
Ver 7 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 7 fotos
Estos días, María Estela ha tenido la sensación de vivir últimas veces a menudo. Un año es largo y a la vez corto, porque han ... sido un total de dos mil actos, pero a la vez porque hay fecha de caducidad y nunca prórroga. Así que cuando María Estela Arlandis salía al balcón del Ayuntamiento con su corte y se abrazaba a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, el pasado 9 d'octubre, la joven palpaba esa urgencia de última vez. «Me invadía esa sensación segundo a segundo, con el orgullo por un lado de llevar esa banda y el privilegio de haberlo podido disfrutar». Ha sido un año intensísimo, donde el debate sobre el número de actos queda tan abierto como el pasado año, cuando se llegaron a rozar los dos mil. «Necesité varios meses para aterrizar y ser consciente de lo que supone el nombramiento, dónde estaba… Era todo tan intenso que a veces me olvidaba de lo privilegiada que he sido», así que la recta final la ha saboreado de otra manera. «Las emociones se han multiplicado por mil».
Noticia relacionada
Esta entrevista se ha pospuesto varias veces, porque los tiempos que maneja una fallera mayor, con una agenda tan apretada, son complicados de gestionar. Pero María Estela Arlandis ya se ha encaminado hacia el regreso a una vida 'anónima', matriculada de nuevo en cuarto de Derecho y con ganas de volver a disfrutar de pequeñas cosas que este año no ha podido hacer. Por ejemplo, «viajar, ir al cine, salir de compras o, sencillamente, dormir», ríe. Sabe que sí, que vuelve a ser dueña de su tiempo, y a la vez consciente de que su vida ya nunca será la misma. «El cargo te acompaña siempre. Además, este año me ha ayudado a ver las Fallas de otra manera porque he conocido su lado más humano».
Si mira detenidamente hacia atrás, reconoce que ha habido momentos de «cansancio extremo», sobre todo entre los meses de febrero y marzo, cuando los actos se multiplican. «Había que prepararse mentalmente, tomar vitaminas y, sobre todo, poner el foco en la actitud, tener claro que estamos representando a todos los valencianos y falleros. Tomándolo así, es más fácil fluir y disfrutar aunque hayas dormido tres horas».
Pero también ha habido para María Estela Arlandis muchos momentos memorables, ahora que ya puede ir haciendo un balance de un año que no olvidará jamás. Por ejemplo, atesora en el corazón la admiración con que la han recibido en cada lugar que ha visitado. «A veces es raro, y me he preguntado: '¿de verdad me están mirando a mí?'». Para los falleros de un casal, que la fallera mayor de Valencia les visite es un momento único. «Qué menos que poder devolverles ese cariño». Y si tiene que elegir para su particular podio entre los actos que le han dejado una huella más profunda, se queda con la exaltación -«al no tener que hablar simplemente me dejé llevar y lo disfruté muchísimo»- y la semana fallera en su conjunto, con especial atención al homenaje a las Fuerzas Armadas, por lo que supuso para ella y su familia. «Es un acto cargado de simbolismo».
María Estela Arlandis ha sido la primera fallera mayor a la que llamó la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, desde que accedió al cargo, y esa circunstancia es algo que la joven estudiante de Derecho siempre llevará muy adentro. «Nosotras le decíamos que era nuestra primera y única alcaldesa», ríe. Asegura que el 'feeling' entre ellas fue instantáneo, y en tantos días compartidos «me ha ayudado mucho y no la voy a olvidar nunca». A Santiago Ballester, edil de Fallas, lo define casi como un segundo padre, y destaca además la amistad que ha labrado con el portavoz del grupo popular, Juan Carlos Caballero.
Hubo un consejo, entre todos los que le han dado, que cree que le ha ayudado especialmente. «Disfrútalo y hazlo fácil», le dijeron, y ella ha cumplido con creces. A su sucesora le dirá que abra los ojos y lo dé todo. «Que le dedique el año entero, en cuerpo y alma. No se va a arrepentir porque ser fallera mayor de Valencia es lo más bonito del planeta». Y si tuviera que decir de qué manera le gustaría que la recordaran, lo tiene claro. «Como una chica con la que han disfrutado estando a su lado».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.