Manolo García critica que los artistas no defiendan sus proyectos ante el jurado de fallas

Sin querer restar protagonismo a los artistas que van a firmar las fallas municipales de 2025, el equipo de Alejandro y Josete Santaeualia y Vicente Llácer, en el caso de la falla grande, y de José Gallego, en la falla municipal infantil, el artesano Manolo García ha querido hacer público su malestar por el sistema de elección de los proyectos.

En un escrito, el maestro de la vareta afirma: «Hemos echado en falta la opción que consideramos más lógica y justa, que es la de poder presentar y defender el proyecto personalmente ante el jurado, como había sucedido en otras ocasiones».

Y es que cabe recordar que este año el sistema de elección de la falla municipal se ha confiado de nuevo a la presentación de un boceto completo, con todas las escenas dibujadas, y no con unos esbozos y con la defensa de cada uno de los artistas participantes en el concurso ante el jurado, como se hacía en la anterior legislatura, algo que también criticó el edil de Compromís pere Fuset y que, de hecho, ha anunciado que llevará a Antifraude, después de que el Ayuntamiento le tumbara el recurso que presentó.

El artista, que ha firmado cuatro fallas municipales, asegura además que considera que la «falla municipal no ha de ser como una más de la sección Especial, sino que debe dar al público la posibilidad de ver otros estilos, incluso de que se le ofrezca la novedad y experimentación».

Con esta afirmación, este artesano, que es uno de los cinco equipos que competía por plantar en la plaza del Ayuntamiento, hace referencia a que opina que la falla municipal ha de ser diferente, con un estilo más libre, moderno y experimental.

En su escrito añade que no oculta «mi decpeción y la de mi equipo en general. Y particularmente lo lamento por Francis Montesinos, que se ha volcado con este proyecto, que merecía que todos los valencianos y el mundo pudiera ver su obra y su creatividad de valenciano universal en el contexto de la falla que habíamos propuesto».

A esta exposición de su malestar añade que hubiera sido «fantástico y diría incluso necesario que la falla municipal se llevara a cabo de principio a fin en la Ciudad del Artista Fallero, una zona creativa herida de muerte y que necesita desesperadamente promoción y apoyo como patrimonio que es de nuestras fiestas, además de punto de encuentro y difusión de nuestra expresión artística autóctona».

Y termina el escrito con la idea de que «peese a los rumores que decían hace meses que el proyecto ya estaba dado de antemano, ni quisimos ni quiero creerlo, porque eso sería jugar con el trabajo, la ilusión y el dinero de todo un euipo de profesionales» que preparan las ideas y el boceto para el concurso.

Y concluye que felicita «a mis compañeros, Alejandro y Vicente, por los que tengo un profundo respeto, como ya les dije en persona».

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