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Lola Soriano
Valencia
Lunes, 15 de marzo 2021, 00:06
Las comisiones son el motor económico de las Fallas, una fiesta que cada año que se celebra mueve la economía de la ciudad y genera ingresos a hosteleros, indumentaristas, artistas falleros o pirotécnicos, además de atraer a miles de turistas, pero ese motor está muy resentido y, como explica el presidente de la Federación de Fallas de Especial, Rafa Mengó, «necesitamos gasolina, energía para poder funcionar y que se muevan todas las piezas del engranaje».
Los colectivos de la fiesta tienen claro que sin falleros no hay Fallas ni sectores productivos y, ahora, después de un año de inactividad, tanto la Interagrupación de Fallas de Valencia como las federaciones falleras aseguran que necesitan ayudas económicas para salir del callejón y más, tras perder 10.336 falleros.
De hecho, la Interagrupación y las federaciones de Especial y Primera A han calculado que las 382 fallas de Valencia y las adscritas a la Junta Central Fallera (Xirivella, Quart de Poblet, Burjassot y Mislata) precisan de una inyección urgente de 3 millones de euros.
Es decir, lanzan un SOS para poder recibir un ingreso extraordinario por vía de urgencia del 50% del presupuesto que invirtieron en fallas en 2020.
El presidente de la Interagrupación, Guillermo Serrano, explica que «es necesario conseguir un 50% más de ayudas y queremos ver si entre Cultura Festiva y la concejalía de Hacienda pueden hacer una modificación de crédito para hacerlo viable».
Cabe recordar que en un reciente pleno municipal los partidos acordaron buscar nuevas ayudas de partidas del presupuesto municipal para poder hacer frente a la petición de las comisiones y, según explicó el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, ahora mismo estaban revisando el presupuesto de la concejalía para ver cómo se podía replantear y hacer modificaciones de para ayudar a los falleros, como pilar fundamental de la fiesta.
En este mismo mes las comisiones esperan recibir el 30% de ayuda que había anunciado el Ayuntamiento para el nuevo ejercicio fallero, pero los colectivos insisten en que todas las fallas de Valencia, desde la sección Especial hasta la última, necesitan una ayuda extra del 50%.
Con el fin de obtener esa gasolina, los colectivos falleros han mantenido reuniones con el Ayuntamiento, la Generalitat e incluso con eurodiputados como Adrián Vázquez, de Ciudadanos o Esteban González Pons, para sumar apoyos económicos a una fiesta que fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Y es que, como dijo esta misma semana en una comparecencia el presidente de la Interagrupación, Guillermo Serrano, «hace cuatro años que reconocieron la fiesta como Patrimonio Inmaterial y sólo ha servido para hacerse dos fotos y ponerse un pin, poco más. Ahora con la pandemia se ha visto que esto puede peligrar y debe de servir para que las administraciones, el Gobierno de España y la Unión Europea salvaguarden la fiesta».
No hay que olvidar que las comisiones de Valencia invirtieron en 2020 un total de 7.758.92333 euros en fallas y de esta cifra, 1,6 millones corresponde a las nueve fallas de Especial, 1,1 millones a las 16 de Primera A y 4,7 millones al resto de categorías y, por eso, reclaman un 50% de ayudas porque detallan que «hemos mantenido el compromiso del invertir el 75% del presupuesto en la falla para apoyar a los artistas, porque queremos protegerlos, pero estamos atravesando una situación anómala y no tenemos los mismos ingresos que en un año normal», indican Serrano, Mengó y Francisco Romero, este último presidente de la Federación de Fallas de Primera A.
Romero añade que «tenemos los mismos gastos, porque mantenemos la apuesta por los artistas, pagamos los alquileres de los casales sin usarlos y hemos bajado y en algunos casos dejado de cobrar las cuotas para evitar que se den de baja más falleros, pero tampoco contamos con patrocinadores». Mengó añade que «el peligro es ver cómo llegan las comisiones a 2023. En 2022 podemos acabar descapitalizados».
Cabe recordar que el presidente de la falla Exposición, Manolo Mas, en la asamblea de presidentes celebrada en febrero explicó que necesitaban ya recibir ayudas porque a 30 de marzo tenían un nuevo pago al artista y para el siguiente ya no tenían más ingresos. De ahí la urgencia de que estas ayudas extraordinarias que piden del 50% del presupuesto sea una realidad.
Y es que como explica Mas, «en la semana fallera, cuando se celebra, recaudamos el 50% de los ingresos del ejercicio. Por ejemplo, alrededor de unos 30.000 euros de falleros de honor y unos 15.000 euros del llibret, pero si no hay fiestas y no pueden venir este dinero, difícilmente se puede llevar el mismo nivel de gastos ordinarios». Lo mismo manifiestan en la falla Sueca-Literato Azorín. «Trabajamos con pólizas y cuando pase marzo se quedará al descubierto porque llevamos un años sin actividad ni ingresos», detalla José Pedro Ros, uno de los presidentes.
La misma situación se vive en fallas pequeñas como Pintor Domingo-Guillem de Castro. Como indica su presidente, José Manuel Muela, «en el año 88 éramos 130 falleros pero como remodelaron el barrio de Velluters nos quedamos 60 y ahora con la pandemia hemos pasado de 25 a 19. Sólo podemos permitirnos gastar 2.500 euros en las dos fallas». Indica que «hemos tenido que rebajar las cuotas porque no hay actos y acabamos a cero justos». Recuerda que en unos ocho años cumplirán 150 años y quieren llegar a cumplirlos con solvencia.
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