Un laberinto peatonalizado

La ciudad es, desde hoy, de los falleros y de la fiesta. No de manera literal, claro, pero sí de manera figurada, con casi 800 calles cortadas, cientos de carpas por toda la ciudad y unos 700 monumentos, entre grandes y pequeños. Un auténtico laberinto peatonaldonde el coche se queda en casa y el transporte público redobla sus esfuerzos, con más autobuses, horarios ampliados y más taxis que nunca en la calle, para facilitar la circulación por Valencia.

Los números abruman. 781 calles cortadas por 690 monumentos y 255 carpas convierten Valencia en un caos organizado que sorprende, sobre todo, a quienes lo viven por primera vez. Los turistas pasean, desde hoy, por una ciudad absolutamente abarrotada por cientos de miles de visitantes, mientras observan sorprendidos las zonas de fuego, las paellas en la calle o los mismos monumentos. En muchas de las zonas peatonalizadas, además, aprovechan músicos y artistas callejeros para mostrar su arte a los viandantes. Los entornos de las paradas de churros están repletos de gente y cientos de personas se agolpan en torno a gastronetas por toda Valencia con ganas de llevarse algo a la boca. La fiesta se enseñorea ya de todos los rincones con cuatro días en los que la ciudad muda de rostro y cambia los atascos de coches por atascos de personas, sobre todo en puntos como el centro.

Se trata, además, de unos días en los que casi todo vale. El bando fallero, por ejemplo, autoriza el botellón en la calle, pero la Policía Local, además, se abstiene de denunciar a los autobuses que trasladan a las comisiones falleras, tanto para la Ofrenda, que comienza mañana, como para determinados actos más o menos tradicionales como la noche del pasado jueves, cuando las fallas de toda la ciudad (y de municipios de l'Horta) se acercaron al centro para ver en primera persona los monumentos falleros, muchos muy avanzados, en la madrugada de la plantà infantil.

La lista de comisiones es casi interminable. Incluye fallas como Avenida de Francia, Sainetero-Arniches-Arquitecto Ribes o Salamanca Conde Altea, pero también otras como Poble de Silla, Sant Roc i Adjacents, de Paterna, o El Palmaret, de Alboraia. Son algunas de las decenas de agrupaciones que en esa noche ocuparon las grandes vías y calles como Guillem de Castro con decenas de autobuses para acercarse al centro y ver los monumentos de Especial y de Primera. Los autobuses empleados para esta tradición son tantos que la ciudad y los alrededores se quedan sin vehículos de este tipo que alquilar, hasta el punto de que no son pocos los buses escolares, como los del Iale, o incluso los amarillos metropolitanos, que se emplean para trasladar a las fallas en esa particular ruta nocturna.

El distrito se vuelve más laberíntico que nunca con decenas de comisiones sobre todo en El Carmen y El Mercat. Esta zona de Valencia cuenta con dos fallas de Especial, Na Jordana y El Pilar y con Guillem de Castro y Pintor López como principales arterias, aunque estarán peatonalizadas a partir de hoy mismo.

La zona más fallera de Valencia tiene cuatro comisiones de Especial. Las grandes vías están practicables pero incluso Reino de Valencia, con el carril bici y la comisión de Duque de Calabria, se congestionará estas Fallas. La zona se puede cortar al tráfico por necesidades de la circulación si la Policía Local lo estima oportuno.

Ramón y Cajal y Fernando el Católico, aunque desembocan en plaza de España, donde se cortará el tráfico, estarán abiertas. Decenas de comisiones se encuentran en este enclave, sobre todo en Arrancapins. La Roqueta cuenta con la comisión de Convento Jerusalén, una de las más visitadas cada año.

Con l'Antiga como principal reclamo, apenas tiene una decena de comisiones. Cortes Valencianas o la avenida de Burjassot seguirán abiertas pero se prevén importantes retenciones, sobre todo en el acceso a Valencia por la CV-35. Con todo, hay pocos cortes de calles en este punto de la ciudad.

El distrito situado al norte del río se cierra prácticamente en Fallas, con varias comisiones en puntos clave de la circulación. El entorno de Viveros apenas tiene un par de agrupaciones, pero los alrededores de Constitución estarán prácticamente cerrados al tráfico. Peset Aleixandre y Primado Reig, con todo, estarán abiertos.

La falla Exposición, junto al Paseo de la Alameda, es su principal reclamo. Cabe recordar que esta zona se llena por las noches con motivo de los castillos de fuegos artificiales que se disparan en el cauce del río, pero Blasco Ibañez suele tener tráfico fluido (lejos de las horas nocturnas, evidentemente).

Un distrito muy fallero, la Olivereta tiene decenas de comisiones en barrios como Nou Moles. La avenida del Cid y Tres Forques quedarán abiertas a la circulación, así como el paseo de la Petxina donde, eso sí, se pueden registrar cortes puntuales sobre todo de cara a la noche y a los disparos de castillos artificiales del río.

Con muchas comisiones al norte y pocas en los alrededores del polígono Vara de Quart. Tres Cruces, Tres Forques y Archiduque Cartlos son las principales vías abiertas, así como la calle Cuenca que, eso sí, queda cortada en Obispo Amigó en dirección a las grandes vías. El centro histórico del barrio estará cerrado.

Entre San Vicente Mártir y Gaspar Aguilar hay una decena de comisiones que hacen la zona impracticable. San Marcelino, por su parte, apenas tiene tres comisiones. Fernando Abril Martorell y las dos vías citadas son la manera más sencilla de desplazarse por el distrito de Jesús durante las fiestas josefinas.

El distrito más poblado de Valencia es uno de los más diáfanos, con varias comisiones en los alrededores de la avenida de la Plata y de la avenida Dr. Waksman. Ausiás March quedará abierta pero habrá atascos, como es normal, sobre todo en horas punta de entrada o salida de la ciudad.

Junto a Ruzafa, es el distrito más fallero. Lo mejor es dejar el coche, aunque Pavía, Serrería y Eugenia Viñas permanecerán abiertas. No así Reina. Hasta la estación del Cabanyal, eso sí, se puede acceder en coche sin problemas por la avenida Blasco Ibáñez.

En el intrincado laberinto urbano de Camins al Grau, la avenida del Puerto y Baleares permanecerán abiertas, con varias comisiones entre la avenida del Puerto y Santos Justo y Pastor. Eso sí, entre las grandes avenidas el coche se puede quedar en el garaje porque estarán impracticables.

Al sur de Tarongers aún se podrá circular, pero más abajo de Blasco Ibáñez será prácticamente imposible, sobre todo en la zona más cercana al centro de la ciudad. Aparcar en este enclave será tremendamente complicado aunque en Tarongers hay buenas conexiones de transporte público.

En un barrio semipeatonal como este, las Fallas no hacen más que aumentar esta imagen. Emilio Baró y Vicente Zaragozá permencerán abiertas pero Masquefa seguirá cerrada. Mistral-Murta es uno de los atractivos más importantes del barrio de Benimaclet.

En Torrefiel sí se podrá circular, pero en Orriols será muy complicado. La ronda norte, con todo, es una de las principales arterias de la ciudad. El entorno del Ciutat de València cuenta con dos grandes fallas, con zonas peatonalizadas y fiesta casi cualquier hora del día.

Una de las zonas más nuevas de la ciudad tiene decenas de comisiones en su callejero, por lo que circular no será tarea fácil. Eso sí, Hermanos Machado y Cortes Valencianas seguirán abiertas, aunque con previsibles atascos sobre todo en hora punta y en sentido entrada a una ciudad de fiesta.

En Poblats de l'Oest, del Nord y del Sur también habrá cortes de calles, un total de 52, producidos tanto por los monumentos falleros que suman casi una veintena, como por las carpas que instalan los casales falleros. Las pedanías del Sur, que aglutinan más fallas, serán las que tendrán más vías cortadas al tráfico.