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Una mujer se fotografía con el ninot de Vinicius, este sábado.

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Una mujer se fotografía con el ninot de Vinicius, este sábado. ADOLFO BENETÓ

Ganas de sonreír en la Exposición del Ninot

Primera mañana. Cientos de personas acuden al primer acto fallero del calendario a poco más de 40 días del inicio de la semana grande: hay ganas de Fallas tras el año más triste

Sábado, 1 de febrero 2025, 19:55

Un Filoctetes, sacado de la película Hércules, sentado sobre un escudo del Valencia CF resquebrajado; un David de Miguel Ángel que, en una alegoría de la masculinidad frágil, estira la lengua hacia sus partes íntimas; o Lingüini y Rémy, los protagonistas de Ratatouille, que friegan el suelo tras cocinar, porque no todo va a ser hacer guisos. Son algunas de las escenas de la Exposición del Ninot que ayer consiguieron arrancar alguna que otra sonrisa. En una ciudad que ha hecho de la alegría su leitmotiv, hay ganas de volver a reír.

No es que la exposición, que abrió sus puertas este sábado y que se puede visitar de 10 a 20 horas de lunes a jueves y una hora más viernes y fines de semana, viva de espaldas a la tragedia. Es imposible, cuando muchos de los falleros viven en zona afectada, ya sea dentro del cap i casal o en sus pueblos. En el Príncipe Felipe hay decenas de ninots que hacen referencia a la dana, como no podía ser de otra manera. Son esas escenas ante las que los visitantes se quedan en silencio. Son escenas protagonizadas por abuelitos y niños, por falleros que rescatan sus trajes y vestidos del barro, artistas que hacen lo que pueden para salvar su taller, voluntarios que cruzan el río hacia La Torre en aquella escena ya histórica del 1 de noviembre... Hay también espacio para el homenaje, como ese ninot que representa a un bombero con las botas llenas de barro, e incluso para la ira, como esa ya famosa escena de Tres Forques-Cuenca-Pérez Galdós, con una manos embarradas que piden ayuda frente a la puerta del restaurante en el que el presidente de la Generalitat comió en la peor tarde de nuestras vidas.

Ganará el primer premio la fallera de El Pilar que, con un niño a cuestas, estira la mano hacia unos brazos que la intentan sacar el barro; o la pareja de ancianos que merienda en un bar de l'Horta que ha propuesto Sánchez-Llongo para Convento; o el ninot «nacido del fango» de Josué Beitia, que repite en L'Antiga, con una familia sonriente en una habitación donde la marca del barro supera sus cabezas; o quizá la fallera que se prueba un nuevo vestido que presenta Almirante Cadarso-Conde Altea. «Normalmente está claro, este año...», comentaban este sábado por la mañana dos voluntarias que vigilaban la sección de Especial de las fallas grandes. Parece que la competición está más abierta que otros años.

Las fotos se las llevarán estas imágenes impactantes, que aúnan a la perfección el dolor de este otoño de las lágrimas con la emoción que generan las imágenes costumbristas con ancianos, siempre muy bien valoradas, pero las sonrisas se las llevan otros. «Quiero verlos todos, ya que vengo...», decía una chica a sus amigas al poco de entrar. Son casi 800 imágenes, con mucha dana, sí, pero también mucho Pedro Sánchez, quizá menos Errejón de lo que se esperaban algunos, como esa pareja de hombres de mediana edad que comentaba que había pocos ninots en los que apareciera el exportavoz de Sumar mientras miraban uno de los pocos que lo representaban.

En la parte infantil, donde muchos de los ninots que se presentan a la exposición son, en realidad, diminutas fallas, vuelve a haber mucha representación de la dana. Es inevitable. Este sábado por la mañana correteaban por la zona decenas de niños que saltaban, casi literalmente, de ninot en ninot para disfrutar de las escenas. Tres niñas pequeñas señalaban uno de una bailarina mientras le preguntaban a su madre si se lo podían llevar a casa.

No faltó tampoco quien llegaba prácticamente virgen. Un chico joven le contaba a una mujer de mediana edad qué era la exposición. «No, no se guardan todos, se queman todos menos uno», le explicaba. En realidad, como todos sabemos, se salvan más ninots que uno al año, porque las máximas representantes de las comisiones suelen quedarse uno de los que hay en el monumento. El chico continuó después explicándole cómo se elige a las falleras mayores, cuántas hay... vamos, la fiesta entera. Casi nada. A su alrededor, mientras, sonrisas y carcajadas, fotos haciendo gestos graciosos. En definitiva, un día de casi fiesta a 40 días de la semana grande, el mismo mes en que la ciudad dará la bienvenida a los visitantes en la Crida que se celebrará en las Torres de Serranos. Y es que hay ganas de divertirse, claro que sí, y la Exposición del Ninot, aunque no lo entiendan en enclaves como la villa y corte, donde el ninot de Vinicius ha sentado tremendamente mal. Por cierto que la obra era una de las más fotografiadas. En la exposición, además del jugador del Real Madrid, hay varios ninots que se ríen de la situación del Valencia CF, coqueteando con el descenso a la Liga Hypermotion todo el año. Por haber hay hasta un Hitler, acompañado de una leyenda que dice que tenemos que hacer lo posible para que su modelo no se repita. Y el que quiera entender, que entienda, que Valencia está casi casi en Fallas, y pocas veces nos ha hecho tanta falta como tras el año más triste de nuestras vidas. Que nos dejen sonreír.

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