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El blusón negro fue la prenda por excelencia del mundo fallero durante muchos años, siempre para los actos en los que no se precisara lucir vestimenta de gala o ir especialmente arreglado. Formaba parte del traje tradicional de labrador, está asociado a los componentes del Tribunal de las Aguas y arraigado a muchas estampas típicas valencianas. Con el tiempo, esta prenda fue desapareciendo para dejar paso a blusones más coloridos. Así, cada comisión ha ido optando por sus propios colores, que junto a las parkas, polares y chalecos han imperado en la forma de vestir de los falleros actuales.
Pero ya dicen que lo clásico nunca pasa de moda. Y siguiendo esta premisa, la fallera mayor de Valencia, María Estela Arlandis, y su corte de honor han optado durante este ejercicio por recuperar esta emblemática prenda. Lucirán una versión actualizada con detalles en terciopelo y pañuelos coloridos que han sido confeccionados por Mama Cosme, la empresa que lleva años confeccionando los blusones de las máximas representantes de las fiestas josefinas. La firma que dirige Mayka Ferrando y tiene sede en el barrio del Carmen ha hecho un homenaje al pasado durante la creación de los blusones oficiales.
¿Supondrá esta apuesta de la faller mayor de Valencia y su corte de honor una vuelta a los blusones negros? Lo cierto es que suelen servir de referente para el mundo de las Fallas y son las grandes 'influencers' de la fiesta, por lo que no sería de extrañar que se volviera a recuperar esta tendencia.
La prenda se estrenará de manera oficial en la plegaria previa a la Macrodespertà en la iglesia de Santa Clara y volverá a recuperarse en la recogida del Ninot.
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