El gremio pierde la firma de 25 fallas grandes y 46 infantiles

valencia. El gremio de artistas falleros de Valencia lleva ya años lanzando un 'SOS' para advertir que la economía de los talleres no va bien, ya que en muchos casos los artesanos tienen que contratar mucha cantidad de fallas para que les cunda lo mismo que una década atrás, pero el panorama para 2019 no es muy optimista.

Además, el problema ya no es únicamente ese, puesto que se está produciendo año a año un goteo de pérdida de 'clientes'. En estos casos, el mejor indicador son los números y las cifras hablan por sí solas.

Para el presente ejercicio los artistas pertenecientes al gremio de Valencia han firmado y sellado el contrato con 218 comisiones, en el caso de los proyectos grandes, cuando el total de comisiones de Valencia y de los pueblos asociados a la Junta Central Fallera son 381.

Echando la vista atrás y haciendo una comparativa con las Fallas de 2018, también se pueden extraer conclusiones, ya que en el pasado ejercicio el gremio valenciano firmó 243 fallas grandes. Es decir, que el descenso es de 25 proyectos.

Faltará ver si estas comisiones han llamado a gremios vecinos, como pudiera ser el de Burriana, o si han optado por artistas que no están afiliados a este colectivo artesano, ya que no se trata de una condición obligatoria.

Siguiendo con la estadística de años anteriores, en 2017 el gremio valenciano firmó 271 proyectos, es decir, 53 más que este año. En el año 2016 fueron 271 las comisiones del cap i casal que confiaron en estos artesanos la falla grande.

Tras el proceso de sellado de los contratos, se ha podido comprobar que la situación es todavía más sangrante en el caso de las fallas infantiles porque en este ejercicio han sido 200 de las 381 comisiones de Valencia las que han contado con la profesionalidad de los artistas del gremio de Valencia.

El año anterior la cifra de fallas firmadas por los agremiados valencianos llegó a 246, por lo tanto, la caída ha sido significativa, ya que son 46 proyectos menos infantiles.

Se trata, sin lugar a dudas, de la bajada más espectacular, ya que tal como muestra la estadística de ediciones anteriores, por ejemplo, en 2017 firmaron 232 infantiles, es decir 32 más que este año. Y en 2016 las proyectos infantiles con firma de este colectivo fue de 241.

El gremio valenciano, que casualmente este año celebra su 75 aniversario, realizará en breve reuniones para analizar la situación, pero de antemano llevan años asegurando que contratar con estos profesionales es «garantía de calidad», tal como detalla el maestro mayor José Ramón Espuig.

Y es que este colectivo hace un seguimiento del trabajo de sus asociados para evitar problemas, como que se queden fallas sin terminar de plantar o con un diseño que no tenía nada que ver con el contratado.

Ante este panorama, el colectivo está a la espera de ver cómo queda la clasificación de fallas que coordina la Junta Central Fallera, ya que en esta tabla se podrá ver la inversión de las comisiones y quién firma los proyectos grandes e infantiles que han perdido.

Desde el gremio explican que quizá realicen estos trabajos artistas que hacen las labores a tiempo parcial o han aumentado las comisiones que se hacen ellos su falla.

Eso sí, recuerdan que pedirán a la Junta que todos jueguen con las mismas condiciones. «Lo importante es que se exija la documentación para demostrar la legalidad de estos artistas. Es decir, que la persona que realice fallas, esté dado de alta con la actividad que desarrolla porque nosotros tenemos que tener el taller legalizado, los seguros en regla y con unos trabajadores ayudando en las tareas», indica también el portavoz Ximo Esteve.

Esta petición va en la línea con la que ya formularon en varias ediciones, cuando pedían que los consistorios sólo den subvenciones en concepto de falla a los talleres legales.

En todo caso, recuerdan que lo que está en juego es la continuidad del oficio de artista fallero, porque en estos últimos años son varios los talleres que han tenido que cerrar porque no salía rentable y por la feroz competencia desleal.

Esta situación se produce después del movimiento 'Volem falla' que iniciaron unos artistas para dejar claro que el centro de la fiesta es la propia falla y que contó con la adhesión de muchas comisiones. Cabe recordar que el gremio ya pidió que se fijara un mínimo económico para entrar en concurso y, tras la negociación con los presidentes y el Ayuntamiento, se fijó en 1.800 euros el dinero mínimo destinado a la falla grande y 600 euros para la infantil. A la espera de conocer la clasificación, al menos hay una falla que costará menos de 1.800 euros y que no entrará en concurso y al menos tres infantiles de 600 euros. También hay al menos 19 fallas grandes de menos de 3.000 euros y 31 infantiles de menos de 1.500 euros.