Así se elige la mejor falla de Valencia

Los jurados son elegidos por la sección o seleccionados al azar por la Junta Central Fallera (JCF). Especial suele elegir qué cinco personas van a valorar los monumentos. La JCF paga transporte y comidas durante el día de las valoraciones a tres jurados por sección: si alguna quiere más, es la propia sección la que paga las dietas. Los voluntarios para ser jurado se meten en tres bombos y, en caso de que se designen por azar, la JCF elige a uno de cada bombo: veteranos, con experiencia y sin experiencia.

Una vez designados, los jurados se reúnen la sede de JCF en el barrio de Monteolivete a las 8 horas del día 16 (o 2 de septiembre, en este caso). De ahí parten a las distintas demarcaciones. Aunque cada jurado tiene una hora de prevista a las comisiones, lo cierto es que se suelen retrasar: hoy se ha acumulado hasta una hora de retraso en Especial.

Durante las visitas, los jurados van apuntando en una libreta las opiniones que tienen sobre las fallas. Aunque JCF les da varios apartados a valorar, tales como pintura, equilibrio, composición o altura, entre otros, lo cierto es que queda a discreción de los expertos qué valorar y cómo hacerlo.

Cada jurado hace una clasificación. Llegan a JCF en torno a las 17 horas y entonces empiezan las deliberaciones. Lo primero que se hace es descartar las fallas que no merecen premio. Según explican varios jurados, lo normal es designar las peores y las mejores fallas, y una vez designadas, ordenar las de calidad media y, sobre todo, las tres primeras. «Se busca consenso pero a veces es difícil», indican las mismas fuentes.

El resultado, por tanto, parte de una conversación en la que los jurados intentan convencer a sus pares. Se trata de negociaciones arduas, lo que en ocasiones provoca que cuando el presidente de Junta Central Fallera empieza a las 20 horas a leer los resultados se encuentre con que aún no tiene Especial: en la categoría reina es más difícil ponerse de acuerdo.