuestiones técnicas y acto seguido se hará. Hay que recordar que hace años no tenía la calificación de museo y ahora sí y que se trabajará en hacer facsímiles.

-¿Le ha gustado la nueva ubicación de los castillos pirotécnicos en la Alameda, junto al Palau de Les Arts?

-Considero un logro que se hayan sacado los castillos del foso del río. Ahora analizaremos cómo ha resultado la nueva ubicación, que me parece un paso importante porque además ha servido para descongestionar el centro de los actos falleros. Eso sí, me gustaría llevar algún acto pirotécnico de nuevo a La Marina, como la mascletà vertical.