Fiestas que empiezan a romper barreras

Algunos interpretan este paso como una manera de presionar (quizá con algún partido de fondo) a los integrantes de las mesas que revisan el reglamento y otros lo ven como un reflejo de la sociedad que se abre paso.

En Borrull-Socors, Raúl Puerta ya luce la banda que lleva escritas en letras de oro las palabras 'fallero mayor', término que no se recoge en el reglamento, pero no es el único que ostentará la representación.

En Catarroja Erik Lozano es desde el domingo fallero mayor de Plaça la Regió y en Oliva, la comisión Casa d'Alfonso ha confiado el cargo a Javi Tur. En el caso de Erik, ya en 2021 se comunicó el anuncio, pero que ejercería en 2023. El domingo, en la exaltación, se hizo una alegoría en la que se invitaba a romper moldes.

Erik no lleva banda sino caramba, y durante su representación confiesa que lucirá «trece trajes. Cuatro de ellos de torrentí, tres de saragüell con chaqueta y el resto de camisa blanca y chaleco». Como recuerda Fonso Raval, presidente de la Junta Local de Catarroja, se cambió el artículo del estatuto de la comisión para que el cargo no fuera sólo femenino y lo mismo se hizo en el estatuto de la Junta Local, eso sí no se ha dado el caso de cambiar la máxima representación del pueblo de Catarroja, que sigue siendo para la mujer.

Javi Tur, de Casa d'Alfonso de Oliva detalla que en principio «salí presidente y tenía que proponer fallera mayor, pero ninguna podía bien por cuestión de presupuesto o porque se iban de Erasmus y una compañera me propuso por qué no buscas presidenta, que ahora es Ester Pastor, y tú eres el fallero mayor». Y así fue. Este joven optó por lucir una caramba con el traje de torrentí.

Antes que Raúl, Erik y Javi, en 2022 ya hubo representantes masculinos. En Barri d'Onda de Burriana fue Vicente Llácer y Marc Pescador en infantiles; y en Plaza la Marina de Puerto de Sagunto, Víctor Belinchón.

Llácer lució una caramba y detalla que en su año «no había fallera mayor, había corte. Yo llevaba tiempo diciendo que si alguna vez se podía, sí quería y me dieron la sorpresa en una cena en el casal. Luego convencí a la madre de Marc Pescador para que fuera fallero mayor infantil. La anécdota es que su madre había sido fallera mayor y él decía que él cuándo».

Recuerda que se hizo un acta y se cambió el reglamento de la comisión y de la Junta Local de Burriana. Además, había tres hombres y cinco mujeres en la corte mayor y dos niños y una niña en la infantil.

Víctor Belinchón, de Sagunto, comenta que en su caso el cargo mantiene el nombre de fallera mayor «porque no hace referencia al género». Explica que no había representante «y me presenté porque siempre había querido ser, por qué no. He tenido en esta falla cargos de vocal, vicepresidente y delegado de falla, por qué no tener cargo de representación y no ejecutivo». Y en otra falla fue vicetesorero, vicepresidente y presidente.

Añade que si «alguna mujer hubiera presentado candidatura, me hubiera retirado porque la mujer vestida de valenciana luce más». Él sí llevó banda con la bandera de España, como marca el reglamento.

Otras fiestas

Otra entidad festiva que incorpora cambios es la hermandad del Ramo de la Aguja, que está integrada por una corte toda de hombres. El colectivo está incluido en el gremio de Sastres. «Este año es importante porque se celebra el 775 aniversario del gremio, el más antiguo de España en activo y el segundo de Europa», comenta Enrique Pertusa, uno de los cinco miembros de la corte.

Comenta que han tenido que recoger la nueva realidad como Caballeros de la hermandad del Ramo de la Aguja. «Somos cinco alumnos y amigos y no queríamos que la representación recayera sobre uno y la compartimos. No hay reina y los cinco son: Vicente Santo Tomás; Enrique Vicente Pertusa; Sergio Civera; Álvaro Vicente Ochoa y Miguel Osset.

Todos se han hecho una seda 'Carmen' con distintos tonos de seda e hilos de colores.

Un último caso es el de la Federación de Moros y Cristianos de Valencia. Como explica su presidente, Vicente Roig, «nosotros hicimos historia en 2016, cuando tuvimos una capitana cristiana, Charo Valeriano, cuando las capitanías habitualmente la habían ostentado hombres y tuvimos a Bettina Vohringer de abanderada». Recuerda que lo pidió Charo y se aceptó.